Disculpas

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—dejame ver si entendí, tú no sabes porqué ella esta molesta?— pregunta la murciélago mientras toma de su copa de vino mirando con la ceja alzada al erizo frente a ella

—ya te dije que sí— gruñe algo fastidiado por el tono de voz de su amiga, era claro su sarcasmo

—en serio no lo sabes?—

—rouge, basta, no, no lo sé, iba todo bien, fuimos a comer, le compré el estúpido vestido y la llevé a casa, que más quería?— toma su bebida de golpe tosiendo un poco ante el ardor del alcohol puro en su garganta

—shadow, eres un completo idiota— suspira ella moviendo su cabeza en desaprobación

—según me contaste, hiciste esas cosas porque ella te dijo que lo hicieran, y por cómo me lo cuentas tu estuviste con la cara molesta todo el día como si pasar tiempo con tu "novia" no fuera importante, ni divertido, ni nada, por lo menos recuerdas que día fue?—

—sí, el diez de octubre, porque es relevante?—

—a veces me pregunto qué serías sin mí— acaricia el puente de su nariz suspirando sin ganas —shadow, fue su aniversario— dice por fin, después de tratar de que él se diera cuenta solito

—claro que no, nuestro aniversario es el...— se queda cayado un segundo recordando hasta caer en cuenta que lo arruinó todo —soy un estúpido—

—si, mucho, bastante— aclara la murciélago —uno de los imbéciles más imbéciles que conozco—

—no me ayudas—

—solo digo la verdad, ella te pidió la cita, ella te pidió el regalo, y tú mal genio, aunque siempre lo has tenido, no sé cómo es que ella se enamoró de una persona tan terca, gruñona, egocéntrica y desconsiderada— toma algo de golosinas y come de ellas seguida de su copa —pero bueno, supongo que ya no importa—

—no importa?—

—bueno, me dijiste que no ha contestado tus mensajes, te ha bloqueado en todas las redes, ya ni siquiera llega a verte como lo hacía antes, eso significa una cosa—

—que? —

—el amor que te tenía murió, ella seguramente ya no quiere ni saber de ti, pobre amy— come otro poco

—ella... ya no me quiere?— susurra levemente

—es lo más seguro, y todo lo que está haciendo es para despegarse de ti—

El erizo se queda en silencio un largo tiempo, mirando la mesa, recordando cada momento con ella, y las veces que le a fallado, su corazón se estruje con fuerza sintiendo que el aire le falta.

—no, aun puedo recuperarla— se levanta dejando el dinero de su bebida y sale corriendo del bar bajo la mirada y sonrisa de su amiga albina

—espero que le sirva de lección— ríe suavemente y toma su teléfono mandando un mensaje rápido

Mientras, el erizo corre a toda velocidad, chocando con algunas personas, se detiene al ver una florería y decide llevarle flores, mira cada una hasta reconocer su favorita, un clavel rojo, pide el ramo de flores y una vez tomadas regresa a su carrera.

No le toma tanto llegar a la puerta, agitado y con el corazón en la mano ante los nervios, pero no se detiene, toca está esperando que abra la puerta.

—quién es?— escucha su voz del otro lado

—soy yo— responde suavemente pero sabe que lo escucha —podemos hablar?—

—no hay nada de que hablar— escucha del otro lado

—rose— toca la puerta son su palma mirando esta como si la pudiera desaparecer —yo, lo lamento— baja la mirada —no tengo justificación para lo que he hecho, fui un idiota, no debí tratarte de esa manera, no debo tratarte de esa manera. Los momentos que pasamos juntos son los más bonitos que he pasado, siento ser muy gruñón y lastimarte— respira profundo, diciendo lo que siente, pero nunca ha sido muy bueno expresando sus sentimientos.

El silencio lo rodea rápidamente sin recibir respuesta del otro lado. El tiempo pasa muy lento para él mientras el silencio perdura hasta que la puerta se abre mostrando a la eriza con un gran sueter negro con relleno blanco cubriéndola casi por completo, sus ojos rojos a causa de las lágrimas que ha liberado últimamente.

—te disculpo— dice la eriza limpiando sus ojos —pero, no sé si pueda amarte con la misma intensidad— respira profundo —ya estoy cansada de esperar que tengas el corazón abierto para mí—

—ya no tienes que esperar— toma su mano deteniendo sus palabras —amelia, yo, te amo— aprieta con algo de fuerza su mano, pero sin lastimarla —por favor, dame otra oportunidad, y enseñame a demostrarte cuan importante eres para mí, por favor— susurra con cautela

La eriza lo mira a los ojos, en silencio, buscando un rastro de mentira en sus palabras, pero solo encuentra sinceridad en ellas. Sonríe, su corazón no podía negarse a tratar de estar a su lado.

—una oportunidad— dice ella sonrojada levemente haciendo al erizo sonreír y besarle la palma de la mano

—gracias, prometo no defraudarte— separa sus labios de la palma para ahora besar sus labios suavemente

Al separarse alza las flores que había traído para ella —recordé que te gustan los claveles— susurra sacando una sonrisa más grande la eriza, él no comprende porque, pero su corazón se calma al ver la felicidad de ella.

—ven, entra, hace frio afuera— dice ella haciéndolo entrar 

Flufftober shadamy 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora