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Dafne Romanov

Cinco días estuve fuera de la empresa y hoy volvía.

Las chicas me habían mantenido al tanto de todo.

A pesar de estar lejos diseñe la próxima colección.

Había decidido salir a otro estado y no irme con mis padres.

No quería preocuparlos de más.

Además había comprendido que la decisión de salir huyendo no es la mejor.

Un taxi me dejo en la empresa junto a mi maleta.

-Aquí volvemos- susurre para poner la mejor sonrisa y entrar

-Oh señorita Romanov- algunos empleados me saludaron

-Buenos días- entre al elevador

Se escuchaban susurros a mi espalda, pero no me importaba nada en este punto.

¿Comunicación con Ulise? Ninguna, la evite a toda costa.

¿Connor? Ha sido como un amigo que tuve estos cinco días.

Era el único que fuera del circulo de Ashley y Claudia sabía donde estaba, y el día de mi regreso.

Ashley me había informado que la colección se había vendido en su totalidad.

-Hola- le sonreí a Ashley cuando la vi

-Dafne- ella se salió de su puesto y me abrazo

Era un abrazo que no pensé que necesitaba tanto ahora.

-¿Cómo ha estado todo? – caminamos a mi oficina

-Bueno primero ya tu oficina esta en perfectas condiciones y segundo casi Claudia es despedida-

-¿Por qué no me contaron eso?-

-Ella no te quería preocupar-

Me senté en mi lugar.

Ashley me fue poniendo al día con las reuniones que tenía hoy.

-En cinco minutos tiene reunión con el señor D'Amico- asentí

-Ahí estaré- busque mi tableta para llevarla a la reunión

-¿Sabes de que sera?- ella negó

-Bueno pues vamos- asintió para seguirme

-Disculpen estoy buscando a la señorita Romanov- el chico miro su dispositivo

-Soy yo- el abrió una caja que tenía y saco un ramo de tulipanes blanco

-Para usted- sabía perfectamente de quién eran

-Gracias- le sonreí para firma y volver a mi oficina

Deje las flores en mi escritorio y volví con Ashley.

-Ahora si continuemos-

-¿Connor?-

-Si, estos últimos cinco días nos hemos hablado mucho más- sonreí

-¿Por llamada?-

-No solo por texto por ahora- ella asintió

Al llegar a su piso no negare que mi corazón se contrajo un poco.

-¿Dónde esta?- señale el puesto de Mario

-Casi es despedido también-

-Pasaron demasiadas cosas- ella asintió para iniciar a caminar a la sala de juntas

Romanov | Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora