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Dafne Romanov

Las semanas pasaban como si fuera el viento.

Ulises apenas me dirigia la palabra y todo era del trabajo.

El evitaba a toda costa que estuvieramso solos.

Se que estaba cumpliendo su promesa al pie de la letra, pero en ocasiones duele.

El vestido de novia ya lo había terminado, solo esperaba porque Crystal lviniera a probarselo antes de su gran día.

Solo quedaban dos semanas para su boda y no veía que él la estuviera cancelando.

-Buenos días- levante mi mirada y ahí estaba Crystal

-Vengo para mi prueba del vestido- le sonreí

-Vamos- salimos juntas de mi oficina

No podía estar enojada con ella, no tiene la culpa.

Caminamos hasta el lugar en donde tenía el vestido en el maniquí.

-¿Qué tal?-

Ella se quedó en silencio orando el vestido.

-Esta perfecto- péquelas lagrimas se le escaparon y me sentí fatal por tener sentimientos por su prometido

-Sera el mejor día de mi vida- asentí sin sonreír

-Te ayudare a probártelo- ella sintió y fuimos al gran probador que tenemos

Ahí podíamos estar las dos cómodas.

-Hice una abertura en la espalda como querías, pero a teniendo la línea de la elegancia- ella asintió mientras la ayudaba

No había duda que tenía un cuerpo envidiable.

Ella se quedó asomobrada con el vestido al verse en el espejo.

-Te hice dos tipos de velo para que decidas cuál prefieres- ella asintió

Fui a buscarlo para volver a entrar al probador

-Este es de la misma tela del vestido, pero opino que te verás muy cargada y se perderá la belleza del vestido- se lo coloque para que opinara

-Si, no me gusta mucho-

-Este es más sencillo, solo le coloqué algunos diamantes pequeños para que cuando le de la Luz se ilumine un poco y aun con eso el vestido se ve precioso- acomode todo el vestido para que se viera en el espejo

Se hizo un silencio entre las dos hasta que un sollozo hizo que la mirara

-Gracias- me sonrió limpiando sus lágrimas

-Creo que ese día ahora si será perfecto- asentí

Ella se tomó varías fotos y luego la ayude a quitarse todo.

-Me voy que hoy tenemos nuestra foto de historia de amor- asentí mientras recogía el vestido.

Mi corazón dolía demasiado.

Como era posible que llegamos a este punto.

Volví a colocar el vestido en el maniquí y me le quede mirando.

Tome una tijera y lo mire.

Quería romperlo y detener la boda.

No quiero que se case con ella.

-¡Romanov!- escondí la tijera detrás de mi y corrí hacia la puerta

-¡No puedes entrar! Verás el vestido- me recosté de la puerta

Romanov | Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora