Era sábado por la mañana y lo único que deseaba en ese instante era salir a comer algo delicioso, pasar tiempo con ella y después tener un momento de desestres mirando la televisión. No obstante, ninguno de sus planes pudo ser consolidado.
En cuanto atravesó el umbral de su departamento, lo único con lo que se topó fue con ese particular hombre. Uno que indudablemente trabajaba su cuerpo ya que la musculatura de sus brazos así se lo hacía notar.
—¿Qué hace éste aquí? -porque a ningún hombre le hace gracia encontrarse con un tío apuesto, extranjero y que anda en playera sin mangas y pans por todo el lugar.
—¿Pues no es obvio? Está viviendo conmigo por el momento -mencionaba una Axelle que estaba haciendo lo que Daiki jamás la había hecho realizar: estar de ama doméstica.
—Axelle me comentó que necesitaba entrenamiento adicional, ya que pronto participará en el torneo de invierno -relató Craig tras retornar de la cocina y traer consigo una buena taza de café.
—Pues no veo que estés "entrenando" -comentó vilmente el moreno.
—Ya lo hicimos, Aomine -el inglés tomó asiento, cogiendo el periódico que descansaba sobre la mesita de la sala-. Acabamos de regresar.
Daiki miró la hora en su celular. Apenas eran las 11 de la mañana.
—Fuimos a correr y ejercitarnos desde las cinco de la mañana -establecía la francesa. Al parecer ya había terminado de trapear el piso. Todo se apreciaba reluciente.
—¡¿Te paraste a esa hora?! -estaba que no se la creía.
—Los entrenamientos con Craig son a horas tempranas de la mañana -estipuló-. Y mañana también lo haremos, ¿cierto?
—Puedes unírtenos, Aomine -su carmesí mirada se enfocó en el moreno. Éste también le observaba con la misma intensidad.
—Tsk...-no quería pararse tan temprano un domingo por la mañana y menos a hacer acondicionamiento físico, pero no quería que Axelle estuviera a solas con ese chico; ya que aún no sabía la relación que guardaban-. Lo haré. Entonces aquí a las cinco, ¿no?
—¡Daiki! -alguien estaba feliz de haber escuchado eso.
—Exactamente. Sé puntual.
—Lo seré -estipuló. Si los desvaríos de Hadrien eran ciertos, había que tener cuidado con mosquear al peli rosa.
—¿Quieres desayunar con nosotros? -ofrecía su novia. Él simplemente tomó asiento en señal de que se quedaría-. Entonces iré a terminar.
—Deja que me encargue yo -el peli rosa se puso de pie, dirigiéndose hacia la cocina.
—Gracias -alcanzó a decirle antes de que se esfumara de su vista.
—Axelle -llamó a que se sentara a su lado.
—¿Qué sucede? -había robado sus labios precipitadamente, como si hubieran pasado varios días sin haberse visto. Pero a ella no le importaba que quisiera profundizar o que aquella juguetona lengua deseara inspeccionar cada superficie de su cavidad bocal-. Daiki...-alcanzó a decir en cuanto el moreno le dejó tomar una bocanada de aire.
—Sólo mantente callada, ¿entendido? -ordenó en un tono bajo pero al mismo tiempo deseoso y dominante. Quería seguir disfrutando del sabor de sus labios antes de que llegara la interrupción.
—Pero, Daiki...-nuevamente sus labios le pertenecían por completo al moreno, quien sólo sonrió lleno de satisfacción en cuanto mordisqueó su labio inferior. Incluso su mano derecha acariciaba suavemente la mejilla de la embelesada chica.
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Addicted to U [EN EDICIÓN]
FanfictionNo había manera de que él, Aomine Daiki, perdiera contra ella; contra aquella chica que apareció repentinamente en su vida para imponer sus normas y burlarse de su persona cada vez que tenía la oportunidad. Definitivamente él no iba a ceder ante alg...