Capítulo 9: Engaños

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  Es temprano a la mañana, y no es la hora de las visitas para los pacientes del asilo, pero Angélica insiste para lograr conversar con aquella joven llamada: Sasha.

  En la oficina del director, la mujer explica las razones que la llevaron hasta allí. Augusto desconoce la historia detrás del relato, pero accede a conceder la entrevista, el tono de preocupación que utiliza Angélica le es suficiente para escuchar el pedido, además ellos se conocen desde hace tiempo.

  Llamando a Sasha, el director Zader les da privacidad a las mujeres y el espacio en su oficina.

  Con sus ojos cargados de emoción, Angélica toma por las manos a Sasha y comenta:

__ Necesito que escuches mis palabras, sólo una vez, por favor __

  Con mirada distante, Sasha acepta con un movimiento de su cabeza.

  Entonces Angélica relata:

__ Desde aquel momento, cuando... mi hija Malíka, regresó del hospital, mi corazón latió a un ritmo acelerado, había... __ sollozo __ ...regresado sana y salva __ limpiando su nariz con un pañuelo descartable, continua __ ...ella regresó totalmente cambiada, algo ocultaba, y no confió en mi, lo suficiente, para compartir lo que le sucedía, en su interior, en su corazón... __ elevando la mirada, cierra sus ojos y suspirando, vuelve la mirada al suelo __ ...tal vez, si hubiera aplicado mis conocimientos, ella habría comprendido, cuánto sacrifiqué y que, si tan sólo lo hubiese pedido, yo habría encontrado a sus atacantes y les hubiera hecho pagar, por la paliza que le habían propinado, luego del robo __

("¿Paliza? Acaso, ¿no habías sido consciente de que jamás estuve maltrecha?" )Pensando en esto, sin que la historia la conmueva en lo absoluto, Sasha dice:

__¡Comprendo! Pero, le repito, yo no... __

__ Tal vez repitas eso una y otra vez, pero estoy completamente segura de que... ¡Tú eres Malíka!. Y quizás tengas tus motivos para negarme como a tu madre. Sólo te pediré, honestidad, cuando llegue el momento de volver a reencontrarnos __

  Terminando con su relato, Angélica se levanta y abandona la oficina del director del asilo. La rubia no volvería a insistir con Sasha, pues se dedicaría a desenmascarar esa falsa identidad que la alejaba de su única hija.

  En la pelirroja, las palabras dichas por su madre ya no tenían sentido, ella se convirtió en alguien totalmente diferente de la persona que esa mujer de rubios cabellos y mirada entristecida, intentaba encontrar. No volvería a verla de la manera en que solía ser...

***

   La noche en que Inder abandonó a Juliana, ésta se desmayó debido a la situación de stress a la que estaba siendo expuesta. Pasada una hora, Facundo ingresó a su habitación y la halló en la cama, creyendo, que estaba dormida. Intentando  despertar a la mujer, insistió en cachetear, levemente, el rostro de Juliana:

__¡Despierta, por favor!__ decía el hombre.

  Percibiendo la voz de Facundo, algo desorientada, Juliana despertó y aferrándose a sus brazos, lloró desconsoladamente:

__¡Inder me abandonó, por ir tras esa puta de mierdaaa!__ comentó entre lágrimas.

  Acariciando sus cabellos, Facundo no emitió palabra alguna, en su mente la idea de que Juliana estaba embarazada de otro hombre, paralizó su pensamiento desde aquel momento en que Candela se lo confesaba. De todos modos, acompañaría a la mujer que ama en todo lo que ella necesitase.

  En los brazos de Facundo, al sentir el latido de su corazón, Juliana confesó:

__ El bebe que espero... ¡Es tuyo, Facundo!__

Supremo InfernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora