Capítulo 35

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Aunque no lo crean tenia la espinita de escribir este capítulo, necesitaba sacarlo de mi mente porque sino no iba a poder dormir. Se que tal vez no es demasiado largo pero no podia escribir de mas. Espero con ansias sus votos y sobre todo sus comentarios, quiero saber que piensan. El siguiente espero poder subirlo pronto, mañana tengo que ir al medico con mi esposa ya que le daran fecha para la cirugia y tambien debo sacar trabajo asi que voy a tratar de hacerme el tiempo para poder escribir. Los quiero!!

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Capítulo 35

>>Sabrina<<

No recuerdo muy bien como llegué a mi cuarto pero desperté gracias a la luz que entraba por la ventana, al voltear vi que a mi lado dormía Alexis así que supuse que fue el quien me trajo a la cama. Me puse de pie, agarré una toalla y salí a darme una ducha notando que había mucho silencio por lo que seguramente la mayoría aun dormía. Casi media hora después ya estaba con el cuerpo limpio y con ropa cómoda para bajar a desayunar algo, en la cocina estaba Cecilia tomando un café por lo que agradecí cuando me ofreció uno muy cargado. Casi a las 10 am empezaron a bajar los que faltaban, salí al jardín para sentarme en la orilla de la piscina metiendo los pies y un rato más tarde vi como Alex corría con Romina en brazos para lanzarse al agua salpicándome

- Voy a ir a comprar lo que falta para el almuerzo – me di vuelta al escuchar a Verónica – Sabri, ¿Me queres acompañar?

Su pregunta me sorprendió, al ponerme de pie me puse mis sandalias para luego caminar hacia ella y estando a un paso de distancia le hablé

- ¿No crees que Romina piense mal? – indagué preocupada

- Creo que ya no importa tanto lo que piense Romi de una supuesta relación entre nosotras – volteé a ver a mi mejor amiga que me miraba sonriendo burlonamente – Vamos, quiero hablar con vos

Solté un largo suspiro, fuimos hacia su camioneta y al subirnos no tardó en encenderla para luego salir de la quinta aunque a las pocas cuadras se detuvo

- Ayer escuché todo lo que te dijo Lucrecia – encendió el aire acondicionado – Fue dura pero creo que tiene razón – me quedé en silencio – Dijo lo que sentimos todos los que sabemos sobre la relación

- Siempre nos incentivaste a estar juntas – reclamé

- Sí, eso lo tengo claro – desabrochó su cinturón de seguridad – Y tambien sé que ahora que todos lo sabemos cuándo ella lo sepa va a sentirse sola, si reacciona de la peor manera se va a enojar con todos y no va a saber con quién acudir – no supe que decir – Te voy a pedir que por favor pienses bien antes de actuar, sé que tienen en mente decírselo pronto por lo que debes tener la cabeza fría

- No tengo intensión de lastimarla – comenté con seguridad

- No pero por lo poco que te conozco sé que podes ser muy arrebatada – asentí sabiendo que tenía razón – No solo estoy hablando esto con vos, anoche se lo dije a Mariana y me aseguró que harían las cosas bien

- Es lo que más queremos – sonrió – Gracias por apoyarnos

- En todo lo que pueda – apretó mi pierna – Ahora vamos porque tengo mucha hambre

Fuimos al supermercado más cercando, compramos para hacer sándwiches de jamón y queso porque nadie tenía ganas de cocinar y cuando tuvimos todo lo que necesitábamos regresamos a la quinta. Después del almuerzo sabía que no tardaríamos en regresar, todos debíamos organizar nuestros pendientes para el dia siguiente y cumplir con nuestras responsabilidades así que aprovechamos al máximo el Sol y el agua. Pasadas las 5 pm nos fuimos a bañar, cuando estuvimos listos nos subimos a la camioneta donde la mayoría no tardaron en quedarse dormidos y afortunadamente el viaje se me hizo demasiado corto ya que en menos tiempo del que pensaba estábamos dejando a Cecilia, luego llevamos a Alex y cuando fue el turno de dejar a Lucrecia se bajó junto a Romina, se despidieron con un largo beso y después de tontear un unos minutos mi mejor amiga se subió nuevamente a la camioneta

Donde Menos te lo EsperasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora