Flufftober shadamy 2022

Siestas

Estaba molesto, no, molesto no sería la palabra correcta, estaba furioso. Durante varias noches no ha logrado dormir y eso lo ponía irritando y explotaba por cualquier cosa, con el más mínimo detalle, hasta el más absurdo.

Y esto mismo ha hecho que el comandante lo saque del GUN por lo menos un tiempo, supuestamente el estrés ha provocado su largo insomnio, también lo mandaron a ver a un doctor para el mismo problema y le entregaron algunos medicamentos que tampoco han servido.

—estúpidas pastillas— gruñe mirando el compartimiento para luego lanzarlo con toda su fuerza a la distancia.

Resopla y comienza a correr, correr como un loco buscando cansarse y quizás, solo quizás poder dormir en paz.

Recorre varios lugares a alta velocidad, llegando a diversos puntos del planeta en algunas horas, pero nada, haciéndolo volver derrotado.

Regresa a la ciudad de Green hills, esta vez tratando de "animarse" o por lo menos distraerse, y para ello desea un postre, el mejor postre, el creado en esta ciudad.

Mientras camina, con su preciado postre en sus manos para poder disfrutarlo en su hogar nota a cierta eriza rosada caminando con una caja similar a la suya, con algún postre quizás. Esta lo mira y eso lo irrita tratando de esquivarla, sin embargo, ella en un instante ya estaba a su lado.

—hola shadow— sonríe levemente —tiempo sin vernos—

—por qué siempre que encuentro a uno de ustedes repiten las mismas estúpidas palabras?— gruñe

—no son estúpidas, son ciertas, no te he visto en casi dos meses— recalca, molesta ahora

—tsk, si no nos hemos visto es por una buena razón plasta rosada—

—grosero— frunce un poco su entrecejo —bueno señor doberman, si tanto le fastidia mi existencia porque no se va?—

—doberman?— alza la ceja el erizo, quedando confundido

—pareces perro gruñón, por eso, doberman— sonríe pícaramente, olvidándose que habla con un erizo peligroso, pero parece que a ella no le importa

—no se te puede ocurrir una...— suelta un bostezo largo y pedazo —mejor estupidez?—

La eriza lo mira curiosamente, prestando mayor atención a su rostro, las grandes bolsas bajo sus ojos, su pálida piel y ojos irritados, además de la obvia postura de agotamiento que carga.

—no has dormido bien?— dice con cierta preocupación

—eso no te interesa— recalca comenzando a caminar

—quizás no debería, pero si lo hago— lo sigue —sucede algo? No puedes dormir o te levantas muy temprano? Cuanto café tomas? Quizás el azúcar te esté afectando— comienza a preguntar y hablar sin parar

—puedes cerrar la boca!— gruñe volteando a ella quien se queda callada de golpe

—no hasta que me digas— responde después de unos segundos

—no puedo dormir, y ya—

—de acuerdo, que tal si vamos a mi casa? Puedo prepararte un buen té que te pueda ayudar— sonríe levemente tomando su mano sin dejarlo responder

Iba a separarse, pero por alguna razón ella parecía tener más fuerza de lo normal, o quizás él está más débil.

Caminan unas cuadras antes de llegar a la casa rosa de la eriza, donde entran y ella hace que se siente en el pequeño sofá antes de retirarse a la cocina.

El erizo resopla ¿Cómo es posible que se dejara dominar por ella?

A cabo de los minutos la eriza regresa con una taza de té y se lo entrega.

—vamos, toma, te hará bien—

—me dieron pastillas que no funcionaron, crees que un té lo hará?—

—vale la menta intentar— sonríe haciendo que el erizo ponga los ojos en blanco y beba de la taza

No tarda mucho en acabarla y dejarla en la mesa de enfrente. —y ahora que?— mira a la eriza

—esperar—

—tsk, no estoy para esto— se trata de levantar, pero ella vuelve a tomarlo y hace que se siente

—hay otra cosa que podemos intentar, pero no te enfades— indica

—enfadarme por qué?—

No recibe respuesta, solo siente como la eriza hala de él hasta hacer que se recueste sobre sus piernas dejándolo sorprendido, para luego detectar sus dedos entre sus púas en un suave masaje.

—mamá siempre hacía esto conmigo cuando no podía dormir, espero funcione contigo también— indica mientras continua

El erizo no responde, no cree que funcione, pero le es agradable el tacto entre sus púas. Poco a poco, sus parpados se vuelven pesados igual que su cuerpo, relajándose a medida que el tiempo y el tacto continúan cayendo dormido profundamente.

—el truco de una madre siempre funciona— susurra la eriza al verlo profundamente dormido.

Con cuidado se aparta acomodándolo mejor en su sofá, luego le coloca una pequeña manta y una almohada para su cabeza.

—le hará bien una buena siesta— susurra pensativa —y yo, creo que seguiré con la limpieza, esa ropa no se lavará sola— y con eso dicho se va

~~~~~~~~algunas horas después~~~~~~~~

Un erizo de pelaje oscuro se levantaba de un pequeño sofá, sintiéndose un poco mejor. Bosteza estirándose mientras un olor llama su atención. Se levanta siguiéndolo como hipnotizado, entrando a la cocina

La eriza se percata del nuevo huésped de lugar y se gira sonriendo —hola bello durmiente, tienes hambre?—

—rose— despabila recordando donde está y que se quedó dormido —yo, como— susurra pensativo

—hay trucos que funcionan muy bien, pero deja de pensar, ya está la cena— lo invita a sentarse mientras termina de servir

Shadow duda un poco, pero al final asiente sin reclamar ya que amy había sido amable en ayudarlo, aunque nunca se lo pidió, y porque se sentía de muy bien humor. La eriza sonríe al verlo tomar asiento y le coloca todo lo necesario para que coma, como buena anfitriona, luego se sienta enfrente para poder comer también.

—gracias— susurra el erizo

—dijiste algo?— amy lo mira con la ceja alzada al no haber escuchado bien

—no— indica mientras sigue comiendo

La eriza alza los hombros y sigue su cena, sonriendo al tener compañía esta vez.