Cαpı́tulo 23

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Quackity estuvo lejos de la prisión, en el Hospital de Karmaland, durante dos semanas. La solicitud de Vegetta de visitarle fue rechazada. Esperó su tiempo con Perxitaa, aguardando el momento correcto. Que tuviera que matar al otro hombre era inevitable. Si no lo hacía, Perxitaa terminaría el trabajo matando a Quackity cuando volviera. En primer lugar, intentaría la opción de no violencia.

Arrinconó a Perxitaa en la cocina.

— Mira. Ya te lo dije, me puedes tener. Solo déjalo en paz de una puta vez.

Perxitaa meneó la cabeza.

— ¿Cómo puedes ser mío, Vegetta? —Preguntó dulcemente.

— Como quieras. —Dijo con la mandíbula apretada.

Perxitaa sonrió.

— ¿Entonces me harías una mamada?

— Realmente no querrás tener la polla cerca de mi boca. Mis dientes son agudos.

Perxitaa chasqueó la lengua.

— Así pues, ¿qué harás para mí?

Vegetta lo consideró.

— Quieres que pague por Auron. Hazme pagar, pero sólo a mí. El mocoso no tiene nada que ver con esto.

Perxitaa se cacareó.

— Pero es tanta la diversión de hacerle daño a él y luego mirar tu traumatizada cara cuando lo descubres.

Vegetta arremetió contra él, dando un golpe certero en su nariz. Sabía que había logrado rompérsela porque no paraba de sangrar. Cuando el tipo cayó al suelo, escuchó un:

— ¡Acaba con él! —Gritaron las personas que se hallaban en ese momento y tres guardias se acercaron corriendo.

Era Alexby quien escoltaba a Vegetta de vuelta a su celda, empujándole para que entrara.

— ¿Qué mierda pasa contigo? —Exigió. — Acabas de salir del agujero, ¿quieres volver?

— ¡Ese hijo de puta mandó a Quackity al hospital! —Gruñó Vegetta, caminando de un lado a otro como animal enjaulado.

— No tenemos pruebas sobre ello.

— Por supuesto que lo hizo. Acaba de decírmelo y cuando Quackity vuelva, se lo va a cargar. ¿Qué vas a hacer al respecto, Alex?

Alexby lo consideró.

— Lo pondré en custodia preventiva. —Contestó momentos después.

Vegetta se apartó. Bajó la cabeza y se apoyó contra la pared cuando su corazón se estrechó dentro de su pecho. Un inmenso dolor irradiaba a través de su cuerpo, quebrándolo en dos, derramando su miseria hacia fuera y envenenando el mismo aire que respiraba.

(...)

Alexby vino a recoger las cosas de Quackity al día siguiente. Tomó toda su ropa, libros y artículos de tocador y desmanteló su litera y luego se volvió para mirar a Vegetta que estaba sentado en una esquina mirándolo.

— Vuelve mañana. Estará en el Bloque B.

— ¿Cuánto tiempo estará allá?

Alexby suspiró.

— No creo que vuelva, Vege. ¿Crees que podría volver?

No dijo nada porque Alexby tenía razón. Cuando el guardia se hubo ido, se quedó durante bastante tiempo sentado en la silla pensando. Se sentía vacío por dentro, justo como había estado antes de que Quackity hubiera llegado. Había sido durante ese breve tiempo cuando había empezado a recuperar su vida de nuevo. Por lo que nunca se permitiría sentirse así otra vez.

Metió la mano bajo su litera y fabricó un arma con las entrañas del colchón.

Perxitaa nunca lo vio venir.

En un momento cortaba zanahorias en la cocina y al siguiente el afilado artilugio del colchón era introducido en su abdomen hasta la empuñadura. Vegetta se marchó paseando, sin mucha preocupación por si lo agarraban o no. De todas formas, la gente que lo vio salir de la cocina eran presos y nadie hablaría en contra de él.

Lo arrastraron a la oficina principal y puso en duda todo, negándolo. Estuvo una semana metido en el agujero.

Mientras estaba allí, recapacitó por lo sucedido y se horrorizó de lo que había hecho.

La sangre de tres hombres manchaba sus manos, dos asesinatos con premeditada frialdad, un tercero que había cometido fuera. ¿Cómo se suponía exactamente que viviría con ese hecho? Se sintió entumecido, vacío y resentido sobre la razón por la que había actuado aquí dentro.

Entonces los recuerdos de Quackity le dominaron y lamentó que Perxitaa no lo hubiera matado primero para así no tener que saber del dolor de la pérdida que había sufrido y cómo viviría con ello cada día hasta que muriera.

ANĐ SØ IS ŁØVE [V&Q]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora