Capítulo 13

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Estaba desesperado, asustado, triste y un sin fín de emociones negativas que lo azotaban en ese momento, ni siquiera sabía dónde carajos  encontraba, ni mucho menos en donde estaba Mikey.

Takemichi hace menos de un minuto se había despertado, en una habitación que desconocía por completo, oscura, húmeda y fría. Lo último que recordaba era que el había salido de clases a esperar a su alfa cuando se le acercó una chica castaña clara y le dijo que Manjiro estaba en problemas, lo guió hasta la cancha trasera, desde ahí todo es borroso.

Su omega estaba triste, con la cola entre las patas, maldecía el no haberle pedido al mayor que lo marcará, justo ahora una marca seria de muchísima ayuda, podría trasmitirle sus sentimientos a Mikey para que este supiera que estaba en peligro, lo mucho que lo necesitaba y obviamente indicarle su ubicación.

Trató de agudizar su visión, los lobos poseían una excelente vista, perfecta para las oscuridad, ya que por raza e instinto ellos eran cazadores nocturnos.

Miró a su alrededor, tratando de identificar el lugar, suponía que estaba en algún sótano, no había ventana alguna que le diera señal si era de día o de noche. Solo había un colchón viejo y desgastado donde el estaba recostado, trató de levantarse para buscar alguna salida o algún objeto que lo ayudara a escapar, pero grande fue su sorpresa al notar unas gruesas cadenas adheridas a sus tobillos. Llevó sus manos a las cadenas tratando torpemente de quitarlas, eran demasiado pesadas, gruesas que sólo consiguió hacerse daño en la piel y un raspón en su mano. Observó atentamente y trató de seguir las cadenas para llegar al inicio de estas, dándose cuenta de que estas estaban clavadas en la pared y al instante se preguntó cuánto tiempo estuvo siendo acechado. Tanto que la persona que lo tenía en ese lugar en contra de su voluntad lo había pensado y planificado muy bien.

Se lanzó sobre el gastado colchón suspirando frustrado, tratando de calmarse y calmar a su omega que pedía desesperado a su alfa. Realmente estaba usando todas sus fuerzas para no ponerse a llorar y chillar, tratando de llamar a Manjiro.

El sonido de unos pasos que se acercaban lo alertaron, la puerta se abrió repentinamente, una chica albina se adentro a la habitación, era obviamente más baja que el, por su olor deducia que era una omega. El pelinegro se estaba replanteado el hecho de que esa chica pequeña con aperiencia inofensiva era su secuestradora pero todo rastro de dudas se fue al ver la retorcida sonrisa que esta llevaba dibujada en sus labios.

—Por fin despertaste —Habló con falsa inocencia, haciendo que Hanagaki frunciera en ceño.

—¿Quien carajos eres? —Su tono molesto al parecer sorprendió a la chica, era obvio que ella esperaba a un pelinegro acurrucado en una esquina llorando y suplicandole que lo dejara ir, pero claramente este no era el caso.

—Eso no te importa asqueroso omega.

—¿Que es lo que quieres? —Preguntó el alto.

—Quiero que te alejes de Mikey —Ambos se mantuvieron en silencio por unos momentos hasta que el omega pelinegro estallara en carcajadas desconcertado a la chica.

—Así que tu eres la famosa acosadora de Mikey-kun ¿no? —Hablo un vez termino de reír —Realmente estás loca ¿Crees que por secuestrandome él estará contigo?

—No tendrá otra opción, Mikey-kun se dará cuenta de que ya no vale la pena buscarte y aceptará que yo soy su destinada.

"Mikey-kun..."

Una rabia inmensa recorrió a Hanagaki, este trato de abalanzarse a Senju con la intención de deformarle la cara con sus garras, pero fue retenido por las fuertes cadenas en sus tobillos recibiendo una mirada burlesca de la chica.

Mi Omega Especial → Mitake ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora