El señor del acero

Capítulo 3 Introducción de nuevas tecnologías

Continuando con mi rutina de ejercicios durante algún tiempo y tomando pequeños descansos para recuperarme cuando sentía que mi frecuencia cardíaca aumentaba demasiado. Con una completa y total falta de equipo de ejercicio moderno, me vi obligado a hacer ejercicio a la antigua usanza. Este régimen de ejercicios fue el mismo ejercicio estándar que había hecho durante mi tiempo en los Marines. Aunque era una versión más reducida debido a mi estado y a mis capacidades físicas actuales debido a mi frágil cuerpo y corazón débil. Mientras continuaba perseverando en una tarea que era increíblemente difícil para el débil cuerpo que habitaba actualmente; jure que, cuando pudiera, redactaría los planos para pesas libres, pesas rusas y una pesas de banco, los cuales le entregaría al herrero de la ciudad y le preguntaría sobre la viabilidad de elaborar tales artículos. Después de todo, la destreza tecnológica de este tiempo estaba lejos de lo que consideraría avanzado. Ulrich contemplaba la ardua lucha de su hermano mayor por ponerse en forma desde una torre sobre el patio del castillo. Un ceño fruncido se extendió por su rostro mientras sus ojos malvados miraban amenazadoramente a la vista. Este repentino deseo de superación personal no auguraba nada bueno para sus planes. Su ira solo superó su incredulidad. Después de todo, Erick debería estar muerto, por el veneno que había usado en su comida ya que era lo suficientemente efectivo como para matar a un caballo de guerra, pero de alguna manera Erick seguía en pie y más saludable que nunca. Todas las intrigas que había elaborado se habían echado a perder. Las deudas que había adquirido para asesinar a su hermano mayor seguían estando sin pagar, y si no podía pagarlas, lo que no auguraría nada bueno para su futuro. Sin embargo, si volvía a intentar usar veneno nuevamente, indudablemente despertaría la sospecha de los demás, algo que deseaba evitar. Si quería suceder a su hermano y lograr sus aspiraciones, tendría que idear un nuevo plan para asesinarlo ... Había pasado una hora y ya no me quedaban fuerzas para seguir haciendo ejercicio. Mi primera tarea fue volver a bañarme y deshacerme del sudor y la suciedad acumulada en mi cuerpo durante el entrenamiento. Los sirvientes y en especial Viktor estaban perplejos en cuanto al hecho de por qué deseaba bañarme dos veces en un día, pero siguieron mis órdenes. Después de limpiarme una vez más, regrese a mi habitación, donde me senté en mi escritorio, donde saque un trozo de pergamino y comencé a diseñar planos para varias de las primeras innovaciones que tenía la intención de hacer para la industria. Aunque tenía una autoridad muy limitada como hombre dentro de la tierra de mi madre, pensé que al menos podría negociar con mi madre sobre la implementación de dicha tecnología. Si mi madre me preguntaba dónde había conseguido los planos, podía decir que simplemente los adquirí de un comerciante del lejano oriente. Después de todo, deberían existir tecnologías similares en China durante este período de tiempo. Cuanto antes la baronía pudiera producir acero en masa, mejor sería para mis planes. La baronía de Kufstein se estableció en el Ducado de Austria. Las montañas que lo rodeaban junto con un gran afluente del río Danubio lo atravesaba, creando valles fértiles. Fue precisamente por su distribución geográfica que los Von Reichmann pudimos mantener nuestro control sobre esta región rica en recursos. Si no fuera por la barrera defensiva natural que rodeaba el valle donde habitaba la gente y las familias más poderosas dentro del Imperio seguramente intentarían apoderarse de la región. Después de algún tiempo, termine los planos de uno de los inventos más importantes en la producción de acero. Sin él, la Revolución Industrial en la línea de tiempo de mi vida anterior nunca habría ocurrido. Fue conocido en mi vida anterior como el convertidor Bessemer o Proceso Bessemer.