Saturno, Marte, Venus y Edward (Edward Cullen)

Capitulo 8 -- Bye Seattle

—De acuerdo...cuando despierte, si sigues aqui, le diré a Charlotte que iremos a...

—Forks

—Bien

—Duerme

Mis párpados empezaron a pesar demasiado y me quedé dormida.

A la mañana, abrí los ojos por culpa del sol. Voltee a mirar el reloj.

—Carajo

Me levanté y me fuí al baño a bañarme y después cambiarme. Para cuando salí del baño me dí cuenta que había alguien en mi sofá revisando algunas de mis fotografías familiares.

—Okey, oficialmente me volví loca —dije acercándome y quitándole mi álbum— Y tu, Edward imaginario, eres un fisgón.

—No creí que te molestara.

—Ahora dime, ¿Estoy muerta, alucinando o durmiendo aún?

—¿Qué piensas?

—Las tres opciones son bastante probables, en caso de que este muerta seguro fue por la motocicleta. Lo de alucinando, alguna misión salió mal y me estan drogando para sacarme información.

—¿Y lo de durmiendo porque puedo ser una pesadilla?

—No exactamente.

Suspiró y miró por la ventana.

—¿Quieres que me vaya?

—No, pero llego tarde a la escuela. Siéntete como en casa.

Me encaminé a la puerta y en un parpadeo estaba frente a mi.

—¿Qué?

Subió la cremallera de mi chamarra.

—No vayas

—Cuidado, Charlotte podría pensar que eres una mala influencia.

—El que vayas conmigo no fue la única razón por la que regresé.

—¿Entonces?

—Bueno, algunos miembros de mi familia tienen... habilidades especiales. Mi hermana, Alice, "vió" que tendrías un accidente en moto exactamente en diez minutos. No podía dejar que eso pasara así que...

—Tengo muchos accidentes —reproché

—Este sería el último.

—Oh

Me tocó la mejilla con su mano.

—De acuerdo, ¿Entonces que haremos?

—Debo regresar a Forks justo ahora, se lo prometí a alguien. Si aún estas dispuesta a ir...te veré allá.

Me detuve a pensarlo y él lo notó.

—En caso de que cambies de opinión...te deseo lo mejor.

Caminó hacía la ventana y volteó a verme.
Tuve la impresión de que no quería irse, pero después de un par de segundos, saltó.

—¿No se va a morir con el sol? Idiota

Salí y bajé las escaleras hasta llegar a la cocina.

—¿Sigues aquí? —preguntó Charlotte

—Si, no iré a la escuela hoy.

—¿Cómo te sientes hoy? —preguntó

—Bien, creo.

—Te ves bien. Cuando él te dejó parada en la puerta...

—Tal vez Edward no me era indiferente —admití

—¿Sabes porque siempre me da miedo que vayas en la moto?

—¿Por qué son peligrosas?

—No, porque tu lo eres. Cuando tu padre murió, no supiste cuando parar. Ibas y venías, a veces no estabas presente...no sabía si era por lo de tu padre o por las personas que habías matado. Entonces llegó ese chico, a veces te veía sonreír.

—Lo lamento, no sabía que la pasabas mal.

—No te preocupes, eso ya pasó, pero, ¿Qué harás ahora?

—Edward llamó. Dijo que se mudará a un lugar llamado Forks.

—¿Y?

—Quiero ir con él, Charlotte.

—Lo sé

Compré un boleto para el aeropuerto más cercano.
Me hice de algunos contactos para comprar una casa un poco alejada de la ciudad, hice que llevaran mi Porsche negro y mi moto que eran lo más importante de mi vida.

—Puedes venir conmigo —le dije a Charlotte.

—Seattle es mi hogar, Venus —respondió— Y también el tuyo, aquí estaré siempre para tí.

Asentí y la abracé.

—Gracias...por todo.

Me fuí al aeropuerto, sin saber por primera vez en mucho tiempo, que haría el día de mañana.