—Pero... A ver, dame más información sobre ello —inquirí intrigada—. ¿Cuándo es?
—Pues, creo recordar que será en un par de meses—se rascó la cabeza—. Pero igualmente, puedes ir a la secretaría a pedir información. Ahí te mandarán a una especie de recepción y ahí te lo dirán todo. En unos días salen las inscripciones.
—Pediré información mañana. ¿Tú qué harás?
—Posiblemente preguntarte a ti —afirmó entre risas.
—O sea, que tengo que apuntar todo —reí al ver que Uxue asentía—. Está bien.
֍
Me encontraba esperando a que la persona que estaba enfrente de mí, saliera de la secretaría y así yo pedir toda la información.
—Bien, gracias. Tenga un buen día.
—Igualmente —la mujer que atendía, se despidió de un alumno que había preguntado por, creo que lo mismo que yo o por las listas de los clubs que harían—. ¡Siguiente!
Pasé a la sala y cerré la puerta, quedando a solas ella y yo. Una mujer sentada, con gafas y morena me recibió con una cálida sonrisa.
—Hola. Bienvenida a la secretaría. ¿Qué necesitas?
—Me gustaría que me facilitaras información sobre el viaje de intercambio.
—Aquí te puedo facilitar la información básica —sonrió amablemente y bajó un poco sus gafas—. Pero, si quieres información explícita, debes ir a la sala número cuarenta y dos, en el edificio dos.
—¿Me podrías dar la información básica ahora y luego ayudarme a ir a la sala de información?
—Claro —rebuscó en un cajón y sacó un bolígrafo y un papel. Me ofreció una silla y se separó un mechón de cabello que se le había caído de su moño—. Siéntate aquí. Mi ayudante te guiará cuando salgas. Suele estar por estos pasillos y lleva una tarjeta con su identificación en el recinto escolar.
Tomé asiento a su lado y asentí. Colocó la hoja en medio de la mesa, para que ambas la viéramos y comenzó a hablar.
—En menos de dos meses, algunos alumnos que quieran inscribirse, se irán de intercambio a los Países Bajos. A Ámsterdam, en concreto. Si quieres apuntarte, rellena una circular que hemos envíado a los correos de los alumnos—apuntó todo lo que me dijo en la hoja de papel—. Van un año entero, y residirán en casa de una familia neerlandesa. Tranquila, saben hablar español —puso punto final y metió el bolígrafo y la hoja en una carpeta—. Eso sería toda la información básica. Ten, quédate esto. Los intercambios no tienen mucha complejidad, y menos estos, que son sabáticos. ¡Ten un buen día, cielo!—Me entregó la carpeta y salí de la sala.
─Igualmente, muchas gracias ─dije mientras cerraba la puerta.
Cuando estaba fuera, busqué a una persona como la que me había descrito la secretaria, y cuando la encontré; una chica joven, pelinegra con los ojos marrones y de baja estatura, con la tarjeta que me indicó, me acerqué a ella y la saludé amablemente.
—Perdona —la llamé y se dio la vuelta—. Necesito ayuda.
—Sí, claro, dime.
—Vengo de la secretaría, buscando ayuda y me han dicho que tú podrías guiarme hasta la sala de información.
—Sí, puedo ayudarte —asintió─. Aula cuarenta y dos en el edificio dos, en la recepción, si no me equivoco, ¿verdad?
—Sí, por favor.
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El deseo de amar para siempre [TERMINADA ✔️]
Romans¡ESTE LIBRO ESTÁ EN PROCESO DE CORRECCIÓN! Farah; una chica, en el primer año de Universidad, se va de intercambio a Ámsterdam. Su ilusión y orgullo por cumplir sus sueños y nostalgia por su obsesión quinceañera con ese lugar la llenan plenamente de...