Hacer la alacena

121 27 2
                                    


Camina por los pasillos con la lista en mano, mirando de vez en cuando para verificar que lleva lo correcto según las instrucciones de amy. Toma los quesos quedando en blanco unos minutos para saber cuál escoger, nunca se había puesto a pensar que es mejor, solo compraba y ya, pero ahora debía cuidar de ella, y del pequeño ser que estaba en su vientre. Respira profundo mirando de nuevo la lista, agradeciendo que ella fuera considerada para colocarle la marca que utiliza regularmente porque considera mejor.

Aunque a la vez le molesta, pero no pensaba pelear con ella, debe estar fuera de estrés.

Deja el queso y pasa al área de carnes, pidiendo los que dicen en la lista.

—muy bien señor, quiere que lo corte o solo así—

—así está bien— indica tomando la bolsa para colocarla en su carrito y continuar

Ahora, la prueba de fuego para cualquier hombre, tomar cosas del área femenina.

—es por ella— susurra entrando para mirar cada uno de los paquetes de toallas femeninas, buscando la que ella solicitó, toma algunas cajas y las coloca en el carrito

—miren, un chico comprando cosas de mujer— escucha cerca en son de burla, y estaba por responder, pero alguien se le adelantó, quien parece ser la pareja de él

—callate, es tierno ver a un hombre haciendo las cosas para su chica, no como otros— dice con cierto desprecio

—vas a comenzar?— reclama él con fastidio

Mejor los ignora y camina para comprar algunas cosas más, como es el shampoo, el jabón y algunas cremas que dice la lista.

Al tener todo listo comienza su recorrido a la caja, pasando por donde están las cosas de bebé, se detiene mirando la pequeña ropita sonriendo un poco al pensar en el hijo que espera. Por impulso, toma algo de ropa y unas cobijas y las lleva también a pagar.

En espera también escucha algunos comentarios, algunos buenos, especialmente de mujeres, y otros de hombres que son completos idiotas. Ignora estas, no era para ellos quienes compraba.

Paga todo con su tarjeta y sale de allí dejando todo en el carro, con cuidado de no lastimar nada. Sube al mismo y recorre todo el regreso a casa, pensando en muchas cosas, como en los nombres de su futuro nene o nena. Pensando cuando esté mayor, cuando deba ir por él a los entrenamientos o a ella después de algún curso, o quizás acompañar a su pequeña a su primer baile y ser su chambelán.

Decir que estaba emocionado era poco.

Al llegar a su hogar aparca con cuidado, toma las cosas y las entra dejando todo en su lugar bien ordenado. Una vez todo listo sube al segundo nivel, entrando a la habitación donde una eriza, con una pequeña pelotita en su estómago, se encontraba descansando.

—volví mi amor— sonríe para besarla y luego besar la barriga —hola bebé, papá volvió—

La eriza ríe levemente ante lo tierno que se porta —como te fue?—

—bien, traje todo lo de la lista, excepto la salsa, no había—

—ésta bien, gracias por la ayuda, sé que estás cansado—

—no digas tonterías, para ti nunca— besa su frente y acaricia el estómago con suavidad

—no sabes mentir— ríe ella —pero gracias, te amo— susurra acariciando su mejilla

—yo te adoro— responde besándola de nuevo

Flufftober shadamy 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora