Voy a cambiar lo de " ___" por el nombre de Claire.
Picaron a la puerta. Bajé corriendo las escaleras.
- Espera, Claire -mi madre miró por la mirilla- Éscondete, ¡rápido!
Yo la obedecí y me escondí en el armario de la limpieza, dejé un peuqeño hueco para ver que pasaba. Mi madre abrió la puerta. Un hombre alto, moreno, con una barba de 2 días y de ojos azules estaba en la entrada. Mi madre no pareció alegrarse al verlo.
- Hola, Sharon -dijo él.
- ¿Qué haces aquí? -mi madre se puso agresiva- ¿Cómo nos has encontrado? -ella retrocedió unos pasos.
- Tengo mis recursos -él miró a todos los lados- ¿Dónde está, Claire? Me gustaría saludarla -él intentó pasar, pero mi madre se lo impidió poniéndole la mano en el pecho.
- Como te atrevas a ponerle un solo dedo encima, juro que te mato.
- ¿Cuántos años tiene ya? ¿5? -mi madre no respondió.
- Creo que ya está lista.
- No, nunca lo estará, y si no sales ahora mismo de mi casa con tus propias piernas, te sacaré yo sin ellas.
- Tan dura como siempre, Sharon.
- Vete ya, Zack -exigía mi madre mientras hacía pequeñas pausas entre las palabras.
- No me lo creo, todavía te acuerdas. Creí que ya se te habría olvidado.
- Cariño, ¿quién es? -mi padre salió de la cocina.
- Así que éste es el gran Arthur Lewis -dijo el tal Zack- Un placer.
Mi padre le hizo una seña a mi madre preguntándole quién era.
- Es Zack -mi padre se quedó de piedra.
- ¿Qué hace aqui?
- Vengo a visitar a Claire -dijo él con una sonrisa- ¿Está en casa?
- No, está en casa de una amiga.
- Sharon, por favor, no me mientas, puedo sentirla a kilómetros de distancia.
- No la tocaras -amenazó mi padre.
- Creo que no opinamos lo mismo -él levantó la mano apuntando a mi padre, un humo negro salió de la manga de Zack y salió disparado contra mi padre. Mi padre salió volando contra las escaleras.
- ¡Arthur! -gritó mi madre.
Mi madre automáticamente sacó un cuchillo del bolsillo trasero de sus pantalones, se lo intentó clavar a Zack, pero éste agarró la muñeca de mi madre y la detuvo en seco.
- Sharon, no deberías meterte con gente más grande que tú -él le pegó una patada y ella cayó al suelo- Me voy a llevar a Claire te guste o no -él miró hacia el armario en el que estaba escondida, se acercó lentamente- Ven, Claire, no voy a hacerte daño.
Mi madre levantó la cabeza.
- ¡Corre, Claire! -me gritó mi madre.
Tomé aire, salí del armario y eché a correr hacia la puerta trasera que estaba en la cocina. Zack me intentó agarrar, pero conseguí escurrirme. Me intentó seguir, pero mi madre lo tiró al suelo y lo retuvo.
- ¡Mamá! -le grité parándome en seco.
- ¡Vete! Vamos, huye, cariño -Zack se empezó a mover y mi madre respondió pegándole un puñetazo. Me quedé allí parada- ¡Vamos, Claire! -gritó una vez más pero todavía más fuerte.