Capitulo 0. Prólogo.

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26 de marzo. 1921

Era una mañana de primavera, todo estaba tranquilo, las leves brisas del aire movían el suave cabello de Charlie, estaba disfrutando de la naturaleza que se encontraba a su alrededor suyo. El silencio que había en aquel lugar era tan relajante, esto hacía que el castaño se concentrará e hiciera mejor su trabajo en aquel lienzo que estaba enfrente suyo.

Ya llevaba más de 2 horas en ese sitio pero aún le faltaba mucho para acabar su cuadro. Se propuso no retirarse de ahí hasta que lo diera por terminado y así fue, se la pasó toda la tarde ahí, no sé preocupó por ir a su casa a comer algo, ya que antes de partir de su casa había preparado su comida para llevar.
Una sonrisa alegre hizo presencia en su rostro, había por fin concluido nuevamente con otro cuadro, está le tomó más tiempo que otras que anteriormente había hecho, pero aún así estaba alegre de haber acabado, todo su esfuerzo valió la pena, le había quedado espectacular.

Tan bien que le había quedado el trabajo que se propuso hacer otra, pero ahora diferente, ya no quería hacer paisajes o animales, ya se había cansado de lo mismo de siempre, por lo cual decidió hacer algo diferente, algo que marcará en toda su vida. Dirigió su vista al cielo y habló.

─ ¿Qué es lo que debería hacer ahora? ─ Se cuestionó así mismo aún teniendo su mirada en el cielo. Una gran idea le llegó a la mente después de pensar por varios minutos ─ Tal vez podría hacer el retrato de alguien más - Dijo sacando un nuevo lienzo y quitando el anterior para ponerlo en su caballete.

A Charlie nunca le gustó hacer retratos de personas, nunca le agradó hacer eso, podrías encontrar pinturas de cosas, animales o sitios en sus lienzos pero en ninguna había una persona. Las únicas veces que lo llegó a hacer fue cuando estuvo en sus prácticas de cómo aprender a pintar, pero de ahí en fuera nunca hizo uno por su propia cuenta.

Ahora bien, si iba a hacer el retrato de alguien tenía que buscar a alguien que pudiera posar para él, pero ¿Quién? Su amigo no podrían ya que no tenía tanto tiempo para pasar con él, muy apenas se podían ver. Tal vez podría ir con alguno de sus familiares a pedirles ayuda en esto pero ellos nunca apoyaron la idea de Charlie en ser pintor, así que dudaba mucho en qué lo ayudarán.

Su concentración en buscar quién podría ayudarlo desapareció al escuchar como un chico gritaba a lo lejos. Charlie levantó la mirada y pudo observar cómo un joven de vestimenta desordenada corría con todas sus fuerzas, al parecer estaba escapando de algo o de alguien, al principio no le tomo importancia y siguió pensando pero después de ver cómo este se acercaba a toda velocidad empezó a alarmarse, si el chico no se detenía se estrellaría con todo su equipo de pintura.

El castaño empezó a gritarle que dejará de correr pero este lo ignoró y siguió corriendo, Charlie ya se estaba preparando para el fuerte golpe que tendría con el chico, prefería tener un gran golpe en alguna parte de su cuerpo que a tener algún material de pintura descompuesto o dañado, le había tomado tanto comprar todo lo que tenía ahí, no podía perderlo.

El chico al ver al castaño en su camino intentó detener su paso para evitar estrellarse con él, no quería que alguien terminará lastimado por su culpa.

Aún intentando frenar su paso no logró mucho, ya que terminó chocando con el otro, lo mucho que pudo hacer fue que el golpe no fuera tan fuerte.

Un quejido de dolor salió de la boca del castaño, afortunadamente no había quedado inconsciente por el gran golpe que acababa de tener, pero el contrario al parecer no tuvo la misma suerte que Charlie, este yacía tirado en el pasto de aquel lugar. Lo primero que pensó Charlie fue que él ya estaba muerto por el golpe, pero ese pensamiento se descartó de su mente al ver cómo aún este respiraba.

Si Charlie no fuera una persona amable lo hubiera dejado ahí tirado, pero como no es así, decidió quedarse con él hasta que despertará, además no se iba a ir sin no tener una disculpa de parte del otro. Pasó aproximadamente dos horas y media esperando a que el otro despertará, el cielo ya estaba oscureciendo, las estrellas empezaban a aparecer en el cielo, Charlie ya no aguantaba estar ahí, ya tenía sueño, ya quería irse a dormir pero no podía dejar al chico ahí tirado, así que con mucho sueño siguió esperando mientras suplicaba en qué ya despertará el chico.

Como si sus súplicas hubieran sido escuchadas, el joven despertó, este se sentó con rapidez mientras observaba a su alrededor, no sabía donde se encontraba o cómo había llegado a ese lugar.

─ Disculpa... ─ El chico al escuchar la voz de Charlie se alarmó y empezó a alejarse un poco de este ─ Tranquilo, no soy una persona mala, no te haré daño ─ Dijo Charlie con un tono calmado.

─ Si... No estoy seguro de eso ─ Nuevamente el joven se alejó del castaño.

─ Hmmm, si fuera una mala persona ya te hubiera hecho daño desde hace horas, ¿No crees? ─ El azabache pasó su mirada por el cuerpo del castaño para estar seguro de que este no tuviera algo en sus manos y le hiciera daño al momento en el que se acercará a el.

─ ¿Qué hago y cómo llegué a este lugar? ─ Se levantó del pasto y acomodó su ropa esperando una respuesta del contrario.

─ Bueno, lo unico que te puedo decir es que solamente vi cuando venias a toda velocidad, como si estuvieras escapando de algo y ya ─ Las pocas palabras que dijo hizo que el contrario recordará la razón por la que había corrido de manera tan desesperada, acomodó su gorro y se acercó al castaño.

─ Lamento mucho el daño que te cause, no fue mi intención hacer que se lastimara ─ El azabache se disculpó con el de una buena manera algo que a Charlie alegró, obtuvo lo que quería ya podía irse de ese lugar, moría de sueño.

El castaño solamente le comentó que no volviera a correr de esa manera, ya que lastimaría a alguien de nuevo, cosa que ahora el joven tendría más en cuenta.

Con sus cosas ya guardadas Charlie se despidió del desconocido y se empezó a dirigir a su casa con cansancio pero antes de que se fuera de ahí el joven le ofreció su ayuda, cosa que charlie negó diciéndole que si podía él solo.

[...]

Cuando Charlie llegó a la vivienda pudo ver como esta tenia las luces apagadas, dio un suspiro y acto siguiente abrió la puerta con cautela. Una voz se escuchó, Charlie ya sabía de quién era, agarró con más fuerza sus cosas y corrió a su habitación.

Dejó las cosas en una esquina de su habitación y se preparó para irse a dormir, había sido un buen día, no fue tan malo, era lo que se decía así mismo mientras cepillaba sus dientes, luego de eso se puso su pijama y se recostó en la cama con su mente pensando en el chico que apenas acababa de conocer, por una extraña razón quería saber más de él, quería conocerlo más, necesitaba saber quien era el, aunque no hayan tenido una larga charla, se le había hecho interesante aquel chico , su mente le decía que necesitaban volverse a encontrar.

Y así fue como dio finalizada su día, la luna brillaba en su más leve resplandor al igual que las estrellas, los leves soplidos del aire entraban por la habitación, Charlie se quedo dormido ante esto con aquel pensamiento aun en su mente.

"¿Quién era el?"

¡¡¡˃͈⁠━⁠☆Le portrait de notre amour - Quackcicle༶⁠ ⁠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora