que somos que no sabemos ser nada

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Volviste a mis brazos luego de ese mes que me llamaste borracho, vivimos 6 meses de amor tan únicos y tan especiales, conocí tanto de tu vida y tú de la mía. Soñé, me eleve como nadie en esta vida imaginará, soñé con un hogar, con matrimonio, dos hijos, el complemento de nuestra profesión, lo ideal que se iba volviendo nuestro amor. Llegó navidad, fue muy especial compartirla contigo y tú familia que se convirtieron en la mía esa noche, recibimos año nuevo en la primera llamada a la distancia de mi trabajo y tú casa materna.

Enero nos distanció un poco con mis obligaciones y tú entrada a la universidad, y febrero volvió finalmente cenizas nuestro amor, lloré como no tienes idea, borre tu número y prometí olvidarte. Fueron días muy oscuros, logré que el trabajo fuera el motor de mis días, algunas lágrimas escaparon pero iba aliviando poco a poco el dolor.

El día menos pensado llegó, me llamaste una noche a decir que me extrañaba, que no veías la vida sin mi, que significaba mucho en tu vida y que no me querías perder, que lo intentemos de nuevo. Lo pensé, mi razón me decia que era muy imbécil al pensarlo no más y mi corazón me susurraba que no perdía nada intentando, que mis sueños construidos contigo podían volver a ser. Dije muchas mentiras para estar contigo y volver a ser tuya en esa cama donde el amor y la lujuria consumimos infinitas veces, me guarde para ti y no quise estar con nadie más. Llegó nuestro fugaz abril, tú regalo que llevo tatuado en mi piel y mi regalo a tu vuelta al Sol fue una premisa a lo que nos unió "enfermería". La noche que entregue tu regalo me revelaste la noticia que jamás pensé recibir, tú decidiste conocer a alguien más y embarcarte en la aventura del amor, destrozaste mi corazón que se reconstruyó a punta  de palabras vacías. Acepte hacerme a un lado y tomar mi distancia, pensar que era un aviso y el permiso para conocer a alguien más en mi vida.

Con mucha inseguridad y otras dudas decidí experimentar y conocí a alguien especial, pensé que lo lograba y que quizás la vida me estaba mostrando un nuevo comenzar dudando un poco por otras circunstancias pero nunca por amor. Un sábado cuando uno menos espera volviste a llamar, diciendo que no eras muy feliz que habían problemas con ella, yo me volví consejera de tu felicidad, y esa misma noche cuando todo se fue a balde con ella susurrante pediste otra oportunidad conmigo, pasaron unas noches y en unas polas de amigos nos volvimos a besar y con alcohol en la cabeza, presas del deseo que nos consumía.

Así pasaron meses, donde ninguno parecía tener interés en otro que no fuera nosotros, septiembre y mis quebrantos del postoperatorio hicieron de las suyas para pasar ese fin de semana juntos sin saber que era el último que eso pasaría, consumimos el amor sin pensar, sin razonar, sobrios y borrachos de pasión. Pasaron los días y me enteré de tu nuevo amor por un tercero, al principio pensé que era una menuda broma, y unos días después tu boca soltó toda la verdad.

Herida, decepcionada comencé a empacar todo lo que nos unía, cogí la bolsa y lo envíe con dirección a ti, después de ese día no hablamos, decidí darme paz mental y olvidarme de todo. Volví al trabajo y me refugie en el para aliviarme el dolor. Una noche que creí dormir tranquila tu nombre apareció en la pantalla y tuve la valentía de contestar, las lágrimas hablaron pero la conclusión era que no podíamos estar separados.

Septiembre me dejo con una nueva ilusión, y a pesar de las dudas, las ganas de zarpar ese barco se hicieron divinas, hoy, escribiendo esta carta, tengo un dilema, un asunto entre la espada y la pared. Me está gustando mi nueva persona favorita, pero tú recuerdo, tú fantasma y el hicieron de mi alma una pared divisoria, no te niego que lo quise, adore lo dulce y lo fantastico que fue conmigo. Mi historia de amor se hizo tóxica y fugaz hasta llegar a un final muy temprano y la tuya igual se hizo agua, se que la quisiste y que ibas con todas las intenciones de plantear romántica propuesta y hacerla tu esposa, me sentí morir, y soy tan mala para disimular el dolor que me consumía. A Marwan una canción " la pareja interminable" y eso fue entre nosotros, mil y una cosas y de ahí aprendimos finalmente a convivir como amigos sin lastimarme, y aunque tuve sentimientos represados preferí callar

cartas que no llegaron a su destinatarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora