28 ♥︎

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- ¿No lastimé tu dedo? -dijo mirándome.

- No creo -me reí mirando el dedo con el vendaje lleno de sangre.

- Deberíamos cambiar eso, está lleno de sangre -se apoyó en un codo para verificar mi dedo.

- ¿No lastimé tu brazo? -pasé mi mano por su brazo.

- No -dijo quitando el vendaje de mi mano- Hay que dejar que tome un poco de aire.

El silencio invadió la cocina otra vez, este silencio incomodo ya me parecía absurdo. Esto no era nosotras.

- ¿Irás a la neuróloga?

- Solo si vas conmigo, te prometí que iba a tratar de mejorar.

- Sacaré cita entonces... -hice una pausa para pensar- ¿Te gustaría ir a terapia?

- ¿Terapia para el brazo?

- No...-suspiré- para nosotras, como pareja.

- ¿Fue por lo de ayer, cierto? -su voz se escuchaba temblorosa.

- Lo hago por todo lo que ha pasado desde que comenzamos a salir. -respiré profundo.

- Lo que sea para poder tener un futuro contigo -tomó mi mano para sobarla.

Esto fue mejor de lo que creía.




- Cariño -llamé a Scarlett desde la habitación.

- ¿Todo bien? -Scarlett estaba toda sudada de hacer ejercicio.

Desde que tuvimos aquella conversación ha mejorado mucho y hace caso a los médicos. Hacemos ejercicio juntas, vamos a los médicos juntas, hacemos prácticamente todo juntas.

- ¿Qué significa este corazón en el calendario? -me estaba maquillando para salir.

- No estoy segura... Tal vez, ¿Un aniversario? -se metió al baño.

- Mhmm, no lo sé....¿Algún día festivo? -retoqué mi lipstick.

- Estamos en noviembre, faltan 2 días para Acción de Gracias. -Salió desnuda del baño.

- ¡Scarlett! Que mala costumbre, pronto tendremos visita por Acción de Gracias y no puedes andar por ahí así. -le tiré un cojín de la cama.

Me ponía toda caliente cada vez que la veía sin ropa, del ejercicio se le marcaba más su cuerpo, su cabello ya había crecido un poco, se veía maravillosa.

Ella soltó el cojín al suelo, caminando hacia donde mí con su miembro saltando de lado a lado, esto hizo que no parara de reírme por lo graciosa que se veía.

- ¿Sabes la nariz de Calamardo? -no podía contener mi risa.

- Elizabeth, no arruines mi niñez.

- Tu Scarlettsito se parece a su nariz cuando está triste -seguía riéndome como loca.

- ¡Elizabeth Chase Olsen! -me tomó en sus brazos y me lanzó a la cama- Acabas de arruinar la imagen inocente que tenía de una de mis caricaturas favoritas -comenzó a reírse.

- Prometiste que no dirías nunca mi otro nombre, mentirosa -me quejé- Ve y báñate. -apunté al baño fingiendo estar molesta- Nos tenemos que ir, llegaremos tarde -le di un beso en su cuello, todavía estaba sudada- Scarlett, báñate. Hueles a perro sudado -traté de quedarme seria.

Dejó de reírse para ponerse seria y yo aguantando las ganas de reír porque sabía que ella estaba planeando algo.

Empezó a pasar su sudor por mi cara.

¿Solo es actuación, no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora