Tal véz tengas razón [ I ]

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Era un día cálido y lluvioso en el pueblo Telč, república checa, personas que vivían allí iban de un lado a otro, faltaban solamente tres semanas para Halloween, era una tradición celebrar de la mejor manera posible esa fiesta. Por eso se preparan un poco antes.
Ése era el lugar más tranquilo y seguro del mundo, hasta que unos jóvenes decidieron romper ese legado con un "juego", ellos no sabían el peligro que sostenían en sus manos, el daño que les podía ocasionar o tal vez si...

-¡Hola! -dijo Claire agitando su mano al entrar al salón de clase. Tenía diecisiete años. Ella era una chica astuta, tiene unos lentes redondos enormes, de estatura mediana, cabello pelirrojo, corto hasta los hombros y rizado, ojos de color miel y sus pecas pequeñas y marrones por toda su cara la diferenciaban de su hermana menor.

-Hola, ¿Cómo va? -respondió Ace, mejor amigo de Claire, un chico alto, atlético, pero torpe a la vez, su pelo era negro y sedoso, le llegaba a los hombros como a Claire. Sus ojos eran marrones y muy grandes, siempre llevaba aros de forma de luna, porque le recordaba a su mascota. El tenía diecisiete años.

-Ah sí, hola -saludó y nuevamente puso toda su atención en su teléfono. El era Owen, la pareja de Claire. No era tan simpático que digamos, pero tenía sus días. Era alto y robusto, cabello corto y rubio, ojos marrones. Su mirada tenía algo, siempre era tensa y apagada, a veces, algunos decían que les daba miedo. Tenía la misma edad que Maya.

-¡No sabés lo que pasó! -Anunció y agarró a su amiga del brazo y de un tirón ya la tenía sentada a su lado, su nombre era Maya, de dieciséis años, la mejor amiga de Claire, la popular, según ella. Su pelo era rubio, brilloso y lacio, sus ojos eran celestes, su sonrisa ni hablar, era preciosa, ella era un poco más alta que Claire, siempre fueron mejores amigas desde primer grado.

-Cuéntame todo -dijo Claire emocionada al escuchar a Maya.

Estuvieron unas horas en clases muy aburridas, Geografía, Biología entre otras. Ya terminadas las clases los cuatro se iban juntos hacia sus casas, era un lugar pequeño así que vivían muy cerca, aparte de esa anciana que vivía alejada del pueblo, nadie sabía por qué vivía tan lejos pero, igualmente no se perdía de absolutamente nada.

-Oigan, ¿Hoy quieren ir a comer a Don Emilio?

-Yo voy -afirmó Maya.

-Yo también, ¿ Y tu? Cariño -preguntó Claire a Owen.

-¿Eh? -él no había prestado ni un poco de atención a la conversación, el estaba con su celular, como los últimos dos meses-. Esta noche no puedo, a demás me duele la cabeza y tengo mucho sueño, no me molesten.

-Está bien, no pasa nada -respondió Claire con una voz triste y suave, Owen estaba dejando de juntarse con ellos como lo hacía antes.

Los cuatro vivían en el mismo barrio.
Maya al lado de Owen, Ace y Claire al frente de ellos. Se hicieron amigos ya que vivian al lado y eran unos de los pocos niños que habían en esa parte.

Ace y Maya entraron a sus casas.

-Adiós -dijo Claire a Owen mientras lo abrazaba pero, el no correspondió el abrazo, en cambio, la apartó.

-Si si.. A-adiós -Owen se dirigió rápidamente a su hogar.

Claire estaba confundida, no entendía lo que había sucedido. El nunca había hecho éso, hasta ese día. Owen había estado comportándose extraño, pero este día fue en el que peor trato a todos.

(...)

Se habían hecho las 20:30, Claire y Maya fueron hacía la casa de Ace para luego irse todos juntos a la pizzería de Don Emilio.
Claire llevaba puesto un jean holgado, zapatillas blancas y remera negra oversize con mangas cortas y con patitas de gatitos dibujados.
Maya un pantalón tiro bajo negro, zapatillas negras y un crop top verde oscuro con mangas cortas.
Ace llevaba un pantalón como el de Claire pero, de color celeste, remera blanca y holgada, y zapatillas negras.

Do you wanna play?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora