'Eres como las estrellas en mis noches frías y oscuras, brillantes e inquebrantables.'
En la década de los ochenta, Raven se preguntaba a cada segundo el por qué la vida podía llegar a ser tan cruel. El hecho de ser una buena o una mala persona no i...
El tiempo pasa tan rápidamente que en un parpadear de ojos nadie te recuerda. No dejas huella en ningún lado, porque a nadie le importas. Te tumbas en tu cama a pensar en ti mismo, en como serás en el futuro.
¿Y sabes cómo te ves?
Muerto.
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"Y decidí avanzar aún cuando el corazón me pesaba más de lo que podía cargar."
TW: MENCIÓN DE ADICCIONES.
— Mañana he quedado con Heidi, pero hay un problema, que se va a estudiar a otro instituto. — Como siempre, Steve estaba quejándose a primera hora de la mañana, con una mano en el volante y otra en su frente, intentando concentrarse. — De verdad quiero empezar otra relación solo por sexo? — Se preguntaba confundido, mientras que Robin no le estaba prestando ni un mínimo de atención a lo que su mejor amigo le decía, ya que estaba viéndose en el espejo intentando disimular su insomnio, que se manifestaba mediante grandes ojeras. — Bueno, me entendéis, ¿verdad? — Las dos chicas guardaron silencio, sin ponerle importancia al asunto. — ¿Me estáis escuchando acaso? — Protestó.
— Steve, es obvio que Robin está arreglando su cara para sorprender a la chica que le gusta. — Dijo Raven, recostándose en el asiento del coche.
— Eso ya lo sé, pero lo que no sé es si tú me estás escuchando —
— Si que te escucho, pero no se me ocurre nada que decir, así que prefiero quedarme en silencio en vez de malgastar mi saliva para decirte algo incorrecto y arruinarte la vida sin querer. — Comentó con una sonrisa burlona, viendo como su hermano resoplaba con cansancio.
— No ayudáis en nada. —
— Oye! — Se quejó Raven. — Yo te doy apoyo emocional cuando te salen mal las cosas. Bueno, siempre te salen mal, pero igualmente te ayudo. — Robin soltó una carcajada al escuchar el comentario de la menor, ganándose una mirada cómplice por parte de Raven mientras las dos chocaban los puños.
— Os odio. — Dijo Steve.
— Nos amas. — Respondió Robin.
— Son las siete de la mañana y ya me apetece estrangularte. — Se burló Steve, sonriendo de lado.
— No es mi culpa que tus relaciones sean una mierda. — Volvió a decir Robin, mientras se peinaba con cuidado.
— Pero si no sabes ni de lo que estoy hablando. — Se quejó en voz alta Steve, causando un malestar en la cabeza de Raven. El sonido de gritos por la mañana son lo peor que existe.
