Harry
La noche no tenía una pinta agradable, la luz que debería entrar por la fantástica ventana del ático apenas y puede verse, desearía no haber hecho caso a mi esposa. Mi mayor temor en lo único que llevo de vida, el puto lienzo en blanco, que se regocija ante mi bloqueo, ante el puto bloqueo del que aun no soy capaz de escapar. No puedo parar de verle, no soy capaz y se supone que soy el pintor del siglo según sus ridículas críticas como si pudiese compararme a Caravaggio o si quiera pensar en Oehlen. Qué irónico, incapaz, aburrido, solo, extremista, totalmente despreciable ¿cuánto más he de buscar para pintar algo decente? El enojo que crece de mis entrañas casi incapaz de poder salir por mi boca como un vómito de realidad tan estresante, que me hace querer desgarrar mi piel solo para poder saber como mierda pintar lo que no esta pintado, cómo enseñar lo que veo en las noches al escaparme de mi esposa, cómo poder pintar este sentimiento que invade mi ser desde mis venas hasta mi podrido corazón que pese a su putrefacción sigo queriendo poder demostrar que pese a su mierda, soy capaz de hacerles sentir lo que siento. Expresar, crear, alimentar, conocerme, envolverme en mi propia vibra y mi armonía que sé que he de tener.
Pero no siento nada, absolutamente nada.
¿Qué se le hace a un pintor sin inspiración? ¿Ahogarme en alcohol y sus fiestas? No, estoy harto de su voz, estoy harto de su presencia, de ver su ropa en mi armario, de dormir todas las noches juntos, de verle cada día. ¿Este es el odio qué me tengo al verme en el espejo? Con esos pensamientos no llegaría a nada más que a seguir en ese puto agujero del que aun no puedo salir y que aun me cuesta, mira que lo intento pero de verdad que necesito poder salir de este lugar, me ahogo en su monotonía, harto del mismo aliento, el mismo cuerpo, el mismo rostro, el mismo sexo, no estoy hecho para esta vida si es que sentido no tiene, no logro pintar, no logro verme, no sé reconocerme. Suena el timbre de casa indicándome que ella había vuelto de sus compras y sus mierdas a lo que yo con molestia camino a la puerta para poder abrirle ¿siempre se tiene que olvidar las putas llaves?
-¿Lograste pintar algo? -Murmuró esa voz que tanto ha resonado en mi cabeza últimamente, ese tono y ese acento son lo único que escucho antes de dormirme o cuando voy a despertarme, no me quejo de ello pero, ¿cuándo se cansara de esta vida tan monótona?
-No Nicol, no he logrado pintar una reverenda mierda y tu voz aun me molesta, deja de utilizar ese puto tono conmigo. -Me miró de pies a cabeza, examinando mi vestimenta siendo consciente de que saldría, pero sin ella por supuesto, no podría seguir un segundo más, las paredes podrían caerse, incluso se pueden reír de mis intentos de pintar algo. Una vez su mirada cruzó con la mía hizo ese jodido gesto que me tiene harto, ese chasqueo de dientes que podría reconocer en cualquier lugar de tanto que lo he escuchado.
-No pagues tu bloqueo artístico conmigo, que no seas capaz de pintar tu mierda no es mi culpa.
-¿Sabes acaso a qué se debe, eh?
-No vayas a empezar a echarme tu mierda encima.
Señala mi rostro con su dedo índice haciéndome sentir atacado, aprieto mi mandíbula y desgraciadamente mentira no es. Relamo mis labios con ese jodido cosquilleo en mi vientre, no es una erección, qué más quisiera yo sino es el jodido asco que tenemos desde siempre hablando de una forma subliminal en nuestro lenguaje corporal aunque todavía me pregunto cuál es la razón por la que sigo encerrado en esta casa cuando ambos sabemos que difícil es contener nuestra tentación y como bien diría su amargado padre ¿Cómo contener todo este pecado que siento cada vez que salgo? Demasiado está durando, demasiado dura mi fidelidad de perro ante ella. Detesto el hecho de cuan fiel debo ser, cuando mi carne es débil y mis pensamientos se dejan llevar por ello, estoy hecho para pecar y es una realidad que ella no puede aceptar. Su mirada estuvo clavada en mí unos segundos más de los que pude contar, su cabello castaño aun me resulta intrigante al igual que esos exuberantes maquillajes que utiliza para representarse a sí misma, nuevamente soy consciente de cuan perdido estoy en mi mente y como me desvío del objetivo de llevar algo medianamente aceptable para salir pero cuando me quise dar cuenta estaba hablando y colocando la compra en la cocina, hice caso omiso y seguí a lo mío, colocando la colonia barata que compre en otro país.
Mi teléfono estaba lleno de mensajes de compañeros con los que iba a salir a un club muy conocido en esta zona en la que me he quedado anclado. Sé a lo que voy y me siento nervioso porque ella también lo sabe y eso me da cierta curiosidad de lo que pueda ocurrir, aunque me da igual, todo me da igual.
No tome mucha importancia a sus gritos porque no limpie el suelo de la cocina o manché a su gato con un poco de pintura al acariciarle simplemente salí esperando a que el coche de uno de ellos tocase la bocina y poder salir de esta estúpida casa por, sonriente y con ese nerviosismo en mis manos, siento un cierto frenesí, adrenalina de que voy a joder aun más a mi hígado, mis pulmones y mis riñones, exactamente, adoro la calle como un gato que sube a los techos. El coche negro de Carlos frenó frente mío por lo que subí y entre risas con algunas sospechas sobre el lugar llegamos al club. Como siempre la prensa pendiente de lo que hago me espera en la entrada tomando millones de fotos que la castaña verá de instagram y le tocará fingir que somos felices pese a mis caras de asco y sus constantes intentos de saciar su extrema necesidad de atención. El club parecía ambientado, más que nada solo había que esperar el show estelar, varias chicas en tubos, ese olor a alcohol barato, tabaco y sudor se hace presente en mis fosas nasales, no soy capaz de retener mis muecas, buscamos asientos enfrente de aquella especie de escenario y algunas de ellas se acercan para ver si consiguen algo más de dinero esta noche pero mis bolsillos son para el espectáculo principal que según mis compañeros es el mejor que han podido ver y que tardaría alrededor de hora y media en salir, no tarde más de veinte minutos en caminar al baño y poder hacerme una raya. La música y el ambiente me hacían sentirme drogado de por sí por lo que solo buscaba poder obtener una vez más esa fuente de inspiración de autodestrucción haciéndome sentir hasta en mis huesos la necesidad llamándome para colocarme, mi nariz me pica, ese cosquilleo vuelve a invadirme y no puedo, mi rostro esta obsesivamente contento lo cual me resulta algo aterrador pero me gusta, me gusta esta adicción, Con temblor en las manos saco la tarjeta bancaria (aun con restos de polvos de la anterior noche) mi cuerpo se siente eufórico, hasta que por fin siento ese polvito mágico entrar en mi organismo, al principio arde como la mierda y tengo que contenerme para no estornudar, continuo esnifando hasta que no siento ningún rastro de ella es ahí cuando abro la puerta y le veo, pelo despeinado, ojos azules casi turquesas o grises, ese ceño fruncido que no competirá con el mío.
-Solo cállate.
Esa voz aguda jamás podría olvidar, iba a responder pero tapó mi boca, entre forcejeo, gruñidos, logró hacerme entrar aquel cubículo minúsculo que le hacían llamar baño, tiene su mano en mi cuello y no pude evitar tener esos pensamientos que deberían ser en honor a mi esposa pero no, son por este chico que tengo a tan sólo milímetros de mí, podría asesinarme y yo solo le daría las gracias. Entonces la vos gruesa de alguien se escucha y es ahí cuando con su sudadera tapa mi rostro y sé que la situación podría malinterpretarse pero aquella persona pasó de largo y él a los segundos me soltó, ignorando mis gritos ¿quién coño era este estúpido para tocarme a mí?Dejándome confundido y agradeciendo mi memoria, esos ojos los reconoceré en cualquier lugar al que vaya, esa baja estatura parecida a la de mi esposa, ese tono y su color pálido, sus pómulos, no pude estar más fascinado y estupefacto que en ese momento. Encontraré a ese jodido chico ¿cómo carajos se atreve siquiera a hacerme eso?
Gruñí casi por instinto, mi cara de asco era casi inevitable, ninguna sola bailarina se acercó a mí pero empecé a sentir como aquel polvo empezaba a hacer efecto en mí, mi cuerpo pesado y con insensibilidad se acomoda al lado de Arham, relamo mis labios y me lanzó a por lo que estaba buscando recibiéndome gustoso el chico pelirrojo conduce sus manos a mis mejillas y finalmente acabamos los dos entre risas, besos torpes y en mi cabeza solo sigue ese chico, ¿cómo podré encontrar a semejante maleducado? El show comienza y yo no soy consciente de la noción del tiempo, muerdo mi labio inferior jugando a aquellos besos atrevidos hasta que mi mirada se dirige al chico que quería encontrar.
Todo quedó claro esa noche, a penas puedo recordar como terminó, pero él seguía en mi mente y en parte de mi cama.
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Poses.
FanfictionDonde Harry es un pintor egocéntrico, casado e infiel. Donde Louis se prostituye para llevarse un pan a la boca, es ingenuo y cree que va a cambiar a Harry. Pero tiene un secreto que hace sentir aun más dichoso a Harry por su complejo narcisista. Ha...