Él

8 0 0
                                    

Y acá estamos otra vez, con un corazón vacío, esta vez de verdad. Pero vamos por el principio...

Lo conocí como alguien más en mi vida, otra persona que pensé que iba a ser pasajera, otra persona a la que iba a ser fácil conocer y fácil olvidar, o eso pensé hasta ese entonces.
No pensé que iba a ser alguien que destaque entre tanta gente, y fue más que eso. Con el tiempo se convirtió en otra maravilla del mundo. Y en mi mundo; la primera.

Me es casi imposible explicar toda la admiración que le tuve (y todavía le tengo, claro).
Es de esas personas que llegan a tu vida y te la mejoran con su simple presencia. Escucharlo hablar era lo más fascinante de mis días, y para mi suerte no se callaba nunca.
No le gustaba destacar por su inteligencia, nunca supe por qué, si siempre tenía algo interesante que decir sobre cualquier tipo de conversación. Y cuando lo hacía, era imposible no prestarle atención al notar esa cautela. Sin hablar de más, sin informar de menos, siempre con las palabras precisas.

Para colmo, no solo era inteligente, sino que también era todo lo que alguien puede esperar de un compañero de vida. Siempre sabía cuando algo estaba mal, él pensaba que no era bueno para el consuelo pero me hacía saber con su mirada que si yo me derrumbaba él iba a hacer todo por volver a construirme mil veces más.

Con él aprendí todo lo malo, todo lo bueno, todo lo que se puede llegar a sentir del amor...
Aprendí que no podes elegir cuándo y de quién enamorarte. Aprendí que las relaciones son algo hermoso hasta con sus partes feas. Aprendí que una pelea insignificante no vale la pena cuando uno está con quien ama. Que la inseguridad no existe cuando se crea la confianza. Que no importaba qué pasaba en el mundo porque éramos él y yo. Y lamentablemente también aprendí que la confianza se puede perder de un día para otro cuando uno se rinde...

No me parecería raro que después de leer esto cualquier persona sueñe con conocerlo, les aseguro que vale la pena a pesar de todo...

Desahogo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora