97: 5⁰ Etapa, aceptación

507 42 38
                                    

Notas: En el capítulo anterior creo que el final estuvo muy apresurado. Así que voy a narrarlo más a detalle.

************

Slug se había levantado y marchado, ni siquiera dejó que White Hat dijera algo, estaba avergonzado de admitir que estuvo tentado a sus errores de antes.

White Hat estaba realmente desesperado. Había hecho todo lo que estaba a su posibilidad y aún así Slug se encontraba mal.

Al día siguiente. White recibió una llamada, se trataba del amigo de Clemencia, al parecer el monstruo que buscaba había aparecido y necesitaba de su ayuda para capturarlo. White fue a la habitación de Slug y tocó varias veces sin tener respuesta. Solo se escuchaba la misma canción sonar una y otra vez.


—Slug, ¿puedes venir?

Después de un largo silencio por su parte al fin habló:

—Déjame solo, White, necesito descansar.

White se hundió de hombros, se recargó sobre la puerta y susurró.

—Está bien, descansa. Te veré después, pero por favor... solo no te agobies, no estoy enojado contigo. Sabes que te amo— dijo antes de irse.

~

Cuando White Hat llegó a la ciudad el joven héroe lo recibió con respeto.

—Es un honor pelear a su lado... No sabía que suele ir solo.

—Si es algo tan simple como esto no es necesario que todo mi equipo esté presente —le respondió con prisa. —Ahora dime cuál es la situación.

—Lo vieron entre los callejones, posiblemente esté buscando comida. Se está descartando que sea un ogro, pero su tamaño coincide con uno aunque no ha atacado a nadie. Según sé los ogros comen a humanos. No nos vamos a arriesgar así que es indispensable capturarlo. Armé mis flechas con sedante —dijo el joven mientras cargaba su arco.

—Bien, pero quiero ver a esta bestia antes de que ataques, quiero verificar a qué nos enfrentamos.

—Está bien, señor. Le indicaré su paradero.

White fue guiado a donde se encontraba el supuesto monstruo.

Llegaron al callejón indicado y entró a él sin ningún titubeo, ya estaba acostumbrado a pelear contra bestias grandes y terroríficas como ogros, mostruos, incluso le había ganado al Chacal en cuestión de segundos. Pero esta vez quedó sorprendido al ver a la supuesta bestia.

Al final del callejón, justo dentro de un contenedor de basura se encontraba un gran y sucio oso que no hacía más que buscar un poco de comida.

White se acercó más y su boca se abrió de asombro cuando notó la florecita amarilla en su cabecita.

—¿5.0.5?

El oso salió y lo miró con la misma sorpresa. Luego se puso en pose de ataque y gruñó.

Pero White le dio una mirada compasiva. El osito había perdido su color azul entre una gruesa capa de suciedad, estaba mucho más delgado. No podía imaginar cuánto tiempo había estado vagando por ahí sin rumbo y siendo confundido con un monstruo.

—5.0.5, soy yo, White Hat. ¿No me recuerdas? —habló acercándose más a él. El oso siguió gruñendo.

El héroe llegó a sus espaldas apuntando con su arco.

HERENCIA ⚠HISTORIA EN EDICIÓN⚠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora