La Sangre De La Mafia [KinnPorsche]

Another

Estaba durmiendo tan bien, relajadamente, en su mundo de almohadas, pero uh, uh, ¿por que no puede respirar bien? ¿Por qué su abdomen se siente pesado? ¿Por qué se movía su abdomen? ¡¿UH?! Gruñó en su interior e hizo una mueca, aún con los ojos cerrados. Gimió y abrió los ojos, frunció el por la claridad, bajó la mirada para encontrarse con lo mejor de su vida. Kam, bocabajo en su abdomen, se movía mientras tenía su puñito en la boca y babeaba. Su cabecita arriba y se movía al compás de su cuerpo. Sus ojos brillaron y sonrió inmediatamente. Se inclinó y olió el cabellito negro y tupido de su hijo para luego dejar un beso.

– Oww cosita bonita de papi.– con un dedo acarició su mejilla gordita. – ¿Tienes hambre bebé? ¿Y tu papito, hmm?– la puerta se abrió y Kinn entró a la habitación, secando con un paño el biberón de jugo de manzana de Kam. Sonrió al ver a sus dos estrellas. Se acercó a ellos y se sentó en su lado de la cama, ayudando a Porsche a acomodarse con su hijo aún en brazos, finalmente quedando sentado, apoyando su espalda en el respaldo de la cama. Tomó el biberón y se lo pasó a Porsche.

– Buenos días mi amor.– y depositó un beso en su sien. El moreno apoyó su cabeza en el hombre de Kinn y puso el chupete en los labios de Kam, quien inmediatamente agarró el chupón y comenzó a succionar con emoción, sacando sonrisas de sus padres.

– ¿Te despertó?– el mayor tarareó un sí y como pudo, abrazó a ambos seres que hacían que su corazón latiera fuertemente.

– Todos están despiertos abajo. Están esperando por nosotros. Kim y Chay también están en la sala. Oh, Venice quiere ver a Kam y Vegas está que echa humo por los oídos.– Porsche rio y besó la mejilla de Kinn.

– ¿Y tú no?– Kinn resopló

– Claro que no, sé que mi bebé hermoso no se interesaría en su primo. Hay niveles Porsche.– y el moreno tuvo que aguantar una risotada para no despertar a su hijo que se había dormido en sus brazos y ya había acabado todo el juguito. Kinn tomó el biberón y lo puso en la mesa de noche.

Tomó a Kam y lo arrulló un poco. Lo llevó a través de la habitación hasta la suya propia y lo colocó en su cuna, activó el monitor y salió. En su habitación nuevamente, se encontró a Porsche cambiándose de ropa. Se acercó a él y lo abrazó por detrás.

– ¿Tenemos tiempo?– preguntó Porsche. – realmente me urge tenerte dentro.– el mayor atacó el cuello de su marido y este suspiró placenteramente. Y bueno, desayunaron.

                        (...)

Una hora después se encontraba la familia completa en la sala de estar, conversando entre ellos, hasta que Top bajó de su habitación con unos papeles en las manos. Todos quedaron en silencio y lo atendieron.

– Buenos días familia.– todos contestaron de una forma u otra agradablemente. Entregó un papel a Kim y uno a Chay y esperó por sus reacciones.

Ambos jóvenes leyeron el contenido de del documento y ambos palidecieron al leer lo último, sin poder reccionar a más. Los minutos pasaban y la incertidumbre era inmensa. El primero en reccionar fue Kinn.

– ¡¿Y bueno, qué es por fin?!– exclamó exasperado. Kim fue el que reccionó.

– ¡¿CÓMO QUE ESTOY EMBARAZADO?! – la reacción de los demás fue literalmente la misma que la primera vez, a excepción de Porsche y Khun, todos se ahogaron con su saliva y unos pocos tosieron por ello. Y Kinn, Kinn, bueno...

– Oh Dios Mío, no puedo con tanto.– y se desmayó en los brazos de Porsche. Todos se sorprendieron, pero más aún cuando el moreno comenzó a reír feliz.

– ¡ Otro bebé! – dejó a Kinn acostado en el sillón y se levantó a abrazar a sus hermanos pequeños, quienes ahora se veían emocionados. Besó las mejillas de ambos y los apretó.

– O sea,– Vegas habló con una sonrisita en sus labios.– Kim es un doncel igual que Khun y Porsche. Vaya sorpresa, y yo pensando que eres el dominante primito.– y rio, Kim apartó la cara del pecho de su cuñado y miró con burla a Vegas.

– Y lo soy, o si no, pregúntale a Chay quién lo hace morder almohadas en la noche.

– ¡KIM!– ese fue Kinn que había reaccionado y ahora regañaba. El menor sólo le sacó la lengua y volvió a abrazar a Chay y Porsche. Kinn de todas formas se unió al abrazo y besó por igual las sienes de ambos menores, susurrando felicitaciones y buenos deseos.

Y luego hubo fiesta en la casa grande de la familia Theerapanyakul.

OTRO HEREDERO VENÍA EN CAMINO.

Los tres hermanos tendrían su propia descendencia. Su propio pedacito de su ser. Tankhun tenía a Big, su pequeño hijo, a pesar de los terribles obstáculos. Kinn tenía a su Kam, su bolita, fruto de su amor con su guardaespaldas. Y Kim ahora esperaba a su bebé, su bebé con el hermano menor del guardaespaldas de su hermano mayor.

Y Korn, pues, flotando en las nubes. Jamás se imaginó estar así. Siempre pensó que moriría a causa de todos los conflictos entre ambas ramas de su familia. Pero todo fue resuelto. Se redimió y ahora es el abuelo más feliz del universo. Claro que había preocupación en su interior. Ahora más que nunca debía redoblar la seguridad de su familia, incluyendo a sus sobrinos. Sería muy buena idea que se movieran a la casa principal, pensaría en ello con más profundidad.

Ahora disfrutaría de la fiesta junto a su compañero del alma Chan y su querida familia. Que gran noticia, que gran noticia.
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En la camilla de una lujosa habitación de hospital, una persona abría sus ojos tras más de un año en coma. Aún intubado y conectado a muchos cables. Movió como puso los dedos de sus manos y derramó algunas lágrimas. A su lado un adormilado joven buscaba la razón de los movimientos. Se sorprendió al encontrar la respuesta.

– ¡Phi! Phi, oh, phi, estás despierto. No te preocupes, tu hermano está aquí, Mek está aquí para ti phi Tawan. Te prometo que esta vez acabaremos con ellos, acabaremos con todos los Theerapanyakul. Principalmente con el bastardo hijo de Kinn y su maldito guardaespaldas. Khalan Theerapanyakul. – y rio maniáticamente mientras se levantaba y llamaba al doctor.

Desde su cama, Tawan derramaba lágrimas y negaba lentamente con la cabeza. Y en sus pensamientos, solo se repetía un nombre :

"Kinn, Kinn, Kinn, Kinn...."