Prólogo

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Mi abuela tenía un trato especial para Cameron, siempre lo consentía y le daba todo lo que quería a escondidas de los demás. Ella creía que le faltaba cariño, pero la verdad es que no. Incluso mis padres amaban a Cameron más que a mi. Era un niño consentido a pesar de que era hijo de la niñera.
Mis hermanas estaban felices cuando él llegó, escondido detrás de su madre con los ojos hinchados de tanto llorar. Yo sabía que algo iba a estar mal, muy mal.
El día que entró a nuestras vidas fue horrible, todos se preocupan por él; si tenía hambre, si quería jugar; todo lo que deseara lo tenía en menos de cinco segundos. Y a mi me dejaron a un lado.

Tuve la infancia más aburrida y decepcionante de todas. A pesar de que su madre estaba allí para cuidarlos, Cameron era el "más importante". Era lindo, tierno, inocente, risueño y un montón de cosas tontas más que la gente pensaba sobre él, pero yo sabia que no era cierto.
Cameron se había robado mi lugar en la familia y a nadie le importaba.

Lo odiaba.

Mis amigos me decían que no me faltaba nada, se que tenía todo lo material pero me faltaba cariño y aparte no tenía en que destacar entre mi familia para poder obtenerlo. Sin embargo mi hermana mayor, Alli, estudiaba medicina y era el orgullo de mi padre y Emily mi hermana menor, era la niña más linda y sociable que haya conocido en mi vida.
En cambio yo era la de las calificaciones promedio, la que no ganaba ningún premio en nada, la que no tenía nada que hacer; simplemente nadie.

Con el tiempo, empecé a comprender algunas de las razones de porque mis padres querían tanto a Cameron como si fuera su hijo.

Cuando él cumplió 16 le hicieron una gran fiesta, rentaron un salón e invitaron a mucha gente, fue emocionante, hasta hubo fuegos artificiales y además mis padres le regalaron un auto para cuando cumpliera 18.
En cambio cuando yo cumplí 16, tres meses después que Cameron, me regañaron por salir mal en matemáticas y me enviaron a una escuela extra para pasar todo el día resolviendo problemas matemáticos. Lo único bueno de esa escuela fue que conocí a dos grandes amigos, Matthew y Shawn.

Todo iba bien hasta que Cameron cumplió 18 años y mis padres decidieron hacer algo más privado y familiar.
Fue una reunión entre nuestra familia y la de él. Su madre seguía trabajando para nosotros, Emily tenía trece años pero mi madre la seguía tratando como a una niña. La hermana de Cameron, Sierra, viajó para estar con nosotros. Ella si me caía bien.
Mi abuela preparó un gran pastel de chocolate y decoraron la casa elegantemente.

Mis padres se veían sospechosos.

A media noche, terminando la cena especial para Cameron, mis padres se pararon de sus asientos y levantaron sus copas; dieron un discurso aburrido de lo mucho que lo querían y que era considerado como uno más de la familia White.
Entonces, la abuela comenzó a llorar de felicidad, Allí no paraba de sonreír y mis padres se voltearon a ver como a punto de revelar un secreto.

Pero lo que dijeron fue más que un secreto, fue mi condena.

"Y por todo ese cariño que te tenemos Cameron"- Dijo mi padre muy seguro "queremos que formes oficialmente parte de nuestra familia. Así que nuestro regalo de cumpleaños es la mano de nuestra hija Isabelle"

HusbandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora