Cap.4

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El peli negro se quedó contemplando a su pareja durante unos segundos para después subir la mirada.

—Creo que no es necesario decir que es lo que pasará si a alguien se le ocurre tocar a mi pareja.—Dijo con una voz fría y sin sentimientos, perdiendo el brillo de sus ojos que anteriormente habían visto. Ahí estaba su jefe, el hombre que ni dudaría en sacar su arma y matar a sangre fría, el hombre que era respetado por todos, era una parte del alfa que estaban seguros que el omega no conocería. Sabían que aquel omega se había convertido en el tesoro de su jefe, por ende lo protegería de todo lo que le pudiera causar daño.

Sakura mantenía una sonrisa cuando observó a los alfas que minutos antes miraban de manara nada inocente a Naruto temblar. La alfa estaba realmente feliz de que Sasuke consiguiera una pareja como Naruto, alguien que por fin sacara ese lado dulce de el. Esos eran sentimientos que el alfa había escondido por su trabajo, temía que estos fueran tomados como una debilidad y sus enemigos se aprovecharan. Al final, Sasuke actuaba así para proteger a sus seres queridos.

—Me alegró por el.—Susurró para si misma. Presintiendo que ese rubio había llegado para alegrar los días del alfa.

La pelimorada sólo miró por unos segundos al alfa para luego apartar su mirada, viendo cómo su líder salía del lugar con el japonés en sus brazos, pudiéndose relajar por fin y sentirse aliviado de  que la persona con la que hace tiempo sentía algo no hubiera encontrado o elegido una pareja.

Por los pasillos caminaba el ruso con su precisará carga hasta llegar a su despacho.

—Shhh Susano, no queremos que se despierte.—Mencionó cuando su perro ladró.—Mira pequeño, el vivirá con nosotros, ahora seremos tres.—Murmuraba mientras dejaba a el japonés recostado en el sillón, tapándolo con su abrigo para dirigirse a su escritorio y seguir con su trabajo.

Había pasado una hora cuando el rubio comenzó a dar señales de despertar, el ruso miraba atentamente les gestos que hacía, ya había terminado hace algunos minutos su trabajo, por lo que se dedicó a observar al menor y arreglar algunos inconvenientes con personas no tan agradables. No pudo evitar que una sonrisa se le dibujara en el rostro al ver cómo el omega agarraba el abrigo para acomodarse y seguir durmiendo, pero al parecer no lo logró, ya que lentamente fue abriendo los ojos.

Observó cómo el rubio miraba el lugar desorientado para luego sentarse rápidamente alarmado, decidió que era hora de que de diera cuenta de su presencia cuando el omega empezó a soltar un aroma que reflejaba su miedo.

—Buenas tardes dormilón.—Dijo el alfa con una sonrisa al ver el tierno sonrojo que le ocasionó a el omega.

—Etto...yo...

—No es necesario que digas algo, supongo que debes estar cansado física y emocionalmente por el viaje, hoy nos iremos a casa más temprano, pero antes tenemos que realizar algunas compras, no creo que quieras usar mis camisas todos los días. Aunque debo admitir que te quedarían bastante bien.—Dijo lo último con aire seductor, provocando que el pobre omega no supiera cómo reaccionar, en ese momento todo le era extraño, especialmente con ese alfa.

Si lograr decir algo coherente, el omega sólo asintió a lo dicho para después sentir que su mano era tomada con delicadeza para poder ayudarlo a pararse y salir del lugar.

Nuevamente al sentir que llamaba la atención de los alfas y betas del lugar, se pegó más a el alfa, no le gustaba esa atención, menos con los recuerdos que le daba de cuando estuvo encerrado en aquel lugar.

El rubio dio un brinco al sentir una mano en su cintura que lo atraía a el cuerpo del ruso, el omega se sonrojó y bajó la mirada para intentar ocultarlo, por lo que no pudo ver la mirada que le dedicaba el alfa a los demás. Fue una mirada que dejó helado a muchos.

Al llegar al sótano, se dirigieron a un vehículo bastante hermoso de un tono azul, Sasuke como el caballero que era, le abrió la puerta de copiloto al menor para que este se acomodara y así comenzara su paseo.

—¿Quieres ropa de omega?— Preguntó de pronto el alfa mientras conducía.

