Capítulo I

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Omega; El principio

Ellas brillan en todo momento e iluminan todo a su paso, a diferencia de mi yo soy solo una pequeña luz que es ignorada cuando aparece el sol.

Mi apariencia, mi altura e incluso mi peso eran básicamente lo que se llama promedio.

Mi cabello tan oscuro como la noche y el color de mis ojos eran igual a la madera de los árboles, no tengo nada especial ni sobresaliente. Yo era simplemente yo.

Mi nombre es Brittney Harper
Bienvenidos/as a mi mundo

Brittney

-¡Insisto Britney están hechos el uno para el otro!-insistió otra vez mientras me sigue, caminando tranquilamente.

-¡Cállate John!-conteste con desdén, corriendo lejos de él.

Seguro se preguntarán como llegue a esto, la respuesta es muy simple mi "mejor amigo" y digo entre comillas porque él se auto-proclamo con ese título. John o como me gusta llamarlo gigante fastidioso, es un chico alto como cualquier otro en la preparatoria, de ojos miel y cabello castaño, combinados perfectamente. Una belleza para muchas una molestia para mí.
Bueno volviendo al tema. John me empezó a shippear con un compañero de clase, solo porque se llamaba Alvey y si no entienden a la primera entonces comprenderán mejor si ven por si mismos la gran discusión que armamos.

-¡Son como Brittany y Alvin, esas ardillitas!- exclamó emocionado con un brillo en los ojos. ¿Que persona normal podría encontrar una similitud en mi, con esos personajes? Pues John Fitzgerald.

-¡Ni siquiera nuestros nombres son iguales!- grite avergonzada, aumentando la velocidad.

-¡Es casi lo mismo!- objetó alegremente aún estando tras de mí.

-¡Tu te llamas John y no digo que estás con los Jonas!-réfute con la respiración acelerada.

-¡No es igual!-excusó mientras se detenía un momento.

-¡Es casi lo mismo!- expresé copiando su frase, deteniendo el paso.

Volteé a ver si ya lo había perdido, pero no fue muy grata mi sorpresa cuando lo vi detrás, sonriendo como el mismo Lucifer lo haría.

-Com...--corto mis palabras mientras sacaba de su mochila una bebida energética.

-Eres jodidamente lenta- dijo dedicándome una sonrisita de burla y ofreciéndome su bebida. Quería matarlo enserio queria hacerlo.

-Tu eres el que tiene piernas muy largas-conteste defendiendo mi honor o lo poco que me quedaba de el, agarrando la bebida y susurrarle un gracias.

-No es mi culpa que seas un minion- se burló desordenando mi cabello.

Lo maldigo a él y a todos los altos del mundo.

Antes de que pudiera contestar sonó el timbre, recordándonos que ya se había acabado nuestro poco tiempo libre.

-Insisto, nos explotan- se quejó dramatizando como solo el mismo lo haría.

-Es nuestro último año en preparatoria, resiste un poco mas- lo console dándole palmaditas en la espalda.

-Un año de pura miseria y desgracia- hablo con tristeza, fingiendo sacarse una lagrima-. Te tomarás la bebida, ¿si o no?- pregunto fijamente mirándome a los ojos.

Oh... no, Oh... no, no ,no, no.

-Lo haré después-comenté nerviosamente, dándome la vuelta para empezar a caminar y huir lejos de ese lugar. Piernas para que las tengo.

STARSHIP: Estar entre estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora