Se sintió extraño estar acompañada de Liam y sostener su mano. No sé por qué motivo me sentí nerviosa en esos momentos. Busqué a mis compañeros entre las personas, encontré a mis pasantes cerca de la barra. Nos acercamos.
—Es un gusto verla, doctora—comentó Marlene, era la otra chica en el equipo, aparte de Abigail.
Sonreí.
—Él es Liam. Mi novio—sonó raro esa palabra en mi boca.
—El guapetón—expresó Abigail, se notaba que estaba algo tomada.
— ¿Está bien? —pregunté.
Gustavo negó con la cabeza.
—Esta noche ha bebido mucho. Más desde que llegó el doctor Guzmán.
— ¿Ya está aquí?
Asintió.
—No sé qué vaina es la que se trae con él, pero siento que no es algo bueno, si ella se pone mal cada vez que lo ve—respondió.
— ¿Eres venezolano?
—Sí, me mudé aquí cuando decidí estudiar una carrera universitaria.
—Mi madre es de Venezuela, así que soy mitad venezolano. Tengo sangre mixta. De todas partes del mundo—rió-
—Quizá eso influyó en su profesión. En ser piloto—comentó Gustavo.
—Sabemos que es piloto, la doctora, lo mencionó—intervino Marlene.
Pensé que haría algún comentario como: "la doctora habla muy seguido sobre mí", pero no lo hizo, en cambio siguió en su papel de novio tranquilo.
—Probablemente—sonrió, se estaba portando de lo más amable. Incluso me sorprendió — ¿Me pueden decir, quién es ese tal doctor Guzmán? —le preguntó Liam.
—Es aquel de camisa de puntos blancos con la botella de cerveza en la mano—señaló Marlene.
Vio cuando lo señaló ella y se acercó a nosotros. Le dio un último sorbo a su cerveza y la dejó en la mesa que tenía enfrente. Su caminar fue lento y marcado.
—Vaya, así que él es el famoso novio—dijo cuando estuvo frente a nosotros.
—El famoso novio tiene nombre. Soy Liam Vital—extendió su mano para que él la estrechara. Y lo hizo. Su apretón fue fuerte, sentí como Liam trató de marcar su territorio.
—Rafael Guzmán.
—El que quiere invitar a salir a mi novia a como dé lugar—su comentario me pareció fuera de lugar, pero no dije nada.
—No es así, no sé qué —hizo una pausa—Espero que no lo haya sentido así doctora, porque no lo fue y no quiero que se esparza ese tipo de rumores sobre mí en la empresa—Abigail bufó. Ella algo sabía, estaba segura de ello. Él la miró con recelo y volvió a la plática.
— ¿Cómo se conocieron? —se atrevió a preguntar Rafael.
—No sé porque muchos creen que nos conocimos en tinder—no supe porque respondió eso, ni siquiera le conté que ellos creían eso—creo que debe de ser, porque las relaciones en la actualidad así son, están hechas para ser pasajeras, no para durar—sonrió —pero la verdad es que somos vecinos. Imaginen ver todos los días a esta diosa en una pijama de seda, con una taza de café en la mano mirando hacia la nada desde su balcón—llevó la mano derecha a su pecho—es todo un espectáculo.
Todos los presentes lo miraron con asombro, hasta yo. Me tomó de la cintura, acercándome a él, eso me tomó por sorpresa y di un pequeño brinco como reflejo.
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Nuestras mañanas de marzo
RomanceUn nuevo comienzo. Una nueva ciudad. Un día de lluvia y... ¡un maldito se robó mi taxi! Recién llegada a Cartagena, una serie de eventos llevan a Valentina a pedirle un favor a su enigmático vecino, quién no tarda en aceptar, pero con algunas condi...