-Etto...me gustaría que fueran yukatas o kimonos, no me siento bien con las ropas que diseñan para los omegas.— Aquellas ropas a su parecer eran demasiado reveladoras y pequeñas, cosa que no era muy de su agrado.—...C-claro que si se puede y si que que no le molesta...

—Mmm, creí qué hay una tienda japonesa en este lugar, y claro que no me molesta Naruto, quiero que estés lo más cómodo posible, ¿verdad Susano?.—El can que se encontraba en los asientos traseros enseguida soltó un ladrido.

Al llegar, ambos bajaron del auto, entrando así a la tienda. La vendedora al percatarse de quien era el Ruso, hizo una reverencia en un signo de respeto.

—¿E-en qué puedo ayudarle?

—Me gustaría que mi pareja tuviera las mejores  vestimentas de su tienda.—Pidió en ruso el alfa a la beta.

—Entiendo señor, ¿desea algo en especial joven?.—Dijo la beta ahora en español al ver que el omega no entendía lo que decía anteriormente.

Luego de veinte minutos salieron de la tienda con varias bolsas y un omega con un pequeño puchero por las excesivas compras que el ruso había hecho para el con la excusa de que todas eran hermosas en su persona y que por eso era necesario comprarlo.

Al llegar su siguiente destino, el rubio no pudo evitar sonrojarse, sabía que necesitaba aquellas prendas, pero le era tan vergonzoso que fuera acompañado por el alfa, siempre compraba su ropa interior solo, por eso se le hacía sumamente vergonzoso entrar a una tienda de lencería acompañado del ruso. Aunque claro, para los demás omegas presentes, era la envidia al tener semejante alfa de acompañante.

—¿Quieres qué mire otro lugar mientras compras?—Preguntó Sasuke al ver el rostro del omega, lo había llevado a la tienda con la intención de ver sus gustos.

—Por favor.—Respondió mientras el alfa asentía y se alejaba un poco del menor.

El japonés al verlo un tanto mejor dio un suspiro de alivio, intentó calmarse y prestar atención a las prendas, había demasiado por escoger, tantos diseños y colores.

—¿Necesita ayuda?— Le preguntó una vendedora.—El omega asintió aceptando el apoyo.—¿Qué le parece este conjunto? Creí que su pareja estaría feliz con el.— Le mostró una pantaleta de encaje con unas lindas ligas negras que tenían un lazo.

Al final Naruto dejó que la chica eligiera los conjuntos. Ella se mostraba muy emocionada con ello. Escogió conjuntos desde los más sencillos hasta unos muy seductores.

Naruto se aseguró de que el alfa no mirara hacia su dirección cuando escogía los conjuntos, claro que no se dio cuenta que el alfa lo había visto y que casi le da algo al imaginárselo con algunos de los conjuntos puestos.

El alfa pagó gustoso toda la ropa,  le dieron las gracias a la vendedora para después salir de la tienda y dirigirse a el hogar del ruso.

El rubio quedó impresionado al ver la gran casa de Sasuke.

—Puedes escoger cualquier habitación del segundo piso, enseguida vuelvo.—Le dijo Sasuke mientras se encaminó hacia las escaleras cuando terminó de colocar todas las bolsas de  compras en la sala de estar.

El omega se quedó parado durante algunos minutos para poder admirar a su alrededor para luego subir las escaleras en busca del alfa, pues prefería que el le indicara que habitación podía tomar. Al llegar al segundo piso, vió cinco puertas, se acercó a la que podía sentir el aroma de Sauske, golpeó la puerta, pero nadie contestó, así que procedió a abrir la puerta, cosa que al instante de hacerlo, su rostro se puso completamente rojo.

—Y-yo....l...l...LO SIENTO MUCHO.—Dijo en un chillido y después cerró rápidamente la puerta, y se recargó en ella, intentando calamar los fuertes latidos de su corazón, consecuencia de haber visto a el alfa con el torso desnudo. Ahora si sentía que se moría de la vergüenza, pero su omega intentó parecía feliz de haber presenciado aunque sea por unos segundos el trabajado y atractivo cuerpo de Sasuke.

Continuará...

𝒫𝒶𝓇𝑒𝒿𝒶 𝒹𝑒 𝓊𝓃 𝑀𝒶𝒻𝒾𝑜𝓈𝑜 ✻ 𝒮𝒶𝓈𝓊𝓃𝒶𝓇𝓊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora