Di que me recordarás - Justin Bieber y Tu. [2nda Temporada]

Capítulo 14 - Fue por mi culpa.

Capítulo 14

Recibir trece llamadas de Biel en una noche no es una buena señal. Saber que está en el hospital tampoco.

El hospital me llamó a las siete de la mañana preguntándome si tenía un compañero de piso llamado Biel, había sido atacado en nuestra casa. Mi mejor amigo había sido atacado por mi culpa.

-¡Me tienes que llevar al hospital, Biel está en el maldito hospital Justin! – aporree la puerta del baño con fuerza.

Una ola de vapor salió disparada por la puerta cuando abrió esta a toda prisa, como si de mi vida dependiera agarre su mano y le llevé corriendo a la habitación.

Agarró unos pantalones oscuros y una camiseta cualquiera mientras yo le contaba todo lo que me habían dicho por teléfono.

-Alguien le ha atacado al llegar a casa, él creía que yo estaba dentro.

-¿Me estás diciendo que tu tendrías que haber sido la atacada?

-Me estaban esperando a mi Justin, solo a mí.

Y como no me habían encontrado habían decidido aporrear a mi mejor amigo con un bate, demasiado típico para llegar a ser real.

La cara de Justin había perdido su tono habitual, después de ponerse unas deportivas emprendimos un largo camino hacia el hospital.

Siempre dicen que en los hospitales se ven las cosas más reales, las despedidas, los rezos o los besos, incluso la felicidad siempre es más real y ahora llego a entender el porqué de las cosas...

En la vida me había creído una persona religiosa, nunca me había planteado que algún día tal vez yo necesitaría creer en algo para tener más esperanzas pero ahora estaba intentando rezar sin saber cómo hacerlo.

Justin se encontraba a mi lado, había hablado con algunos médicos y había hecho algunas llamadas importantes para que yo pudiera visitar a Biel en tiempo completo. Pero habían aun más problemas, la cuenta bancaria de Biel estaba en números rojos –ser modelo es problemático en temas así-  y la factura del hospital subía por horas, ni siquiera yo tenía dinero para pagar cantidades tan elevadas.

-Lo pagare yo- dijo Justin.

-No, tu no pagaras nada pediremos un préstamo si hace falta y lo pagaré yo con mi próxima publicación.

-Tus amigos son mis amigos ¿de acuerdo?

NI siquiera podía negarme, no sabía cuándo volvería a poder cobrar tanta cantidad de dinero como cuando publicaba  y debíamos pagar el alquiler de este mes junto a las facturas , maldita sea.

Biel tenía la cara hinchada, dolorida y morada. Sus ojos claros ahora estaban cubiertos de tonos rojos, como si quisieran llorar sangre cada vez que parpadeaba y sus labios parecían rellenos de botox. Su agente nos mataría por esto.

-Preciosa- dijo él.

Ni siquiera pude aguantar las lágrimas, me eche a llorar como una niña pequeña.

-No llores pequeñaja que me vas a hacer llorar a mí y yo ya estoy lo suficientemente jodido. – me acarició la cabeza.

-Esto es por mi culpa, esto me tendría que haber pasado a mi Biel- dije entre sollozos.

-¿Qué mierda estás diciendo?- preguntó.

-Yo mismo te lo contaré cuando estés mejor Biel- comentó Justin detrás mío.

La cara de Biel cambió totalmente, se podía ver el asombro en su semblante.

Justin me agarró la mano derecha y depositó un café en esta . Maldita sea las leyes de la coincidencia que los hacía coincidir en la misma habitación.

-¿Qué mierdas haces con mi novia Bieber?- preguntó Biel.

No le había informado del cambio de planes, no le había dicho que Justin sabía perfectamente sobre su relación con Brad y todas las cosas que habían pasado entre nosotros, menos las noches que habíamos pasado juntos...no sabría sobre eso nunca.

-Sé perfectamente que estás con el camarero francés, Biel, me ha dicho que estará aquí en media hora.

Le mostré una sonrisa de agradecimiento, se había tomado demasiadas molestias por mi mejor amigo cuando ni siquiera se caían del todo bien.

-Gracias, ahora si es posible desearía hablar con mi mejor amiga a solas.

Justin se giró hacia mí y me mostró una sonrisa dulce acompañado de un "te veo fuera" en sus labios.

- desde cuándo?- preguntó

-Ayer por la noche estuvimos hablando de todo lo que nos ha pasado- le dije- necesito que no me interrumpas, por favor .

-Habla- dijo.

-A Justin le están llegando cartas desde hace meses, cartas amenazadoras que ahora se han vuelto en mi contra. ¡Estoy segura de que la paliza que te dieron iba para mi, debía ser para mí!

-¿Estás diciendo que un puto loco os persigue?

-Sí, debe ser así, no hay otra opción factible y hasta que Justin no le encuentre tengo un guardaespaldas detrás mío las veinticuatro horas.

-¿Por eso desapareciste de la fiesta? ¿Para irle a ver?

-Debia aclarar muchas cosas con él pero ahora veo que fue un error, debí quedarme contigo.

El acento francés de Brad se escuchaba desde la habitación por mucho que la puerta estuviera cerrada. Su voz parecía nerviosa y temblorosa mientras que la voz decidida de Justin le respondía las preguntas.

-Ahí viene tu príncipe azul- le dije a Biel animada, estaba contenta de verle así.

-Esos no existen- dijo

-Dale una pequeña oportunidad- le rogué.

-Lo intentaré.

Brad reaccionó de la misma manera en la que reaccioné yo, sus ojos se inundaron de lagrimas y se culpó tal y como lo había hecho yo. Decidida a no molestarles salí por la puerta mientras ellos dos se fundían en un abrazo.

-¿Los tienes vigilados?- dijo Justin por el teléfono.

Su mirada estaba posada en una ventana y su silueta parecía enorme. No era para nada el Justin que recordaba a los dieciséis y mucho menos el vecino de siete años que me vino a saludar por primera vez en el barrio. Ni siquiera se parecía al Justin que había visto en ese tren ahora estaba preocupado, demasiado preocupado. Sabía que la situación requería esa preocupación pero ¿Cuánto nos haría sufrir esa persona?

-Necesito que los localices a todos, quiero que sepas si la conocen, si saben donde vive...necesito que encuentres toda la información posible.

Ahora mismo la voz de mi padre resonaba por mi cabeza con el típico "no debes escuchar las conversaciones ajenas _____, es de mala educación" pero ni siquiera sabía de que estaba hablando Justin.

-No, no puedes tardar una maldita semana Lucas, necesito que sepas ya todos los datos de Juliette y no solo eso, necesito todos los datos de cualquier hijo de puta que haya tenido contacto con ella. Te doy veinticuatro horas, no pidas mas o tu culo estará en la calle mañana mismo.

¿Qué?

Justin me estaba investigando y no solo a mi, a todo el que me rodeaba.