Por las calles caminaban varios jóvenes que se dirigían en la misma dirección, algo somnolientos por lo temprano que era. Margaret caminaba rumbo a la escuela; eran las siete de la mañana y predecía que ese día iba a ser muy cálido, a pesar del frío que sentía en sus piernas debido a la falda del uniforme.
-¡Margaret espérame! -gritó una joven que vestía el mismo uniforme escolar que Margaret, caminando rápidamente por la calle para alcanzarla.
-Buenos días, Lili -saludó Margaret con una sonrisa a su mejor amiga.
-Es oficial, estoy castigada -dijo levantando los brazos sobre sus brazos para darle más drama a su frase-. Sabes, estoy sorprendida de que tú hayas aprobado el examen -añadió con picardía, ya que sabía que eso era raro e intuía por quien había pasado.
-Eliot me ayudo a estudiar. Dijo que no podía permitir que me castigaran por reprobar el examen, que estaría muy aburrido porque no tendría a quién molestar -contestó resignada Margaret, retomando el camino rumbo a la escuela.
Eliot y Margaret eran mejores amigos a pesar de la diferencia de edad de tres años.
Margaret conoció a Eliot en la escuela donde estudian. La institución educativa abarcaba desde nivel preescolar a nivel media superior. Los alumnos de secundaria y bachillerato interactuaban durante la hora del almuerzo, y por torpeza de ambos el día que se conocieron, terminaron tirándose sus almuerzos uno al otro. Margaret mancho el suéter de Eliot con su coctel de frutas con chamoy encima, mientras que Eliot le derramó su licuado de fresa en el cabello. A pesar de la situación embarazosa, su torpeza los llevó a entablar una amistad.
-Lo suponía, si los exámenes finales hubieran sido antes de las vacaciones de verano, seguro que te hubiera dejado que te castigaran, ¿no es así? -bromeó Lili entre risas.
-¡Por supuesto! Hubiera estado ocupado con Leonardo, así no tendría que molestar a la pobre de mi persona -añadió Margaret en un tono molesto pero resignado. Margaret solo conocía a Leonardo de vista. Leonardo es el mejor amigo de Eliot desde que eran niños, se conocieron en el parque de juegos. Originario de Sonora, Leonardo visita Mérida una vez al año para estar con sus familiares durante las vacaciones de verano, tal como le conto Eliot a Margaret, En su relato, Eliot mencionó que Leonardo estaba jugando con sus primos en el parque cuando él se encontraba jugando solo, y lo invitaron a unirse. A partir de ese día, jugaron juntos todos los días durante su estancia y continuaron haciéndolo en los años siguientes.
-Y... ¿Cómo estás tú? ¿Crees que finalmente podrás dejar tu trabajo? Ya ha pasado un año desde que empezaste a trabajar a medio tiempo -preguntó Lili preocupada por su amiga, sabiendo lo mucho que Margaret se esforzaba para cumplir con sus responsabilidades tanto en el trabajo como en la escuela.
-No lo creo. Mi sueldo ha ayudado un poco a mis padres, así que si dejo de trabajar les pondría las cosas un poco difíciles. Estoy pensando en conservarlo un poco más de tiempo -contestó Margaret.
Su familia estaba pasando por un mal momento económico, ya que lo que ganaban sus padres apenas alcanzaba para mantenerse. Por lo tanto, Margaret se vio en la necesidad de buscar un empleo a la edad de catorce años para contribuir con los gastos y poder cubrir las cuotas de los créditos bancarios que habían solicitado.
-Espero que su situación mejore pronto -añadió su amiga con un tono de esperanza en su voz.
-Yo también lo espero, Lili -admitió Margaret observando el cielo, anhelando con todas sus fuerzas que la situación cambiara para mejor lo más pronto posible.
***
Estoy en camino, espérame en la entrada del restaurante, no muevas ni un músculo.
¡Que no muevas ni un músculo! ¡No te rías!
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CONTRATOS [Terminada] SAGA CONTRATOS ADOPTIVOS LIBRO l
Novela JuvenilAlgunos firman contratos para tener matrimonios falsos. Margaret tuvo que firmar un contrato para ser la hija adoptiva de Brandon Park a pesar de no ser huérfana y conocer a sus padres. Margaret Romero es una chica de 15 años y a su corta edad tiene...