• Capítulo 4 •

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"¿Cómo puedes ver a través de mis ojos como puertas abiertas?

Vi que te andas escondiendo en este jardín".


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A

rmin se apresuró hacia los dormitorios, había perdido la noción del tiempo, no sabía que era tan tarde y de verdad estaba agradecido con Connie por haberle avisado.

Se recostó en su cama dispuesto a descansar y a los pocos minutos se empezaron a escuchar relámpagos a la lejanía, de verdad esperaba que no lloviera durante la noche.

Al escuchar aquel estruendoso sonido relampagueante acercándose, Armin empezó a sentirse inquieto, al sentir que la calma se iba y la angustia del pasado intentaba perturbarlo nuevamente, cerró sus ojos y trató de tapar sus oídos con la almohada para no seguir escuchando.

Desde cierto día, Armin odiaba la lluvia, aunque más que odiar, le aterraba escuchar el estallido de los relámpagos y peor si se trataba de la noche.

Porque siente que revive el momento más traumatizante de su vida, en el que sentía que ya nada podría tener sentido para él; a su mente viene la escena más dolorosa que pudo haber presenciado en el pasado.

Hizo lo posible por ignorar todos los pensamientos que tocaban a su mente con tanta insistencia, no quería recordar y tener otra crisis emocional.

Se mantuvo tapando sus oídos hasta que finalmente logró quedarse dormido.

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"... No tengo derecho a decirte cómo debes vivir, así que esto no es más que una petición mía...

... Armin, pase lo que pase, vive con la cabeza en alto".

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Armin abrió sus ojos repentinamente despertando de aquel sueño, tenía la respiración agitada y sentía que su corazón podría salirse de su pecho, se sentó en la cama tratando de tranquilizarse.

Otra vez había tenido la misma pesadilla, esa que siempre lograba atormentarlo por las noches.

Observó por la ventana notando que aún era de noche, probablemente ya era de madrugada y el cielo estaba despejado otra vez a pesar de que hace tan solo unas horas parecía que se avecinaba una tormenta, y de verdad agradecía que no fuera así.

Trató de despejar su mente y olvidar aquella pesadilla, pensó que talvez refrescarse un poco le ayudaría, así que se levantó de la cama y se dirigió a la cocina del piso de abajo para lavarse la cara y beber un poco de agua.

Al mojarse la cara, pudo sentirse mucho más tranquilo después de aquella pesadilla, así que empezó a caminar de regreso a su habitación.

Pero al caminar por el pasillo, observó que algo se movía por el suelo así que se puso alerta por si era un animal peligroso.

Se acercó a paso lento hasta que pudo ver bien de qué se trataba, sorprendiéndose al encontrarse con una pequeña tortuga caminando sin un rumbo fijo en medio del pasillo.

"¿Qué hace una tortuga aquí?" - Fue lo único que pensó Armin.

Hasta que una voz se escuchó a su espalda:

- ¡Liebre por fin te encuentro! - Y antes de que Armin pudiera voltearse para ver a la persona que hablaba, una chica rubia corrió directo hacia la tortuga y la tomó en sus manos.

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