Karma y Gakushū ya habían llegado a la casa del menor, por lo que se dispusieron a tomar un vaso de leche con miel preparada por el pelirrojo, y así finalmente ir a la habitación de éste último.
— Ten, puedes ponerte esto — Comentó el pelirrojo mientras le entregaba una pijama de color naranja.
— Hm, gracias Karma — Agradeció con una ligera sonrisa tomando la pijama.
Gakushū dejó la pijama en la cama del pelirrojo, procediendo a desabrochar su camisa con algo de pena. No era la primera vez que se cambiaba frente al pelirrojo, pero aún le daba vergüenza, sobre todo por las miradas continuas de Karma.
Ya con su camisa desabrochada, comenzó a quitársela bajándola por sus hombros, cuando sintió como alguien lo tomaba de la cintura.
— K–Karma — Murmuró Gakushū un poco nervioso.
— ¿No quieres que te ayude, Violett? — Preguntó en un tono coqueto mientras pasaba sus manos al pantalón de Gakushū, acercando sus manos al cierre de dicho pantalón.
— P–Puedo hacerlo solo — Tartamudeó tratando de alejar las manos de Karma.
— Vamos Gakushū, te gustará — Murmuró en su oído con voz suave y coqueta, pasando una de sus manos sobre la entrepierna del de ojos violeta.
— K–Karma, yo... ah~ — Gakushū llevó sus manos inmediatamente a su boca tratando de callar sus gemidos, mientras que Karma bajaba el cierre de su pantalón y metía sus manos por debajo del bóxer, acariciando lentamente su miembro que comenzaba a despertar.
— ¿Te gusta? — Preguntó con picardía al ver a Gakushū con sus ojos cristalizados y con un sonrojo en sus mejillas.
— S–Si~ — Gimió al sentir el como las caricias en su miembro aumentaban.
— ¿Quieres continuar? — Preguntó comenzando a dejar besos por su cuello.
Recibió un asentimiento por parte de Gakushū, así que llevó a éste mismo a la cama. Acostó a Gakushū y se colocó sobre él, comenzando a dejar besos en su cuello y abdomen hasta llegar a su vientre, también mordiendo y jugando un poco con sus pezones.
— K–Karma, ah~ — Gimió con vergüenza mientras veía como Karma comenzaba a bajar su pantalón y ropa interior, dejándolo sólo con su camisa.
Karma sonrió de lado al verlo de esa forma, tomando al mayor por sus muslos para después abrir sus piernas mientras las levantaba, dejando sus rodillas a la altura de sus hombros y con unos centímetros separados de estos mismos, por lo que dejaba totalmente expuesto a Gakushū.
— ¡Karma! ¡No me pongas en esta posición! — Gakushū chilló con vergüenza por como Karma lo había dejado.
Lo miró con sus mejillas completamente sonrojadas, sin poder ignorar el fuerte agarre del pelirrojo en sus muslos para evitar que cerrara sus piernas, y sobre todo, sintiéndose como una gacela que pronto sería devorada por el león.
— Oh~, ¿por qué Violett?, sí te ves muy lindo — Respondió con una sonrisa pícara, viendo la entrada expuesta de Gakushū, y que hacia que con el pasar de los segundos su pantalón se volviera más apretado, y era algo que simplemente lo enloquecía.
Pasó su lengua por sus labios con deseo, acercándose a los muslos de Gakushū dejando mordidas y chupetones, dejando un beso en la punta de su miembro, que fue lo suficientemente placentero como para que comenzara a soltar el líquido seminal.
— AH~ —.
Gakushū cubrió su boca por la vergüenza, y estar en esa posición no lo ayudaba en nada, más bien, lo excitaba más de lo que quería admitir.
Le gustaba que Karma lo dominara de esa forma.
— ¿Me amas? — Karma cuestionó mientras se separaba, pero sin dejar de tomar las piernas de Gakushū.
— ¿A–Ah? — Gakushū se confundió un poco por la repentina pregunta, moviendo un poco su cuerpo al ya no sentir ningún toque, más que el agarre en sus muslos que aún no desaparecía.
— ¿Me amas? — Repitió la pregunta con paciencia.
— S–Si, claro que te amo — Respondió avergonzado mientras lo miraba, pidiendo con su mirada que siguiera con lo que hacía.
— Jaja, también te amo Gakushū — Respondió con una sonrisa, acercándose y dejando un beso en los labios del mayor, que por supuesto, correspondió.
Esta sería le segunda vez que se entregaría a su pareja de esa forma.
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Amor en la oscuridad
FanfictionTodos tienen una historia de la cual nunca hablan, y Karma tenía una