🎃UNICO CAPÍTULO🎃

475 65 5
                                    

¿Que es el miedo?
Mi padre solía decir que es aquella emoción que está de más en nosotros, la cual no debería existir porque nos hace débiles. Nos hace seres emocionales.

¿Pero entonces para que existe? Mi madre solía decir en aquellas tardes donde tenía miedo de atravesar el bosque que nunca dejara de temer, porque aquello que pone mis sentidos en alerta es aquello que puede arrancar mi corazón en cuestión de segundos.

Quizás por las opiniones tan contradictorias de mis progenitores es que mientras caminaba entre aquel oscuro camino cada día, al salir de la casa de mi tía, siempre tenía una guerra mental entre correr si escuchaba un ruido o afrontarlo. Pero sea cual sea la opción más viable, todo lo que mi cuerpo hacia es responder al temblor de piernas y hacerme más lento, más atento, más temeroso. Más de aquello de lo que no debería ser, o tal vez si.

Nisiquiera puedo llevar mis manos a mis oídos para colocarme los audífonos. La sensación de que alguien continuamente me observa esperando el momento justo para hacerme desaparecer para siempre me atormenta. Lo siento en mi nuca, en mis huesos y en el ambiente. No estoy solo.

Los ruidos de las ramas crujiendo sólo son míos, pero mi mente paranoica dice que a menos de veinte metros alguien más está siguiendo mis pasos. Me volteo. Nada. Me volteo. Nada.

Apuro el paso tomando las correas de mi mochila mientras trago grueso. La luz del pueblo aún no se ve por el espesor boscoso y me arrepiento mentalmente de no saber decir "No" cada que vez que mamá me manda a dar un recado. ¿Por qué debo dejar todo a último momento? ¿Por qué no acepte ir de caza con papá para saber algunos trucos para tratar con las alimañas?

La noche hoy es especialmente más densa. Puedo escuchar a los niños gritando entre risas a lo lejos así que deduzco que estoy cerca, más cerca que nunca. Halloween es un festival bastante festejado en mi pueblo, puesto que honrrar a los muertos también forma parte de nuestra cultura, pero no quita que sea uno de los festivales más extraños donde pasan todo tipo de cosas que no son normales.

Un escolafrio recorre mi espina dorsal.

-Joder, ya casi-Digo en voz baja para mi mismo.

Los bosques no son frecuentados por los pueblerinos más allá de que vivamos en el medio de la nada rodeados de árboles. Quizá fue aquel suceso de hace cinco años que nos dejó a todos perplejos, donde a mis doce tuve que privarme de mi último año de infancia porque siete niños habían desaparecido y habían sido encontrados en el bosque.

No vivos, no enteros y no reconocibles.

Todo parecía haberse transformado en una historia de terror la cual todos ignoraban ahora. Creían qué aquel asesino se había marchado y no volvería jamás. Creían qué había paz.

Un crujido activo todos mis sentidos. Eso jodidamente no era mi paso contra el suelo. Acababa de confirmar la teoría de que alguien estaba conmigo y mi sangre comenzaba a moverse más rápido por mi cuerpo. El corazón quiso salir de mi pecho elevándose por mi garganta. Mis pies se helaron, mis manos se endurecieron y aquella sensación de ahogo se apodero de mi.
Miedo.

¿Correr o afrontarlo? ¿Ser fiel a mamá o a papá? No había probabilidad alguna de que llegara vivo a casa. Me arrepentí de todo en cuestión de segundos.

Me voltee lentamente y mi respiración se corto instaneamente, porque en esta ocasión si había alguien, y era más real que nunca. Un sujeto más alto se encontraba quizás a unos veinticinco metros de distancia, con una sonrisa y una máscara macabra de conejo que se cortaba a mitad de su rostro dejando ver su boca. Era joven, joder que no se veía de más de veinticuatro años. Su máscara tenía una oreja larga y la otra estaba cortada por mitad, como si hubiera sido arrancada por algún forcejeo. Manchas oscuras adornaban una camisa blanca media desprendida que traía y lo único que parecía medianamente impecable era tanto su pantalón de vestir como sus zapatos.

Sweet bunny//Kookmin🎃 OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora