Capítulo 16
Cuando Amelia me dijo dónde se encontraba el Rey, no importo el dolor que sentí al levantarme de esa cama, no me importa estar descalza y no me importa ir vestida en un blusón blanco casi transparente a la altura de mis tobillos.
Lo único importante para mí en ese momento era encontrar a Darcie.
Comencé a caminar por todo el castillo, cruce por algunos pasillos, subí y baje escaleras, de la izquierda a la derecha, el salón, el desayunador, las habitaciones, me cruce con algunos guardias hasta que llegue.
El salón de reuniones.
La puerta estaba custodiada por dos guardias reales del Reino oscuro, pero también había algunos otros con diferentes uniformes, color azul y color gris.
Sin importame nada -de nuevo- camine frente a los grandes y robustos hombres que estaban por todo el pasillo, sentí algunas miradas por todo mi cuerpo, pero no me acobarde, le pedí a uno de los guardias del castillo que abriera la puerta, sin embargo, se negó.
-Lo siento, señorita Wembley no puedo dejarla pasar, el Rey está en una reunión con dos reyes más y se nos prohíbe darle acceso a cualquiera.
Así que dos reyes más. Nunca vi el color de los uniformes de Ledus y Nassim pero si vi los de Davina y se que son blancos, es obvio que ellos son los otros reyes, necesito estar en esa reunión, así que usare todo a mi favor para que me dejen entrar.
-¿Así que yo soy cualquiera?- a lado de los hombres que estaban frente a mí me veía ridícula, estaba casi desnuda y mi altura en este momento no me ayudaba, pero mi voz, lograría que todos me escucharan- ¿A caso no sabes quién soy?
-Si... si... Yo no me refería a eso señorita Wem...
-Soy la prometida de tu Rey -hice énfasis en la palabra, solo para que quedara claro -Y no creo que este muy contento de que me hayas llamado "cualquiera".
-No, no, yo no decía que usted...
-Yo Nadine Webley, soy la futura Reina de este castillo, de este lugar y si quisiera también de todos los territorios- mi voz sonaba cada vez más fuerte y segura, todos los guardias guardaron silencio y se irguieron tensos al darse cuenta de quien soy -No me conoces en este momento, crees que por ser mujer no puedo anteponer mis opiniones y derechos, sobre todo mis peticiones sobre las del Rey, pero en un futuro tendrá más peso mi palabra que la de él.
Vi como el guardia que me había dicho que no, tragaba saliva y asentía en silencio, voltee a ver a su compañero que me veía con una sonrisa de lado y fue cuando lo reconocí, era el mismo que fue a mi habitación una de las primeras noches, el mismo que se sonrojaba cuando Amara estaba cerca.
Le devolví la sonrisa y me abrió la puerta, cuando entré vi como ambos hicieron una reverencia y cerraron tras de mí.
El salón de reuniones, estaba en completo silencio cuando me percate que todos me veían, estaba Darcie sentado justo en medio de la enorme mesa de caoba, a su derecha estaba Nassim y a su izquierda Ledus, además de otros tres hombres a sus lados respectivamente.
Sentí como mi seguridad de hace un momento se desvanecía a medida que iba viendo los rostros de los hombres, pero al ver también la sorpresa y como sus ojos viajaban de mi cara a mis pies, me sentí mucho más segura, y por lo tanto más intimidante.
Me acerqué con lentitud a Darcie, observando como sus ojos se detenían en mis labios, pues ya sabemos que no podemos vernos a los ojos, sin embargo, a mi no me importo, vi directamente el azul cobalto que me tenía impresionada desde la primera vez que lo vi y me olvidé de los demás caballeros en la habitación.
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Oscura Tentación
FantasyNadine Wembley no tenía una vida perfecta, la consideraba aburrida y rutinaria. Vivía bajo las estrictas reglas de su tío Calix dentro de las cuatro paredes de su casa, entrenar, comer, estudiar y dormir, en eso consistían todos los días de su corta...