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- Estará bien, mi madre ha criado siete hijos y hemos salido todos genial, bueno todos salvo Percy, pero oye seis de siete, nada mal.- Oyó Neville a su espalda en la chimenea. Al darse la vuelta vio como Ron y Hermione salían de ella y con un golpe de varita se limpiaban el polvo del viaje.

- ¿Por qué siempre da la impresión de que estáis discutiendo?- preguntó Neville sonriente mientras se dirigía a abrazar a sus amigos.

- Díselo a ella.- respondió Ron abrazando a su amigo.- ¿Somos los primeros en llegar?

- Sí, tu hermana y tu cuñado se hacen de rogar.

- ¡JÁ! Para que luego diga Ginny que siempre llego tarde.

- Es que siempre llegas tarde.- dijo Hermione mientras abrazaba a Neville.

- ¿Dónde habéis dejado a la pequeña Rose?

- Por favor no saques el tema... Aquí mi mujer lleva todo el día montando un drama por dejar a la niña con mis padres.

- No monto ningún drama, es la primera vez que me separo de ella, solo es eso. No está acostumbrada a estar sin mi.

- Conociendo a Molly esa niña estará entre algodones Hermione.- dijo Neville a su amiga justo en el momento en el que una llamarada verde iluminaba la chimenea y dejaba ver a Harry y Ginny

- Llegando tarde a una cita... Que vergüenza Ginny.- dijo Ron a su hermana.

-Ya solo tengo que llegar tarde a otras treinta mil setecientas ocho citas más para igualarte.- le respondió ella quitándose el polvo con la varita.- Hola Neville.

- ¿Que tal Ginny?.- respondió el anfitrión abrazándola.

- Muy bien. Hermione mi madre quiere que te diga que puedes estar tranquila, cuando hemos llegado a la madriguera Rose estaba dormida en su cuna tranquilamente.

- Gracias Ginny.

- Nev, amigo, ¿Cómo estás?

- Hola Harry, bien, bien ¿Que tal tú?

- Bien, aunque casi no llegamos... James está demostrando ya sus pequeñas habilidades mágicas, ha estado a punto de incendiar las cortinas.

- ¡Ese es mi sobrino!- dijo Ron riendo.

- ¿Dónde está Hannah?.- preguntó Hermione.

- En el caldero, enseguida viene, está organizando todo para poder dejar solo a Billy. ¿Una copa mientras esperamos?

Estuvieron charlando animadamente hasta que Hannah apareció. Se abrazaron y ésta les dio paso al comedor, con ayuda de la varita fue dirigiendo toda la comida a la mesa y, una vez lista, se sentaron todos a cenar.

- ¿Entonces es definitivo Neville, Nos dejas para volver a Hogwarts?.- preguntó Harry antes de darle un mordisco al delicioso pollo.

- Lo es, me ha encantado trabajar en el ministerio, trabajar contigo, pero... No es la vida que quiero, no es lo que me llena.

- Pues entonces no tenemos más que brindar por tu nueva vida.- Sonrió Harry levantando su copa.- Por el profesor Longbottom.

- ¡Por el profesor Longbotom!- dijeron todos levantando sus copas al unísono.

- ¿Tenías hoy la primera reunión no? ¿Has estado con Mcgonagall y los demás?- preguntó Hermione con interés y nostalgia.

- Sí, me ha presentado a los profesores que no conocía y hemos hablado un poco de lo que pasará durante el curso, ya sabéis, temarios y cosas así. Por cierto, Hagrid os manda recuerdos, le ofrecí venir pero estaba más interesado en una partida de cartas que había en cabeza de puerco.

- Por favor más dragones no.- Rogó Ron haciendo reír a sus amigos.

- ¿Filch también sigue allí Nev?.- preguntó Hannah.

- Pues no lo se, a él no le he visto. Pero imagino que si, ¿A dónde iba a ir si no? Siempre me ha parecido un hombre muy solitario.

- Claro... ¿Quien más a parte de la Sra. Norris lo aguantaría?.- Comentó Ron con la boca llena.

- De verdad a veces pienso que sigues siendo un crío en Hogwarts ¿No puedes comer como la gente normal?. - reprochó Hermione.

- Cariño, somos magos, no normales. Además la culpa es de Hannah que cocina de miedo.

- Gracias Ron, guarda un hueco para el postre.- contestó Hannah halagada.

- Para eso siempre hay hueco, tranquila.

- Ron ¿Cómo va la tienda? Hace mucho que no me doy una vuelta por el callejón.- se interesó Neville.

- Genial, va bastante bien la verdad. George está creando cosas nuevas, nunca me dice lo que tiene hasta que está listo para vender, pero no me quejo.

Cenaron entre risas y recuerdos y, al finalizar, Neville sacó una baraja de naipes explosivos y estuvieron jugando hasta que llegó la hora de irse.

- Muchas gracias por invitarnos chicos.- Dijo Harry.

- La próxima en nuestra casa - Agregó Ginny.

- Gracias a vosotros por venir, dadle un beso a los pequeños de nuestra parte. Y a tus padres Ron.- Contestó Neville.

- Por supuesto, amigo. Hannah la cena estaba fantástica.

- Gracias Ron, a ver si no tardamos mucho en volver a juntarnos.- dijo Hannah mientras Ron y Hermione se metían en la chimenea.

Tras marcharse sus cuatro amigos, Neville y Hannah dieron por finalizado el día y se fueron a dormir.

Neville LongbottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora