CLASE 1-4

CAPITULO 1

Siempre he sido una persona con suerte, mis padres siempre me lo han dicho. Según ellos, gracias a mi, mi padre pudo cerrar grandes tratos que nos dieron el estatus económico que tenemos ahora. 

Nunca entendí el porqué, pero mi madre dijo que antes de mi nacimiento, todos los negocios en los que se embargaba mi padre terminaban fallando. 

Por ello, no entiendo porque estoy al frente de la clase 1-4. Será que el cabrón de mi padre, consumió toda mi buena suerte. De qué me servirá ahora el "estatus" al que yo le lleve, eso no salvará mi vida. 

Respiro hondo y esta es la décima vez que lo hago, no me atrevo a entrar, miro la puerta de madera frente a mi, como si fuera lo más interesante o bonito de este universo, ni me atrevo a tocarla. 

Escucho risas, gritos, movimientos que provienen del interior de la clase, no entiendo como hay personas que asimilan esta situación tan rápidamente. 

¿Acaso no tienen miedo? ¿Piensan que nos salvaremos? ¿Que este año será distinto al resto? ¿Que las calamidades no nos acecharan? Respiro hondo una vez más, antes de proceder al interior. 

Camino con pasos decididos y seguros, me paro al frente de la clase y miró fijamente hacia el resto de los alumnos a la espera de que se callen y se sienten. 

Rápidamente cada uno se coloca en el sitio asignado, ya que estamos ordenados por el orden de nuestros apellidos. Puedo ver mi asiento vacío, ya que es el primero de la primera fila. "BAE" 

Abro la carpeta que está colocada cuidadosamente en la mesa del profesor, como delegada de la clase, tengo ciertas obligaciones y una de ellas es pasar lista. 

Revisó rápidamente la lista con todos nuestros nombres, puedo decir que los conozco a todos: amigos, conocidos y los típicos que no te caen bien, pero debes poner buena cara. 

En la lista hay algo que no cuadra, porque somos treinta y nueve y no treinta y ocho. Vuelvo a contar y siguen siendo treinta y nueve. No tiene sentido, la clase 1-4 es la única con treinta y ocho alumnos, el resto de las clases tienen treinta y siete, pero nunca jamás han sido treinta y nueve. ¿Qué está pasando aquí? 

Noto la mirada del resto de los alumnos en mí, están esperando a que empiece a pasar lista. Se que ellos no tienen una copia de la lista como yo. ¿Pero no se han contado entre ellos? 

Piensa Bae, claro que no. Quien en su sano juicio entraría a esta clase por error o por gusto, vuelvo a mirar la lista y sigue siendo treinta y nueve.

Levanto mi mirada hacia al frente. Escaneo todos sus rostros, intento recordarlos a todos y me sorprende que pueda hacerlo tan vívidamente, recuerdo algún momento con cada uno de ellos. 

Entonces ¿qué está mal aquí? ¿Por qué es diferente? Pero igual de qué me sirve, comerme la cabeza con ello, esperaré a que llegue el profesor para así preguntarle. 

Noto lo impacientes que están todos, pongo mi dedo sobre el segundo nombre de la lista, saltandome a mi misma y lo nombró en alto: 

"Bang Christopher, Cha Eunwoo, Choi Tzuyu, Han Jisung, Hirai Momo, Hwang Hyunjin, Im Nayeon, Jeon Jungkook, Jeon Somi, Jung Hoseok, Kang Seulgi, Kim Dahyun, Kim Jennie, Kim Jisoo, Kim NamJoon, Kim SeokJin, Kim SeungMin, Kim Taehyung, Kim Yeri, Lee Felix, Lee Know, Lee Taeyong, Lee Ten, Manobal Lalisa, Min Yoongi, Minatozaki Sana, Myoi Mina, Park Jaehyun, Park Jihyo, Park Jimin, Park Roseanne, Park Sooyoung, Seo Changbin, Son Chae-young, Son Seungwan, Wang Jackson, Yang Jeongin y Yoo Jeong-yeon". 

Todos y cada uno de ellos están presente y por lo que veo siguen sin notar que somos uno más. Pero supongo que me he adelantado a los hechos, ya que varios de ellos levantan la mano.