Monte Fuji (Yoonmin)

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Yoongi pasó saliva, era una forma bastante obvia de demostrar que estaba nervioso. Jimin observó como su novio colocó sus manos en los bolsillos y fingió desinterés, pero la verdad era que todo lo que tenía que ver como Park Jimin a Min Yoongi le interesaba un 100%.
-Haga lo que hagas no me lo digas. - Admitió Yoongi frente a Jimin.
- ¿Qué se supone que haré? - Preguntó Jimin. Mostró una sonrisa para fingir que no se había ofendido con el comentario de su novio.
Yoongi se encogió de hombros y miró a otro lado. Llevaba una chamarra que era conocidas por los jugadores de futbol americano y era gracioso que Yoongi llevara una de esas cuando su deporte favorito era el basquetbol y odiaba el primer deporte mencionado.
- No haré nada que te lastime, Min Yoongi. - Respondió el chico que llevaba el cabello teñido de naranja y sonrisa compleja, a la vez tan bella que podría enamorar a cualquiera y eso era algo que para Yoongi siempre estuvo muy claro, Jimin tenía un encanto que podría derretir al monte Fuji en su invierno más cruel e incluso podría opacar al mismo sol. Yoongi lanzó un suspiro largo, entonces supo en que debía confiar en su novio.
- Somos novios desde hace apenas unos meses, entonces no sé qué tan seria sea la relación. - Admitió Yoongi por primera vez.
Cualquiera que conociera a Min Yoongi sabría que las palabras no eran una habilidad para el muchacho, es por eso que sacaba su frustración por medio del deporte y de la música.
-Hyung. - Dijo Jimin de una forma tan suave que a Yoongi se le erizaron los vellos de la nuca y sonrió genuinamente. - No porque esto recién inicie significa que no sea serio para alguien. Jimin lo abrazó, Yoongi fingió desagrado, pero el roce de manos entre ambos era una debilidad para el chico que llevaba el cabello teñido de menta.
- Esa cara no hará que me detenga abrazarte o besarte. - Le dijo y esta vez Yoongi fue el que se derritió, el siguiente será el Monte Fuji, seguramente. Yoongi soltó una risa nerviosa y miró a Jimin y notó ese dientecito encimado, le causó tanta ternura que besó los labios de su novio. Fue un beso corto, pero para Yoongi significó que los sentimientos de ambos eran sinceros.

La luna se asomó, con ella las estrellas, el viento corrió más fuerte que antes y sacudió el cabello de ambos. Con las manos entrelazadas caminaron a casa de Yoongi, ahí el mayor sabía que todo estaría bien, no había nada de qué preocuparse, porque Jimin lo quería a él y Yoongi quería a Jimin.