Mar de miradas

Adiós.

"Nadie vive para siempre"
Fueron las últimas palabras que salieron por tu boca, después, que saltaras del acantilado.

Mala suerte fue la mia,
que con mis ojos marrones vi como te despedías de la vida.

Y ahora estoy aquí , jugando con la muerte, porque tu eras mi vida y desapareciste en un mar salvaje.

Besaste a la muerte y te consumiste en ella como si fueseis enamorados, y todo en presencia mia.

Y ahora no sé qué pensar,
tu querías más a la muerte que a mi.

Aquella noche, en ese acantilado te encontré.
Y gritando tu nombre a la vez que la muerte, te fuiste con ella.

Y pienso, que a veces no merece la pena seguir aquí.

Esta es mi carta de despedida, y va para ti. Pronto te encontraré y juntos seremos fieles amigos de la muerte, en el mar salvaje.