Al instante aparecieron varios mozos con bandejas de tragos, los gritos de mis amigos eran más fuertes pues podrían beber gratis, una buena forma de que no se dieran cuanta de lo que pasaba en la cabina
Creo que deberías controlar a Pepe, con tantos tragos gratis terminará como un costal de papas en menos de 10 minutos - le susurre a mi novio en el oído para distraerlo ya que sabía que tendría que desaparecer.-
No te preocupes ve y haznos bailar, disfruta tu premio.- Uno de los mozos se me acercó y me pidió que lo acompañara, mire a todos que estaban distraídos y me fui con él, en dirección de la cabina del DJ. Mi corazón se sentía todo apretujado ya que mi novio no tenía ni la más mínima sospecha que yo esta noche podría acabar con su confianza.
Mis manos comenzaron a sudar de lo nerviosa que estaba, cada dos pasos miraba hacia atrás para ver si mis amigos, mi novio o mi hermana habían notado mi ausencia, pero seguían festejando los tragos gratis los tenían bien distraídos, llegue a la puerta de la cabina y el mozo tocó dos veces, esta se abrió y vi a un sonriente Josué que junto a una botella de champaña me miraba con lujuria, solo podía sentir asco, asco de mi misma porque sabía lo que iba a pasar y me odiaba por ello.
Gracias, te aviso cuando terminemos para que acompañes a la señorita a su mesa.- Con un ademán de cabeza hizo que el mozo sin decir nada se retirara dejándonos solos, parecía más un sirviente a la merced del DJ. - Bueno pasa bienvenida a mi dulce morada. - Ahí estaba esa sonrisa que ya odiaba nuevamente.
Por favor sin rodeos, hagamos esto rápido quiero regresar con mi gente - Le solté toda irritada pues no quería alargar mi estadía en su cubículo más de lo necesario, mire en dirección de mi mesa por la ventana y la fiesta seguía ahí los tragos no paraba de llegar - ¿Puedes oscurecer la ventana?.
La ventana está oscura, ellos no pueden vernos pero nosotros sí podemos verlos a ellos, y al parecer nadie en tu mesa te extraña. - Dijo esto mirando a mi novio que estaba colgado del cuello de Pepe y compartían una botella de whisky mientras saltaban al compás de la música.
Si bueno no es que no me extrañen es que están felices por el premio, acabemos con esto por favor, que tengo que hacer para que me digas la historia del espejo.
Buenos ya que estas tan urgida te lo voy a decir - se acercaba a mí mientras decía aquello, lo que me hacía retroceder hasta quedar atrapada entre la pared y su cuerpo, el lugar era estrecho, así que no había mucho por donde escapar, lo tenía bien pegado, nuestros rostros prácticamente se tocaban y colocó sus manos sobre la pared a la altura de mis hombros como para que no pudiera escapar, rozó su nariz con la mía pude sentir su olor, no me disgustó pero tampoco era ese al que estaba tan acostumbrada y me enloquecía, sentí como mi piel se estremeció y mis vellos se pararon tenía la piel de gallina en todo el cuerpo, lo miraba directamente a los ojos para no demostrar que estaba aterrada aunque en realidad lo que quería era salir huyendo. Comenzó a bajar una de sus manos y la detuvo a la altura de mi cintura, miré rápidamente de reojo para saber que iba a hacer con ella y la fue acercando hasta tenerla detrás de mi espalda, con su dedo pulgar la acariciaba haciéndolo subir y bajar, con este vestido sentía su tacto directo en la piel, su boca cada vez se acercaba más y no quitaba sus ojos de mi, hasta que sus labios me rozaron, con su lengua repaso la comisura de mi boca y finalmente ambas hicieron contacto, me sentía asqueada, más que por el beso, por la traición a mi novio, comenzó a hacer presión con nuestros labios y sin darme cuenta mis músculos se relajaron y respondieron al beso, abrí la boca como reflejo y un choque de lenguas comenzó, su sabor era cálido y fresco, poco a poco el beso fue subiendo de intensidad y sin saber realmente por que alce mis manos a su cuello y lo acerqué más, hasta quedar aplastada entre el y la pared, sus manos sujetaron mis muslos y me suspendieron de modo que quede trepada en su cuerpo con mis piernas enganchada a su cadera, mi corto vestido se levantó hasta la cintura dejando al descubierto mi ropa interior de encaje negro y por ende la mitad de mi cuerpo al aire, mientras nuestro beso se iba poniendo más caliente sentí como una de sus manos comenzó a moverse hasta llegar a mi monte de venus, mi cabeza me decía que lo detenga pero mi cuerpo no reaccionaba al contrario respondía a sus caricias, sus dedos comenzaron a explorar mi clítoris frotando sobre mi lencería de encaje, la hizo a un lado y sentí como sus dedos se hundían en mi interior, gemí dentro de su boca y solté el beso para disfrutar la sensación, su lengua comenzó a deslizarse por mi cuello llego a mi hombro descubierto y me suspendió un poco más para tener mejor acceso a mi pecho, con los dientes removió el vestido haciendo que uno de ellos saltara fuera y comenzó a succionar y lamer logrando que me excitara aún más, cuando sentí que estaba por explotar detuvo todos sus movimientos bajándome de su cuerpo, un baldazo de realidad me cayó encima pero ¿que estaba haciendo? solo estaba ahí para saber la verdad sobre mi casa y me había dejado llevar por el deseo, lágrimas querían brotar de mi ojos y trataba de reprimirlas mientras me acomodaba mi vestido. Josué me miraba todavía con deseo y yo lo único que quería era que la tierra me tragara o algo mucho peor que terminara lo que comenzó, me sentía como la peor de las personas.
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Detrás del espejo
ParanormalPasar horas frente al espejo no va hacer que el tiempo vuelva a atrás, y mucho menos que la persona más importante para Anita regrese a su lado, pero era la única forma de que tenía para no olvidarse de su rostro.