Destinos Unidos [Ramcisco] - EDITANDO

Capítulo 9

Francisco

— ¿Por qué estas rojo?

— No pensaste antes de responder, ¿verdad?

— Pero te necesito a tí.

— B-Basta-

No entiendo porqué se pone de esa manera, aunque se ve tierno, digo, solo lo necesito para que ayude a encontrar a Alexy y también necesito un refugio o vivir en algún lugar, también por lo que veo cuidó muy bien de Emi, así que no tengo otra opción. Solo no debo decirle que me transformo en dragón, eso lo asustaría y ya no querría estar a mi lado.

— Oye Fran, ¿puedes transformarte en dragón?

— No, aún no puedo.— dije en un tono serio, pensando en cuál puede ser la reacción al saber que si puedo hacerlo, probablemente piense que no se controlarme y lo mataré.

— Entonces, ¿no eras tú el que lastimó a Emi?

— ¿Eh? No, nunca lo haría.— no es una mentira pero tampoco es la verdad, fue un accidente.

— Vale, ¿qué necesitas de mí?— me miró fijamente todavía rojo, sigo sin entender porqué se puso rojo por lo que le dije.— ¿Fran?

— Es que te vez tierno así.

— C-Cállate ¿Qué quieres?— ¿Desde cuando llegamos a esa confianza de gritarnos?

— Un refugio y encontrar a alguien.— me miró desconcertado, pero luego accedió sin decir nada más.— Vamos con Emi y... ¿Quién es él otro chico?

— Tú dile Raptor, le gusta que le digan así.— ¿Raptor? ¿Qué? ¿Por qué le gusta que le digan cómo un dinosaurio? Según los libros que leí se extinguieron hace miles de años. A poco se convierte en uno, eso es algo que necesito ver.

— Vamos con ellos.

— ¡Imbécil, recuerda que no puedo caminar!— rayos es cierto, me acerqué a él viendo fijamente sus ojos pensando como podría llevarlo.

— Ven aquí.— dije para sostenerlo en mis brazos tipo como un príncipe agarra a una princesa, solo que no soy un príncipe ni él una princesa, pero me sirve, agradezco a Alexy por llevar esos libros de cuentos a la cueva para no aburrirme y leer uno cada día.

— Esto no me gusta.— dijo cruzado de brazos viendo al frente, creo que noté un leve color rojo en sus mejillas.

— Vamos, no es para tanto. Además no se me ocurría otra manera de llevarte.

— Podía ir en tu espalda.— se quedó en silencio un momento.— Sería menos vergonzoso.

— No había pensado en eso. Además me gusta verte así.

— ¿Así cómo?

— Inofensivo.

— Si claro, como si-

Quería probar algo: fingir que lo soltaba dándole un susto pero no salió bien, se aferró a mi cuello con ambos brazos y su cabeza apoyada en mi hombro.

— Está bien, lo siento.— podía percibir el miedo que tenía, sentía como temblaba, no sabía que una herida podía afectarle tanto o quizá es por lo que dije.— Gracias...

En unos segundos poco a poco dejó de aferrarse a mí, apoyando su cabeza en mi pecho y con sus manos en mi hombros. No llegué a verlo a la cara ya que no se dejaba y cada que le hablaba me ignoraba. Sentí una punzada en mi pecho ¿Dolor? No, ¿por qué sentiría dolor? Si no me hice nada. Aunque no es dolor físico, es emocional...

¿¡Ram!?

— Ram... Ram... ¡Oye! ¡Ramcore!— ¿Qué-? ¿Cómo se me ocurrió eso?

Agaché mi cabeza para verlo y así saber que pasaba con él. Estaba llorando... ¿por qué? Ese era el dolor que sentía, no sabía que podía sentir sus emociones, el collar, tal vez sea por eso. Tendré que averiguarlo después.

Está dormido, por eso no me hacía caso, ahora que lo pienso los humanos tienen el sueño muy pesado.

(...)

— ¿Qué le pasó?

— Eh...

— ¿¡Qué le hiciste!?

— Nada, lo prometo.

— No te creo.— el chico me dedicó una mirada asesina, arrebantandome a Ram de mis brazos. Lo cargaba como yo lo hacía, se fue alejando hasta sentarse en una roca, veía su rostro, estaba muy cerca de él.

Me di cuenta que Ram no estaba dormido, solo fingía dormir, ¿en serio le creí? Porque el momento en el que me lo arrebató, vi que estaba apunto de abrir sus ojos, pero se arrepintió.

Por lo que veo, empezó a hablar con él, ¿qué le hice para que me ignorara? Debería ir y disculparme, pero... ¿querrá escucharme? Tal vez si lastimé su orgullo, solo fue una broma...

¿Acaba de sonreír? Vamos Fran, solo son amigos, además él no es nada tuyo, ni siquiera eres su amigo y eres imbécil por hacerle esa broma de mal gusto. Mi mirada volvió hacia ellos, vi que ese chico le acariciaba la mejilla, ¿por qué siento hervir mi sangre? ¿Por qué quiero golpearlo? ¿Por qué quiero ir hacia ellos y separarlos? No te transformes... decidí ir hacia ellos, pero al dar el primer paso alguien me agarró del brazo.

— No vayas, solo se decepcionará más de tí.— escuché decir a Emi, eso sí me dolió, es como si me hubieran enterrado una espada en el corazón.— Ram...

No soy de demostrar mis emociones pero al parecer a Ram le afectó mi dolor. Emi, preocupada, se dirigió a ellos diciendo algo que no alcancé a oír.

Pero nos fuimos a su casa, Emi me dijo que esperara en la sala sentado en el sofá, mientras hablaba con Ram. Me sigo preguntando porqué se puso así.

— Le diste justo en el orgullo.

— ¿Eh?

— No digo que Ram sea demasiado orgulloso, solo que es así con personas que recién va conociendo.— ¿recién conoce? Pero si ya se llevó mi libro.— No le gusta demostrar debilidad.

— ¿Y tú cómo sabes?— pregunté fijando mi mirada en él, sinceramente no me importa lo que dice pero siempre hay excepciones.

— Conozco a Ram desde los seis años, ¿no es algo obvio?

— Y yo estoy vinculado a él.— dije en mi mente para luego negar con la cabeza.— No sabía eso.

— Parece que estaba cansado, se terminó durmiendo.— dijo Emi asomándose a la puerta de la sala.

— Debo irme, adiós Emi y...— dijo mirándome. Esperando a que le de una respuesta de mi nombre.

— Francisco.

— Vale, adiós Francis.— no me gusta cuando me dicen así, no se porqué, prefiero Fran o simplemente Francisco. Lo odio.

— Adiós...— vi como salía por la puerta, revisando su celular, noté que se había puesto triste después de verlo, que raro.

— Ya se fue. Ahora dime, ¿qué pasó?— dijo Emi sentándose en uno de los sofás que había.

— Mira, no quise hacerle daño. Era una broma lo que le dije-

— Esta bien.— me interrumpió.— Ya no es necesario, solo quería saber si ambos decían la verdad.— se levantó y fue hacia la cocina. Esto es raro, ¿por qué diríamos mentiras?

— Aunque, no le hubiera dicho la verdad a Emi, porque sabía que me mataría, pero, ¿por qué no lo hace?