El autobús estaba inusualmente lleno. Entré como pude hasta el final del autobús, arrastrándome entre la multitud, respirando la multitud de olores que en hora punta se concentraban en el autobús. No me podia creer que iba a tener un largo viaje de media hora de pie, como sardinas en lata. Por suerte, en la siguiente parada, la última antes de que el autobús siguiera sin parada hasta el aeropuerto, alguien se bajó. Había miradas de tensión entre los pasajeros por alcanzar ese sitio, pero tuve la suerte de encontrarme justo al lado del asiento que se quedaba vacío. A mi lado, una muchacha joven miraba distraída por la ventana. Podía ir la música alta de sus cascos, sólo que lo que se oía no era música, si no gemidos. Claramente, estaba escuchando porno.
Cuando me senté, rocé su pierna sin querer. Ella, sin sobresaltarse, giró su cabeza hacia a mi y me sonrió. Unos labios finos, ligeramente pintados de rojo daban paso a unos dientes blancos perfectos. Su coleta caía por encima de su hombro izquierdo hasta morir encima de su prominente pecho izquierdo. No llevaba sujetador, y sus pezones se marcaban fuertemente sobre su camiseta de manga corta
coloqué mi mochila sobre mis rodillas, y estaba muy encajonado entre ella y un señor gordo que me daba la espalda de pie en el pasillo noté que la chica no había dejado de sonreírme, y se mordia el labio inferior con lujuria. Entonces, sacó su auricular derecho de su oreja y lo colocó sobre la mia. Efectivamente, estaba escuchando porno. Tuve una erección inmediata, que ella notó al instante, pues no quitaba ojo de mi pantalon.Vi como arrastró su mano hasta su entrepierna, y por encima de su falda comenzó a tocarse muy sensualmente, sacó el auricular de mi oreja y acercándose tanto que podía sentir su respiración entrecortada, me susurró que me sacara la polla. con disimulo, me abrí la bragueta y mi miembro quedó al aire. Me estaba exponiendo a ser arrestado por algo así, pero tenía el corazón a mil.
Ella agarró con fuerza mi glande y comenzó a hacer fuerza pasándoselo entre sus dedos se llevó una mano a la boca, con todos mis jugos en ella. Agarró mi mano y la llevó hasta su coño. no llevaba bragas. Noté un coño suave, muy mojado, y con algo de pelo. su clitoris estaba palpitando mucho. Comencé a agitar un dedo sobre su clítoris. Notaba como la chica se estremecía, como los músculos de su pierna temblaban. Noté los espasmos de su cuello, los movimientos rápidos de sus ojos. Ella llevó su mano de nuevo a mi polla, y sin piedad comenzó a masturbarmese llevó una mano a la boca, con todos mis jugos en ella. Agarró mi mano y la llevó hasta su coño. no llevaba bragas. Noté un coño suave, muy mojado, y con algo de pelo. su clitoris estaba palpitando mucho. Comencé a agitar un dedo sobre su clítoris. Notaba como la chica se estremecía, como los músculos de su pierna temblaban. Noté los espasmos de su cuello, los movimientos rápidos de sus ojos.
Ella llevó su mano de nuevo a mi polla, y sin piedad comenzó a masturbarme mi polla estaba empapando mi mochila. Los gemidos de los auriculares estaban llevandonos al clímax. Y me vine. Me corrí como nunca me había corrido, fruto del morbo de la situación. Ella siguió masturbandome, agarrandome con fuerza. Aceleré el movimiento de mi dedo sobre su clitoris. más rapido, decía solo moviendo los labios. se introdujo dos dedos de su otra mano dentro de su coño. abrió sus piernas hasta que ya no había más espacio físico. Y su cuerpo entró en éxtasis. Reventó. Un temblor lr recorrió la espina dorsal. Empezó a sudar de la relajación. aun nos quedaban 10 minutos de viaje. Se quitó sus cascos y nos abrazamos. No cruzamos ninguna palabra. Pero con la mirada de despedida que nos permitimos nos prometimos que nunca olvidariamos aquel viaje en bus