Pяσlσgσ?

3.4K 182 41
                                    


-¿Qué es el amor?

Le preguntó una bella nutria con lentes y una banda sobre su cabeza color rojo la cual veía el atardecer junto a un oso negro argentino,mismo quien le pasó sus gafas para que la luz no le dañe la mirada y tomaba una de esas botellas que le había dado, convirtiéndose de en un chico blanco con algunas perforaciones.

Este mismo se quedó pensando al ver al frente el atardecer a lo más alto de la montaña las palabras, guardando un silencio del cual no era un tanto incómodo y cuando pudo acomodar sus palabras le respondió:

—El amor, es cuando tú me robas cada día mi trozo de chocolate del almuerzo y yo, aun así, sigo dejándolo en el mismo sitio para ti todos los días...

—Aww argentino y romántico.

—Shh calla rata, no soy romántico.

Ambos terminaron riéndose mientras se acomodan y termino sentando a la pequeña nutria sobre su regazo para acariciarla u pensar realmente en sus palabras y que ocurriría con el, carrera se había ido hace tiempo y se sentía solo sin su amigo, cuando la batalla termine...¿Qué será de él ahora?, ¿Tendrá que irse muy lejos para no volver? , No tenía una respuesta, solo que tenía que proteger a toda costa ese lugar, el mismo que le dio la oportunidad de envolverlo entre sus brazos para dejarle comodidad y un cálido envuelto en sus noches para dormir sobre una cama en lugar que sobre algún árbol, sonríe un poco tras tener cada una de las experiencias que vivió en aquel lugar y abrazaba a la nutria de nombre Juan envolviéndolo en sus brazos, está no se molestó en absoluto y se recargo sobre su torso presenciando el caer de la tarde...

____________

Y me podré despedir de
ti una y mil veces mas,
pero seamos realistas, no
sé como irme.

Ni siquiera quiero
hacerlo, aunque estar contigo
Signifique el tener que
ahogarme y comprender
que nadie llegará a mi
Ayuda, mucho menos tú.

_

______________

Tras apuntar aquello en su libreta termino guardandola bajo la almohada recostandose y envolviendose en las sábanas viendo la alarma, las bolsas bajo sus ojos eran bastante notorias y solo veía el despertador sobre su mesita de noche, eran las cuatro de la madrugada y su esposa rubí no había regresado de haberse ido a una fiesta de la cual no estaba enterado, lo había tomado por desaparecido hasta que el mismo furry le envío mensajes que no le fastidie pues había salido lejos y no le diría cuando regresaría.

Lloro en su almohada esa noche y cuando escucho el como abrieron la puerta en la habitación le dio la espalda a esta y veía en un punto fijo a la pared de su lado de la cama ,el olor a alcohol llegó a sus fosas nasales, quería sentarse y hablar como personas civilizadas el como llevaban su relación y tenían que hacer algo al respecto pero si lo intentaba no pasaba de gritos y la ley del hielo por parte del contrario hasta que ese pidiera perdón y lo consintiera, ¿Su relación siempre fue así? Ari se lo había advertido con anticipación? No lo recordaba, bastantes imágenes llegaron a su cabeza que le hizo cubrirse completamente con las sábanas.

Aquel que era su esposa no le puso atención y agradecía al cielo porque no lo escuchaba gritarle como todos los días, se quitaba aquel vestido de novia y la peluca rosa pastel, su boda con el de Luque no fue de lo mejor y no le salió como esperaba, por lo menos se divirtió con sus amigos y tomó un poco relajándose y dejando a un lado el que tenía una doble vida.

Se quito el anillo y lo dejo sobre el escritorio frente a la alarma y del lado de Juan pues por el suyo no había espacio, más tarde al ser el primero el levantarse, la quitaría de ahí para que no le saque de pedo el mago con quién se casó y se puso la pijama para darle la espalda y dormir como un bebé casi al instante.

Juan al dejar de sentir movimiento en la cama y comenzar a escuchar los pequeños ronquidos de un sueño pesado salió de sus sábanas y volvió a ver la alarma para reafirmar la hora de su llegada, sus ojos se cristalizaron al ver el anillo y cubrió su boca sintiendo arcadas, no podía hacer nada más que llorar en silencio sobre su almohada esperando que fuese un sueño, tomando aquel anillo entre sus temblorosas y frías manos para ver el nombre grabado dentro de esta y rezaba a los dioses de que sea falso, y que al despertar estuvieran desayunando con una sonrisa y hablando de su día, como habia fantaseado hace algunas semanas desde su matrimonio.

¿Cómo terminaron así?
¿Cuando dejó que sucediera?
¿Dónde inició todo?
¿Por qué no podía dejarlo de amar?
¿Para qué seguir a su lado sí sufriría constantes maltratos
psicológicos?

Quería ser feliz. sentirse amado y tener unos labios que besar cada que se le plazca, unos brazos los cuales pueda sentirse seguro y demostrarle de mil maneras que amaba a aquella persona sin tener reclamos en su lugar por ser muy "acaramelado".

Ambos chicos pensaban en lo mismo al cerrar los ojos, querían amar de otra forma, demostrarlo sin sentir como si algo los tuviera encadenados a una pared, ¿Será que los dioses tendrán planes para ambos más adelante?... probablemente.

Rubí? No, soy Spreen.. ] Spruan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora