Dos ventanas

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Cuando la sala está repleta de gente.

La música hace temblar los vidrios.

Las voces se interponen una sobre la otra, formando un ruido incomprensible.

La luz es tan brillante que a penas puedo mantener mis ojos abiertos.

No paro de sentirme sola.

Porque a pesar de que todos creen que la soledad te abandona al estar en compañía de otros, ella te espera en un rincón, se esconde en tu habitación y entibia tu cama.

Sabe que volverás.
Porque perteneces allí.
Ya te ha quitado demasiado como para que alguien más pueda amarte.

Y no importa cuánto tiempo tardes en llegar, cuánta gente te retenga y qué tan fuerte sea la luz a tu alrededor.

Tú siempre vuelves al lugar en donde tu cuerpo se siente tibio.

Mujer HuracánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora