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𝐃𝐎𝐍'𝐓𝐁𝐋𝐀𝐌𝐄𝐌𝐄. "Furia de titanes."
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Capítulo cuarenta y dos. Reglas.
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— Ya me arrepentí de entrar.
Lewis, en un estado de costa ebriedad buscaba a Rafa quien se le había perdido luego de que le sienta "No me molestes, estoy buscando a Lewis", entro en un cuarto encontrándose con varios de lo pilotos tiraron en sillones bebiendo.
— A ver, ahora quédate.— Lando obligó a Lewis.
— Es cierto.— sollozó Charles.— ¿Como puede ser?
— Esto sonora horrible.— Ricciardo levantó un dedo.— Pero nadie daba nada por ti, maldito promiscuo.
— Y menos por Rafael.— exclamó Pierre.— Y ahora resulta que son la única pareja del Paddock a la que les vas.
— ¿No estaban bien con Sarah?
— ¡Eso pensé!— solo señaló.— Pero si te dicen que no cuando le propones patrimonio significa algo.
— Y ten cuidado, porque parece contagioso... estamos todos en la misma.— suspiró Lando.
— Porque ven a las chicas en bolas, no desnudas.
— Odio cuando filosofa.— musitó Yuki.— ¡EXPLÍCATE AL MENOS! ¿Como ves a Rafaela desnuda?
— Porque veo la cara de Rafaela de nena chiquita cuando se compra una taza nueva.— respondió ebrio pero seguro.— Porque le veo cuando llora al ver en busca de la felicidad.
Todos miraron con atención a Hamilton.
— Porque notó que prueba el café antes de dármelo para asegurarse que este rico, aunque ella no toma café.— le dio un sorbo al vaso y sonrió.
— Va a llorar.— susurró Yuki a Lando. — Igual que tú, patético.
— Porque notó cuando "Mmm" cuando la abrazó, nunca se me escapa cuando sonríe las veces que le traigo una comida que no es vegana.
El moreno se sostuvo de la pared para no caer.
— Por que se le encanta que la agarre de la cintura cuando está tratando de cocinas... Ustedes están equivocados, la intimidad no es sexo.
— Ustedes tienen mucho de eso.— exclamó Max arrastrando las palabras.
— Si, pero tenemos intimidad. Eso es darte el tiempo de prestarle atención a la persona que eligieron.— varios bajaron la mirada apenados.— Elegí a Rafa, entonces me tomó el tiempo de ver cuáles son los detalles que le hacen mejor el día, la noche y la vida.
Lewis le sacó la botella a Charles y se encaminó hacia la puerta nuevamente.
— Si no les demuestran que con ustedes pueden ser y no solamente estar como con los anteriores, solo la estan viendo en bolas. Pero desnuda ni un poquito.
— No sabía esas cosas.— musitó Lando— Me siento un Idiota.
— Son reglas básicas, Tonto.
[...]
— You know I have a wild imagination. I like to play doctor, operation... Spread it on the bed like a patient. I'm about to show you domination, I got, that lullaby dripping like a waterfall.
Lewis sonrió al entrar al cuarto y ver a Rafa tirada en la cama cantando. Le dio gracia escucharla cantar su canción, tanto que río levemente para poder escucharla un rato más.
— Oh na na na well I could eat it all. I'm going to dive, touch the bottom of the ocean. You know what you came here for, You know I'm an adult and I'm about to. And I know what to do with a witch body, Every time you drop it. Trust me, I know what to do with it.
— Oye perdí a mi acosadora.— musitó sin me dio se que la escuchó, ya que pensó que se podría incomodar al saber que nunca mostró esa voz enfrente de otros.
— Hice lo que me dijiste.— musitó arrastrando las palabras, la castaña estaba mirando al techo perdida en su borrachera.
— ¿Te acuerdas de eso?— río sacándole los zapatos.
— Dijiste que cuando esté MUYY ebria me encierre en un cuarto hasta que me encuentres.
— Estas hermosa, ¿Sabias?— musitó dándole un beso antes de ayudarla a quitarse el vestido.
La castaña se quejó y apoyó la frente en el abdomen de Lewis.
— ¿Estás bien?— indagó acariciando su espalda— ¿Quieres vomitar?
— No.— negó.—No festejamos, lo lamento.
— Ganaste tu, se festeja a tu manera.— río.— Además si lo hicimos, pero para lo único que te tocaré es para abrazarte. Estas muy ebria, sabes las reglas. Y no soy flexible.
— Si... ugh.— se quejó cuando Lewis sin querer tiró de su pelo al ponerle su camisa.— Nada de sexo si estoy ebria. Eres muy caballero.
— Caballerosidad es abrirte la puerta del auto, esto es respetarte.— se cambio rápidamente para luego ayudarla a Rafa a acostarse correctamente.— Ven aquí, Koala.
La castaña se movió como puso hasta apoyar su cara en el pecho desnudó de Lewis.
— Mañana no habrá resaca que valga.— bromeó.
Rafa río.— Te amo, Lewis. Más que a nada en este mundo.— la borracha se sincero.— Dejaría todo por ti y por Harriet.
— Lo se, ya duerme.— susurro sonriente.— Te amo, Koala.
— Y te juro, que con el hombre del baño no pasó absolutamente nada.
