Después de contestar los mensajes de Atsumu y tranquilizarse quiso volver a su casa, pero al pensar que su gemelo estaría ahí y le contaría emocionado sobre su nueva relación hizo que su corazón doliera.
Osamu no era tan sociable como Atsumu, esto significaba que tampoco tenía tantos amigos como él, sus opciones se limitaban a sus compañeros de equipo y una que otra persona del comité estudiantil, pero en estos momentos sólo una persona cruzó por su cabeza.
Tomó el primer tren que lo llevaba a su destino y tras una hora llegó a ese acogedor departamento, tocó la puerta con delicadeza y un instante después un chico de cabellos grises abrió.
–¿Osamu? -Estaba sorprendido de verlo en su casa y más por verlo en ese estado tan lamentable. –¿Estás bien?
–Kita-san, me han rechazo... -su voz siempre era tranquila, pero en esta ocasión era más bien triste.
–¿Rechazado? ¿Te gustaba una chica? -Nunca había pensado que a alguno de los Miyas estuviera enamorado de algo más que el volleyball.
–No era una chica, era un chico. -Hizo una pausa mientras pensaba si era correcto decirle de quien se trataba.
–Oh... ¿Acaso era el número 10 de Karasuno? ¿Cómo se llamaba? ¿Hinata Shoyo?
–¿CÓMO LO SUPISTE? -Kita le había ahorrado el tener que pensar, él mismo lo había descubierto.
–Desde que tuvimos el partido contra ellos mostraste gran interés en ese pequeño y aunque no lo notarás, tu mirada era diferente cuando lo tenías frente a ti. -Kita siempre había analizado a las personas que lo rodeaban y es por eso que notaba hasta los mínimos cambios que mostraban.
–Yo no sabía que se notaba tanto. -Se sentía avergonzado de haber sido tan obvio.
–Solo un tonto no se habría dado cuenta de lo que sentías.
–Shoyo no lo notó. -Recordó como Hinata siempre lo había visto únicamente como su amigo.
–Repito, sólo un tonto no se habría dado cuenta.
Osamu soltó una ligera risita, Shoyo era muy despistado y rara vez notaba las intensiones que tenían otros, en pocas palabras podría decirse que era un "tonto". Atsumu simplemente era un tonto que estaba más cerca de ser un idiota y Osamu también era un tonto por ser un cobarde, definitivamente los tres involucrados eran tontos.
Osamu le contó toda la historia a Kita, él sólo lo escuchó en silencio y respondía de vez en cuando a las preguntas del menor. Cuando Miya terminó de hablar se sintió un poco mejor, contar sus penas a un amigo le ayudó a sacar un poco de su tristeza.
–¿Y que harás ahora? ¿Dejaras de hablar de con Hinata? -Kita ya conocía toda la situación y sabía que era algo complicada.
–No creo que eso sea justo, soy consiente de que él me aprecia como su amigo y el hecho de que me aleje podría lastimarlo.
–¿Y es que acaso a ti no te lastima verlo junto a tu hermano? -A veces no tenía tacto para decir las cosas y sinceramente tampoco apoyaba el hecho de que su amigo sufriera en silencio solo para conservar la felicidad de otros. -Osamu, eres una buena persona y te conozco desde hace unos años, por esto mismo se que antepones a otros sobre ti... pero de vez en cuando es justo que tú seas prioridad, ¿lo entiendes?
–Lo sé, pero esta vez no tengo otra opción porque no quiero perder a ninguno. -Kita se equivocaba, no era tan buena persona como él creía. Osamu era egoísta y se negaba a separarse de Shoyo no sólo porque lo fuera a lastimar, sino porque rechazaba la idea de dejar de ver a su amado sol. Sabía que él pelirrojo era el novio de su hermano, pero aún así quería seguir estando a su lado.
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Décimo acto
FanfictionTodo comenzó en aquel campeonato cuando tenía 17 años. Ahí fue cuando lo conoció y su vida cambió. Osamu nunca había sentido interés romántico por nadie, pero debido a una extraña situación se encuentra a cierto chico que lo enamora a primera vista...