Capitulo Cuatro: «𝐓𝐞 𝐀𝐦𝐨.»

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    Las semanas que pasaban y el juego seguía, entre ellos dos

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    Las semanas que pasaban y el juego seguía, entre ellos dos. Donatello habitaba en su habitación acostado, con pocas energías. Se ve que Leonardo se demostró ante él y estaba de lo más feliz; también él era feliz con lo que sucedía. Intentaba controlar su respiración y encontrar el aire, todo era nublado para él y el aire ya tenía otro peso en toda la escena.

— L-Leo... —respondió con un simple "dime". Teniendo que dar la palabra, el acuesta su cabeza en el acolchado, cansado— ¿n-no crees que es hora de...solo un pequeño descanso?

— ¿Por qué? —esta vez lo observo desinteresado ante la pregunta dada— perderías tu rebanada si no llegas al cuarto round.

Ahí hablaba de la séptima regla: Si uno se rendía y no llegaba hasta el cuarto round se llevaría su rebanada de pizza. Donatello le daba igual, ya suficiente con todo lo que sucedía entre ambos, se le fue el apetito con todo el entorno.

Fue tomado de sus caderas, provocando ahora un gemido de queja y dolor ante Donatello. El contrario acerca su rostro en el sudoroso cuello y rostro del mutante, olfateando su embriagador aroma y anhelando sentir su delicada y hermosa piel. Lo cual era cumplido su deseo.

Donatello pensaba, se mantenía dentro de su palacio mental. Sabiendo todo lo que sucedía a su alrededor, igual se mantenía pensando en si era correcto explicar del por qué tan sucedido juego mencionado un mes.

— O-oye... —murmura por lo bajo, el otro seguía con lo suyo e igual responde.

— ¿Que sucede?

— ¿N-nunca te preguntaste porque invente este juego? —el contrario responde, deteniendo lo que hacía en el interior del pasivo mutante, saliendo de él y cambiando la posición que se le hizo agotador.

— Realmente me preguntaba por qué tenía que llamarte por mi nombre, solamente eso —habló ahora siendo él el que se acostara y manteniendo al pasivo encima suyo, estaban cara a cara—. pero, ahora sé por qué.

— ¿Enserio?

— Claro, yo también me amo. No tanto como tú que la pasas coqueteando frente a un espejo pero-

— No —interrumpió Leonardo en su comentario—, no lo sabes correctamente.

Ahora el rostro estaba extrañado, sabiendo que las dudas empezaron a surgir en él. El de vetas rojas lo toma del rostro.

— Tu piensas que te llamo por mi nombre porque me estoy diciendo a mí mismo que me amo —asiente—, y en realidad es que...

Un nudo se formó en su garganta, ¿por qué temía de confesar? meses estaba con que quería decirle a Donatello, lo logro de una manera completamente distinta a lo que tenía en mente, pero igual fue útil. Y, durante el juego, cuando mencionaban sus nombres; hacían pecados que solo ellos sabían que quedaban conformes. Era todo lo que Leonardo podía pedir, era lo único en lo que podía ser feliz.

Pero, solamente faltaba aquello.

— ¿"Y en realidad", qué? —intervino el de venda morada torciendo su cabeza a su vista. Queriendo con desespero que diera la respuesta.

— Y, yo realmente, cada que te llamaba por mí era que, como yo me amo también te amo. —miro a su hermano, Donatello lo miro aun con extrañeza—. Mira, si sientes que esto es raro, y no quieres corresponder está bien. Pero lo que yo quiero es que no termine esto, nos hemos estado divirtiendo. Te ha gustado todo esto -refiriéndose a lo que sucedía hace unos momentos de sexo bruto. Donatello miro a otro lado—. Solo pido eso, Donnie.

Donatello seguía mudo, Leonardo entendió que no debió decir la verdad. Decaído, y penoso quería observar a otro lado, pero una mano interfirió con su acción. Viendo como ahora Donatello le daba la cara y acerco sus labios a los suyos, dando un beso corto.

— No me has dicho por tu nombre —Leonardo seguía mirándolo, y sus mejillas tornaban otro color al notar como una sonrisa se escapaba—. ¿Enserio tanto asunto para confesar que tú me amas? ¿eso era lo que querías decir cuando fuimos todos a cumplir tu capricho de hacer cualquier cosa fuera de casa? —Donatello tenía una sonrisa sutil, leonardo ahora tenía un sonrojo, asintiendo a sus preguntas. Obtuvo otro beso.— ¿y... quieres seguir con el round?

— Si te cansas en el quinto round me quedare con toda la caja de pizza tuya —habló el mutante pasivo de la regla 13. Sacando una sonrisa divertida y traviesa al contrario.

— No si tú te cansas primero. — responde mientras se posicionaba y tomaba sus caderas.

Leonardo estaba feliz. Finalmente logro demostró su amor a Donatello. Donatello lo entendió y no dio queja alguna. Quizás no sienta lo mismo pero estaba conforme con ello. Leonardo no le importaba si Donnie lo amaba o no, estaba conforme que el juego se seguiría y que su amor lo haya dicho. Quizas más adelante Donatello empezara a sentir algo por él.

El estaba conforme con eso.

꧁𝔇𝔦𝔪𝔢 𝔓𝔬𝔯 𝔗𝔲 𝔑𝔬𝔪𝔟𝔯𝔢꧂- 𝕷𝖊𝖔𝖙𝖊𝖑𝖑𝖔 (✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora