Había olvidado por completo el viaje a la cabaña.Y dadas las circunstancias no veía posible que se realizará, así que lo dejé pasar por completo.
Y sin darme cuenta llegó el día.
– ¿Me estás jodiendo And?
Lo escuche emitir un suspiro. – Aarón, sabías que de cualquier manera haríamos ese viaje. No puedes inventar ninguna excusa porque todo está pagado y si no vas créeme que no seré el primero en intentar asesinarte.
– Andrew, creo que sabes que en este momento no es una gran idea.
– Ha pasado un mes, no creo que no puedan sobrevivir a un fin de semana, además no estarán solos. No hay de qué preocuparse.
Maldita sea.
Había pasado más de un mes desde que no sabía nada de Daly y poco a poco comenzaba a sobrellevar todo intentando concentrarme en el concierto que estaba más cerca que nunca.
– Además ni siquiera creo que...
– Aarón por favor, me costó un mundo tratar de convencer a Dal y ahora vienes tú y-y... – comenzó a susurrar.
Me quedé inmóvil. – ¿A-aceptó?
– ¿mmm?
– ¿Daly aceptó ir de viaje? – pregunte con cautela.
Andrew se quedó mirándome por varios minutos como si estuviera meditando la respuesta o esperando algún tipo de reacción por mi parte.
Y la única respuesta que me dio fue un asentimiento con la cabeza.
Me pase una mano por el rostro con evidente frustración. – Mierda...
Después de meter rápidamente todo lo que posiblemente necesitaría para el fin de semana y una lucha por llegar a tiempo a casa de Andrew no podía quedarme quieto.Podía escuchar su maldita risa a través de la puerta como si tratara de decirme que estaba ahí, aunque ya lo sabía.
– Solo ábrela.
Me giré y me encontré con Andrew mirándome fijamente y esperando a que pasara. Pero no era tan sencillo.
A LA MIERDA.
Estaba comenzando a hartarme de evitar constantemente todo.
Entre en la casa y lo primero que vi fue la melena rubia de Maddy yendo de un lado a otro, mientras Evan la miraba con el ceño fruncido.
Escuche a Taylor apresurar a alguien y me reí por lo bajó.
Seguí mirando y en un rincón de la sala de estar, junto a una ventana que daba al jardín estaba ella.
Estaba acurrucada ligeramente en la ventana y sus ojos se deslizaban hábilmente por las páginas del libro que tenía entre las manos.
Con solo saber que estábamos a una distancia tan pequeña sentí como se cortaba mi respiración.
Me quedé mirándola durante minutos que fácilmente pudieron ser horas como si todavía no pudiera creer que estaba frente a mi.
Como si sintiera mi mirada vi como sus ojos recorrían la habitación, hasta que dio conmigo.
Nos quedamos mirándonos durante algunos minutos hasta que finalmente ella esbozo una ligera sonrisa y no pude evitar imitarla.
Pese a todo lo qué pasó ella seguía transmitiéndome esa paz y tranquilidad que tanto necesitaba y en momentos como este agradecía profundamente toda la fortaleza que me mantenía ahi de pie, porque de lo contrario no tardaría ni dos segundos en correr hacia ella y estampar mis labios con los suyos.
Cuando llegamos al lugar en donde se encontraba la cabaña ya era de noche.Habíamos hecho todo un día de camino y estaba sumamente cansado.
– Bien chicos, reúnanse un momento.
Vi como Tay sostenía un bowl con nueve juegos de llaves y supuse que eran las de la cabaña y las habitaciones.
– Para hacer de este viaje un poco más divertido, aquí tengo todas las llaves de las habitaciones. Será cuestión de suerte en cuál van a quedarse así que... ¿Quién será el primero?
– Aarón y Daly son los cumpleañeros así que en mi opinión ellos deberían ir primero. – dijo Maddy con una sonrisa.
Taylor asintió y tendió el bowl hacía mi.
Saqué la llave y tenía grabado el número siete.
– ¿Y bien?
– La mía tiene grabado un siete. – dije encogiéndome de hombros para restarle importancia.Vi como Daly palidecía.
– La m-mia tiene un ocho.
Tenía que ser una puta broma.
– P-puedo cambiarla para que estemos más tranquilos y...
– No importa, es solo una habitación.
Taylor nos hizo un ademán con la cabeza como señal de que podíamos subir y no tarde en apresurarme.
Cuando abrí la puerta de la habitación pude ver lo amplia que era y lo bien que olía. Tenía esa mezcla de Pino y madera que le daba un grandioso toque.
Al fondo había una puerta corredera quedaba a un amplió balcón.
La abrí y me encontré con Daly en el suyo, Para mi sorpresa los balcones no estaban tan separados y fácilmente se podía cruzar de uno a otro.
– Aarón yo... – La escuche murmurar.
Pero sin embargo no tenía la energía suficiente para entablar una conversación.
– No digas nada Dal. Simplemente tratemos de olvidar por este fin de semana y disfrutemos de todo esto.
Ella asintió con la mirada un tanto perdida. Y eso me basto.
Volvi dentro y me tire en la cama para conciliar el sueño y ver si eso me daba energía suficiente para todo lo que tenía que afrontar al día siguiente.
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El primer corazón © ✔️ #1 - Saga Four Hearts.❤️
RomancePara Daly Black su segundo año de preparatoria es como cualquier otro, nada por descubrir y enamorada del típico chico imposible del que todas se enamoran, con grandes amigas y hasta la fecha 0 corazones rotos. Ella no esperaba nada de nadie. Ella n...