Grace
Hoy es el gran día.
Hoy empiezo mi primer año de universidad, mentiría si digo que no estoy nerviosa. Este año tengo que dar lo mejor de mí, por mi futuro y por mí misma.
Pero es difícil pensar en positivo cuando he extraviado mi carnet de identidad en la escena de un delito. Aunque Abby me dijo que no me preocupara;
-¿Y si nos denuncian? o ¿y si nos arrestan y pasamos el resto de nuestros días en la cárcel? ¿o si nos volvemos a cruzar al chico y nos empieza a gritar por la calle, como un loco?- dijo Ian haciendo suposiciones que, podrían ocurrir de verdad.
Pensar en eso solo me horrorizó mucho más. Después de todo, a ojos de la ley, nosotros éramos los malos. Teníamos las de perder si nos denunciaban. Abby debió ver nuestras muecas de horror y se apresuró a tranquilizarnos.
-Nadie nos va a denunciar, chicos. Con suerte, el chico no habrá visto la cartera de Grace y se la habrán llevado los servicios de limpieza. Seguro que la cartera de Grace está ahora mismo en el vertedero.- nos animó Abby.
Sabía que esa era un hipótesis absurda, pero me inspiraba un poquito de confianza. Así que me aferré a esa pequeña posibilidad.
Los días transcurrieron sin novedades. Hasta hoy, claro.
Estaba terminando de ponerme el jersey cuando Abby llamó a mi puerta, iríamos juntas a la universidad. Al fin y al cabo íbamos al mismo sitio.
Abby todavía no estaba bien del todo. Nadie lo estaría en su caso, ¿no? De algún modo, ella siempre supo que no era esa persona, esa persona por lo que darías y perderías todo, sin importar lo demás. Solo esa persona.
¿Alguna vez habéis escuchado la frase "a veces aferrarse a algo duele más que soltarlo"? Ella tendría que comprender que, si algo o alguien la estaba hiriendo, simplemente tenía que dejarlo ir. No podías amar a una persona que te estaba destrozando.
Abby lo comprenderá, no podía morirse por alguien que no la supo valorar. No necesitaba a nadie que la hiciera brillar, y ella lo sabía. Abby saldría a delante, ya lo había hecho otras veces. Esta no sería diferente.
Aun así me sentí un poco mal al recordar que, días antes ella nos tuvo que consolar a Ian y a mí, cuando ella estaba en una situación sentimental peor que nosotros.
-¡Grace Haley, abre la puerta ahora mismo! ¿No ves que entramos en media hora y todavía no hemos salido de casa?- Ups.
Bajé lo más rápido que pude, no sin antes revisar con la mirada que no se me quedaba nada. ¿He mencionado ya lo nerviosa que estaba?
Hoy oficialmente empezaba otra etapa, una en la que tendría que empezar a valerme por mí misma. No tenía que velar por nadie más, solo por mí y por mi madre, claro.
Después de media hora y unas cuantas paradas de buses más tarde, llegamos a lo que sería nuestra universidad, nuestro futuro.
Nos reunieron a todos los alumnos de primer año en el campus, eché un vistazo a mi alrededor. No me sorprendió ver algunas caras conocidas, de mi antiguo instituto. La razón de la que estuvieran aquí era, que esta era la universidad más accesible, es decir, nos exigían menos nota para la carrera que quisiéramos cursar y era más económica.
Había conseguido entrar en esta universidad debido a mis notas del instituto, no eran tan buenas como para dejar mi carta de presentación en universidades tan prestigiosas, pero tampoco eran tan malas como para dejar de estudiar y optar por meterme al mundo laboral. No era ni buena, ni mala. Pero ese año no me ocurriría lo mismo. Este sería mi año.
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El final de todo
RomanceNo debería haber accedido a destrozar ese coche. Tampoco se me debería haber caído mi carnet en ese lugar. Pero él lo encontró, Louis. Nuestro encuentro fue de lo más desagradable, pero sin embargo me sentía cómoda con él. Lo que me llevó a pensar...