Después de haberse encontrado con aquel omega, todo siguió normal en su vida. Era la misma y aburrida rutina. Estudiar, trabajar y pagar las cuentas; realmente necesitaba un aumento de sueldo, pues cada vez sentía que era menos.
La universidad, era realmente horrible, lo mantenía estresado y no siempre tenía tiempo para visitar a Jungwon, escuchando las quejas de su hermanito cada vez que se aparecía allá.
Sunghoon soltó un gran suspiro, mientras seguía estudiando, pues medicina no era nada fácil, pero el quería poder ayudar a su hermanito en un futuro, el solo quería que Jungwon estuviera bien.
El amaba demasiado a su cachorrito y quería que el se fuera de su vida, jamás lo permitiría.
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.Habían pasado tres meses desde aquel inesperado encuentro con aquel omega que lo ayudó en el hospital. Anhelaba verlo, pues deseaba darle las gracias de manera correcta y pagarle por los medicamentos, pues ya había reunido para hacerlo, pero nunca lo vió volver al hospital.
Una sonrisa adornaba los labios de Sunghoon, mientras llevaba los pedidos de los clientes, quienes muchas veces eran malos y groseros, hasta el punto de llegar a humillar a todos los empleados, pero nadie decía o hacía nada, pues necesitaban el trabajo.
-Aquí está su pedido señora,disfrutélo -sonrió Sunghoon, mientras veía a aquella omega de porte intimidante y joyas.
-Esto no es lo que yo quería, alfa inútil- respondió aquella omega, mientras miraba con desagrado a Sunghoon.
-Lo siento señora, pero eso fue lo que usted ordenó- dijo Sunghoon de manera amable.
-¿Te atreves a responderme?- preguntó incrédula la mujer, mientras se levantaba y golpeaba la mesa con ambas manos, llamando la atención de varios clientes.
-Señora, por favor tranquilícese, puede ordenar otra cosa.
La mujer bufó molesta, mientras gritaba que quería ver al gerente ahora mismo, llamando la intención de Sunoo quien se encontraba entrando junto a Heeseung entre risas.
Apenas notó que alguien había entrado en la cafetería, dirigió su mirada hacia aquel lugar, pudiendo notar que era aquel omega mirada fuerte. Viendo que esta vez se veía un poco diferente, ya que estaba mostrando una enorme sonrisa, llamando la atención de muchas personas, ya que el lugar se encontraba en completo silencio porque las personas estaban escuchando el escándalo de aquella mujer.
-¿Que me ven?- habló de manera fuerte Sunoo, mientras veía a las personas como si fueran un bicho raro. Nuevamente quitando aquella tierna expresión de su cara, para convertirla en una molesta y dura.
Todos voltearon rápidamente hacia otros lados, mientras seguían sus conversaciones como si nada hubiese pasado. Sunghoon también quitó la mirada de Sunoo, mientras volvía con aquella insoportable mujer.- No hay necesidad de llamar al gerente, es algo que su puede resolver de manera fácil, solo pida otro cosa y no habrá problemas.- le explicó Sunghoon, mientras trataba de no perder la poca paciencia que le quedaba.
-Sucio pobretón, ¿te atreves a hablarme de esa forma a mi?- preguntó indignada la mujer mientras veía a Sunghoon rodar los ojos.
-Esto es para que aprendas a hacer caso a tus mayores, porque el cliente simpre tiene la razón- dijo la mujer lanzándole la taza caliente de café en su delantal, quemando un poco su mano.
-¿¡Que le pasa!?- chilló de dolor Sunghoon, mientras la veía con una expresión confundida debido a su mal comportamiento y su gran falta de educación.
-¿Sucede algo?- preguntó con calma el gerente, mientras veía el desastre de café sobre el suelo y en la ropa de su empleado.
Sunoo alzó su ceja curioso, mientras veía la escena, ¿acaso el siempre metía en problemas?.
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Mi pequeño alfita (sungsun)
Short StorySunoo era un empresario un tanto malhumorado, a veces solía ser frío con sus empleados. Era estricto y para muchos, era una persona sin corazón. Todo lo contrario a Sunghoon, un alfa lleno de dulzura y amor para dar, aún cuando la vida estaba apunt...