30. Ojala.

86 8 9
                                    


lunes por la mañana y me quedo viendo la television con una cubeta de helado a un costado, de menta por que el chocolate me hace ir al baño y levantarme de mi cama es algo que no quiero o encuentre necesario. no se como sentirme en estos momentos o si a lo mejor siento algo. le conte la verdad a Aegan, le dije todo lo que tenia que saber, como me sentia con mis problemas y lo asfixiante que eran para mí, fue liberador poder decirselo de una vez, pero tambien fue un cierre definitivo a lo que estabamos dispuestos a arreglar y todo por no ser sincera desde un principio a lo mejor las cosas cambiarían pero tampoco soy capaz de imaginarme cómo serían las cosas si yo no hubiera seguido mi instinto de niña pequeña. pero bueno es tiempo de sanar, buscar a alguien mas o morir soltera, aunque conociendome la segunda opcion seria la unica de mi lista. Vamos Annelise no es la primera vez que te ropen el corazon o tu se lo rompes a alguien, suspire y deje mi helado para poder levantarme de aquel sillon, no se en que momento eran las 4 de tarde pero para dejar de perder el tiempo sin hacer practicamente nada voy a ordenar antes de que me arrepienta, por que lo crean o no todo este departamento que solia ser perfectamente ordenado ahora esta como una bodeja abandonada todo por que mi amiga es compradora compulsiva.

Luego de varias horas tenia mi departamento como a mi me gustaba, con música a todo volumen pude despertar un poco y seguir con el aseo aunque me demore el doble. La fuente principal del desorden eran cajas las cual deje en la habitacion de adrik ya que no son mias ni mucho menos me interesa, pero se qué en cualquier momento esa habitacion desaparecera y solo seran cajas y más cajas. por fin me acomode en el sofa mirando el atardecer con mi tacita de café que Susy me compro. al acomodarme mejor en el sillón la puerta suena repetidas veces, si es susy la voy a matar, es la quinta llave del departamento que perdería, la proxima si o si tendre que cambiar todo otra vez. perozamente me acerque a ella y al abrirla el estaba ahí, frente a mi puerta con un saco negro y camisa blanca.

no me lo esperaba, algo tan pronto no, siento como si el mundo se detuviera por un segundo para luego darme una bofetada con todo, bueno ahora viendolo creo que el karma existe.

- ¿p-puedo ayudarte en algo? - pregunte algo dudosa.

- ¿podemos hablar?

(...)

- gracias - agradecio el para luego darle un sorbo al cafe.

me sente a un costado del sofa teniendo bastante espacio estre nosotros. no se que querra y eso es lo que me asusta, el no estar preparada para escuchar sus palabras o reglamos, me asusta no estar preparada para el futuro por qué claramente le tengo miedo a que pasará mañana pero también intento ignorarlo aunque no sea capaz.

- no voy a preguntar el por que annelise, tienes tus razones aunque no creo poder entenderlas, pero sabias que te iba a apoyar en la decisión que tú tomarás pero aún así te quedaste en silencio.

- es complicado Aegan, había pasado mucho en muy pocas semanas, el enterarme de la llegada y luego aceptar la perdida era demasiado para mí, no sabía dónde meterme ni que hacer, esa fueron una de las millones de razones por la cual escape.

- escapaste del hospital, saliste del país y desapareciste medio año para no contarme nada.

- no se trata de ti Aegan, si no de mi y la presión que sentía con todo lo que pasaba a mi alrededor, Regan, el grano de arroz, Meredith, mis madres, era mucho para alguien que no sabía ni como respirar, te juro que quise decirte lo pensé en las millones de maneras en las que podía decírtelo, pero no fui capaz de hablar por qué...

- creiste que me lo tomaría mal - soltó el al dejar la taza de café sobre la mesa, me levanté den sillón dándole la espalda, no quería llorar aunque ya lo estuviera haciendo solo que necesitaba negarme a esta realidad.

Éramos Dos Mentirosos  ~ Fanfic ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora