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Ella siempre estuvo allí, aún si yo no era nada..

— Izuku, vamos a llegar tarde a la secundaria ¡Apresura el paso! —Exclamó, sacándome de mis pensamientos.

— Sí, perdón.

Ella siempre estuvo allí, aún sí nadie daba nada por mí..

— ¿Piensas dejar que tú noviecita te rescate?, Deku. —Clamó Katsuki, sangre salía de su nariz.

— ¡Cállate, Katsuki! —Gritó la fémina. — No eres mejor que nosotros, ¿quieres que te lo demuestre?

— No peleó con niñas, deberías agradecerme, extra. Si quisiera, podría volarte en pedazos.

Sentía la sangre subir y bajar de su garganta, lo que significaba que el golpe dado por la chica le había hecho un daño considerable.

Si bien el tenía un Quirk, ella sabía pelear desde muy pequeña, y sabía muy bien.

— No sería propio de un héroe, ¿cierto? — Continuó Incitando.

Deku notó que Katsuki quería retirarse debido a su lenguaje corporal.

— __ vámonos, por favor. —El pecoso solo esperaba que los intentos de su amiga no funcionarán, era mejor si todos se retiraban ahora.

Aún sí nadie estuvo allí en un inició..

— ¿Qué te creías protegiendo a ese niño? ¿Un héroe? ¿Cómo All Might? —El cenizo carcajeo. — Te diagnosticaron hace poco como Quirkless, ¿verdad? No eres más que un inútil, solo eres tú, Deku.

— ¿¡Qué se supone que hacen!?

— No me metas, niña. —Amenazo un compañero de Bakugou.

— ¿Tú también te crees un héroe? —Cuestionó el rubio. — No deberías meterte dónde no te llaman.

— ¿Acaso se necesita ser un héroe para ayudar a una persona? Es ilógico.—Contestó la niña. — No le tengo miedo a tus chispitas. Son pequeñas comparadas con el fuego.

Eso molestó a Bakugou.

— ¡Veamos que tanto te dura esa valentía! —Katsuki se acercó hacia ella, imaginandola como un villano al que él podría atacar. No esperaba que la pequeña lo esquivaria y le haría una llave, enterrando su cara en la tierra.

Sus amigos quisieron intervenir.

— ¿Sucede algo aquí?

Todos voltearon hacia la voz adulta, un hombre se paraba frente a todos, su cuerpo relajado.

— Vine a recogerte, hija. Es un lugar nuevo, podrías perderte si te dejo sola mucho tiempo. —A él no parecía importarle que su hija seguía restringiendo al niño en la tierra. — Creo que ya puedes dejarlo ir.

La infante soltó al rubio, que se alejó rápido, reincorporandose con sus compañeros.

— Lo siento, niños. Ella puede ser algo impulsiva y llena de energía, pero no es mala niña. Estarán bien si la tratan con respeto. —Indicó el adulto.

Would You Come Back?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora